Así quiere Málaga ampliar por segunda vez la capacidad de la desalobradora del Atabal

A preguntas de SUR, la concejala de Sostenibilidad Ambiental, Penélope Gómez, ha confirmado este extremo y ha explicado que se trata de minimizar el rechazo de salmueras tras el tratamiento del agua salobre. Sería una suerte de proceso añadido de ósmosis, lo que afinaría el resultado del tratamiento y permitiría ganar ese 10% añadido.

La primera ampliación de la desalobradora (IDAS) del Atabal también benefició a la Axarquía, a la que, desde Málaga, gracias a la mejora del bombeo de la Rosaleda, se le suministran 280 litros por segundo ante su acuciante situación.

El acondicionamiento de la desalobradora supuso una inversión por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de unos 2,3 millones de euros. Las obras duraron algo más de un año.

Estas obras de ampliación de la IDAS El Atabal, la tercera planta de agua salobre del país, fueron declaradas de interés de la comunidad autónoma andaluza y se incluyeron en un decreto de sequía anterior. La idea es que los nuevos trabajos puedan volver a ser financiados por el Gobierno andaluz dando cabida incluso a la aportación del central.

Las primeras obras sirvieron para ampliar los doce bastidores de ósmosis inversa, la reforma de las bombas de alimentación de segunda etapa, junto con sus motores y variadores de frecuencia, y la instalación de las tuberías y conexiones de las nuevas cajas de presión a los colectores de alimentación, rechazo y salida. Con estas obras se logró aumentar el caudal por bastidor hasta los 18,25 litros por segundo, por lo que el caudal total de la planta se sitúa ahora en 220 litros por segundo. Esto supone que la capacidad de producción de la IDAS se ha incrementado en un 12%. Con las nuevas obras planteadas ahora por Emasa, la capacidad de la planta se puede ir por encima de los 240 litros por segundo. En términos comparativos, esto es aproximadamente la quinta parte del caudal que se inyecta en la red de agua potable de la ciudad.

Hay que tener en cuenta, además, que la desalobradora tendrá que hacer a partir del otoño un esfuerzo mayor cuando le lleguen los caudales de los 18 pozos que se están activando en el Guadalhorce (zona de Aeropuerto, San Isidro y alrededores), que son de agua salobre.

En la primera fase, se instalaron 1.428 membranas de ósmosis inversa (9.828 hay ahora, frente a las 8.400 iniciales). También se sumaron 204 nuevas cajas de presión, 12 variadores de velocidad y otras 12 bombas 'Booster'.

'La sustitución de los equipos se hizo de manera secuencial para no parar el funcionamiento de la planta, que siempre estuvo al 90% de su potencial como mínimo.

La desalobradora del Atabal trata las aguas salinizadas del pantano del Guadalhorce (unos 6 gramos de sal por litro). La diferencia con las desaladoras es que estas tratan agua marina (unos 40 gramos por litro). La planta malagueña es la tercera del país, según un estudio realizado por Aedyr (Asociación Española de Desalación y Reutilización). Las tres más grandes son Sant Joan Despí (Barcelona), con 206.000 m3/día; Abrera (Barcelona), con 200.000 m3/día, y la malagueña, con 165.000 m3 (a los que hay que sumar las ampliaciones).

La desalobradora del Atabal fue construida por Acuamed (Gobierno de España) y entró en servicio en 2005 tras una inversión de 56 millones de euros.