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Las torres de Martiricos, llamadas a ser uno de los proyectos residenciales más singulares de Málaga, han comenzado su andadura envueltas en polémica. Los residentes en la torre sur están enfrentados con los dueños de los pisos turísticos. Aseguran que el movimiento constante de viajeros y el comportamiento incívico de muchos ha generado una situación en la que la convivencia ha saltado por los aires. En paralelo al cruce de acusaciones entre ambas partes, ya se han puesto en venta varios pisos adquiridos en su momento a la promotora y que ahora son ofrecidos de nuevo en el mercado.
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Estos movimientos quedan reflejados en Idealista, donde se puede observar cómo hay dueños de pisos que ya le están buscando una salida. Para esta información, solo se tienen en cuenta aquellos anuncios que han sido creados o actualizados desde que salió a la luz el conflicto entre residentes y dueños de los pisos turísticos, en el que los primeros describen un estado de «convivencia imposible» que la otra parte niega.
Al margen de consideraciones, algunos vecinos han admitido a SUR que hay propietarios que están barajando poner en venta pisos de los que apenas han disfrutado, una vez que están constatando que una parte significativa de las viviendas están dedicadas al alquiler vacacional.
Las viviendas que se han puesto a la venta abarcan todas las tipologías. Puede adquirirse un estudio o un piso con tres habitaciones. Todas tienen en común dos aspectos: incluyen una plaza de parking y unos precios elevados, por encima del precio de venta fijado por la promotora en la primera fase de comercialización de las torres.
La oportunidad más asequible de convertirse en propietario en las torres de Martiricos empieza en 290.000 euros. Es el mencionado estudio de 45 metros cuadrados, ubicado en la séptima planta. En la descripción se promocionan los supuestos atributos de vivir en un entorno «inmejorable» y se destacan las zonas comunes con un gimnasio, sala de cine, zona multiuso o «una piscina para relajarte en días soleados».
Los precios aumentan de manera considerable cuando se quiere dar el salto a una vivienda con más habitaciones. Hay varias opciones para adquirir una vivienda con tres habitaciones. La menos cara es un piso que se encuentra en la planta 20. Unos 106 metros cuadrados repartidos en tres habitaciones.
Además de describir las bondades de Málaga como ciudad para vivir, destacando el clima y la gastronomía, se especifica que la vivienda cuenta con dos habitaciones, tres baños y que el salón «cuenta con una cocina equipada con electrodomésticos y muebles blancos con encimera de piedra negra».
Los otros dos pisos de tres habitaciones ya superan los 800.000 euros. Para el de 120 metros cuadrados, ubicado en la planta 16, se demandan 830.000 euros. Unos 14 metros cuadrados más, hasta llegar a los 134, ya cuestan 860.000 euros. En los anuncios de ambos pisos se perfilan bondades similares a las ya referidas.
Si alguien da el paso de comprar, al menos de entrada, se encontrará un ambiente de «crispación». Así lo han reconocido a este periódico tanto los residentes que ya habitan en las torres como los dueños de viviendas que han sido dado de altas en la Junta de Andalucía como pisos turísticos. En total, 141 entre ambas torres.
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