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El fenómeno de los pisos turísticos se ha vivido con especial intensidad en uno de los proyectos residenciales más singulares de los realizados en los últimos años en Málaga: las torres de 30 plantas que la promotora AQ Acentor, del fondo alemán Aquila, ha levantado en los suelos de Martiricos. En los últimos días han salido a la luz las quejas de algunos de los compradores de las 450 viviendas que albergan estos edificios por el uso turístico de un buen número de ellas. Así, han denunciado a SUR que tienen que padecer ruidos a altas horas de la madrugada, peleas, ocupación excesiva de la piscina y depósito de basuras en las papeleras situadas junto a las torres. El último episodio se produjo el pasado lunes, cuando tuvo que intervenir la Policía Local y Bomberos porque los inquilinos de una vivienda turística rociaron el contenido de un extintor de la planta 17.
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Según los datos recopilados por este periódico, obtenidos del registro oficial de Turismo de la Junta, actualmente están dadas de alta un total de 141 viviendas turísticas en estas dos torres. En concreto, en la torre sur, están registrados 111 pisos turísticos que suponen el 44% de los 252 que alberga ese edificio. Y, en la norte, ya se han apuntado 30 de un total de 198 viviendas, situadas por encima de los dos negocios hoteleros que también alberga esta torre. Las 141 viviendas turísticas suponen el 31% del total de unidades residenciales de las dos construcciones.
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De ellas, 124 deben ser dadas de baja por la delegación de Turismo de la Junta de Andalucía porque son las que constan en su registro con fecha posterior al pasado 22 de febrero. Ese día entró en vigor el decreto andaluz que modifica la regulación de los pisos turísticos y permite expresamente a los ayuntamiento limitarlos. El pasado 10 de junio, el alcalde, Francisco de la Torre, anunció una instrucción de la Gerencia de Urbanismo por la que solo pueden darse de alta como viviendas turísticas aquellas que posean unos accesos y unos suministros (luz, agua, teléfono, etc.) independientes del resto del edificio en el que se encuentren. Además, aclaró que esa instrucción tenía un efecto retroactivo para aquellos pisos turísticos que se hubieran registrado ante la Junta desde la entrada en vigor del nuevo decreto, es decir, el pasado 22 de febrero.
Pues bien, según los datos recopilados por SUR, de las 141 viviendas turísticas existentes en las torres de Martiricos, solo 17 podrían permanecer como tales, ya que fueron registradas con anterioridad a esa fecha. En concreto, el 22 de diciembre del año pasado se dio de alta el primero de esos pisos en la planta 17 de la torre sur. En cambio, las 124 restantes deben ser dadas de baja por la Junta por no cumplir con los requisitos de acceso y suministros independientes. De la Torre ha detallado este jueves que ya han solicitado a la Junta que anule casi la totalidad de ellas, 121 en concreto, dentro del listado con los primeros 1.120 pisos turísticos que deberían cancelarse por no cumplir la instrucción municipal y haber sido inscritos con posterioridad al 22 de febrero.
A preguntas de SUR, el regidor ha concretado que esta solicitud de baja se hace en base al decreto del pasado mes de febrero de la propia Junta, ya que los pisos en cuestión «no cumplen la condición de contar con una entrada y salida independiente».
¿Cuándo podría suprimirse el uso turístico de esas viviendas? La respuesta a esta pregunta es complicada porque, como han reconocido desde la propia delegación de Turismo, la anulación de estos registros, que se hacen de forma automática por declaración responsable, requiere de un procedimiento administrativo nuevo para los funcionarios autonómicos que todavía no ha empezado a rodar y que puede durar meses. «Estamos ante una situación nueva», admitía semanas atrás la delegada de Turismo, Gemma del Corral, a este periódico.
Desde el Ayuntamiento han recordado que, a finales del pasado mes de julio, la Gerencia Municipal de Urbanismo remitió a la Junta el listado con los primeros 1.120 pisos turísticos que tienen que darse de baja. Pero, ¿cómo? Según han apuntado desde la Junta, hay que iniciar un procedimiento de cancelación que lleva implícito la apertura de un periodo de alegaciones, que marcarán el tiempo en que se mantendrán operativas estas viviendas. Después habrá que analizar caso a caso hasta concluir con la cancelación de las mismas. Desde Turismo han admitido a SUR que ese proceso puede durar todavía dos o tres meses, si bien han señalado que han estado trabajando con el Consistorio de la capital para «coordinar el procedimiento de baja» de esas viviendas en el Registro de Turismo de Andalucía «con las máximas garantías jurídicas y el necesario respeto al procedimiento legalmente establecido, que requiere audiencia al interesado».
Y entre tanto, las viviendas cuentan con un número de registro que les da luz verde para comercializarse en las principales plataformas de alquiler vacacional, para desesperación de vecinos como los residentes en la torres de Martiricos en las que, tras el anuncio del alcalde de que se limitaban este tipo de pisos en la ciudad el pasado 10 de junio, se han inscrito casi medio centenar. La última, el martes de la semana pasada, día 20, en el piso 23 de la torre norte.
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