Sorpresa, desconcierto y resignación han sido las sensaciones más repetidas por las decenas de pasajeros que decididos a coger un taxi esta mañana en el aeropuerto hacia la costa o la capital se han encontrado con el paro parcial del sector. «Esto es una faena. ... Vengo de Barcelona expresamente para una reunión en Marbella y no voy a llegar a tiempo; es que no sé cómo lo voy a hacer», expresó Lola tras bajarse de uno de los 37 vuelos que han llegado a Málaga entre las 11.00 y las 13.00 horas, tiempo en que la parada de taxi de la terminal 3 permanecía sin servicio, al igual que en la estación de tren, autobuses y Puerto. Tan solo y de forma excepcional, ha acudido alguno para recoger a alguna familia con niños y personas mayores con movilidad reducida, cumpliendo los servicios mínimos que habían anunciado.
Publicidad
Los pasajeros que acudían a la parada eran informados por los propios taxistas, que le entregaban unas octavillas (en español e inglés) para que conocieran las razones de su protesta. Tras el desconcierto inicial algunos optaban por otras alternativas de transporte, como el autobús, especialmente concurrido hacia puntos de la costa, como Marbella, pero también el Cercanías o los propios VTC. Si bien la primera hora apenas ha habido aglomeración de usuarios, que se negaban a esperar dos horas, ha sido a partir de las 12.15 horas cuando ante la inminencia de una vuelta al servicio han empezado a hacer cola hasta contabilizarse un centenar personas. Tras la vuelta de los taxi a las 13.00 horas, en 40 minutos se cobraba la normalidad.
Noticia Relacionada
anabel niño
En general, aunque la jornada ha transcurrido sin incidentes, la tensión y la desesperación del gremio es palpable. El próximo 1 de octubre, la Junta de Andalucía aprobará un decreto autonómico que dará luz verde a las empresas de VTC para que puedan seguir haciendo servicios urbanos. De no hacerlo y no desarrollar una normativa regional, se limitarían solo a trayectos interurbanos. Y es que el Real Decreto Ley 13/2018 de 28 de septiembre, el conocido como decreto Ábalos, introdujo cambios en el régimen jurídico del servicio de los VTC, suprimiendo los servicios urbanos y limitándolos al servicio entre municipios. El decreto, sin embargo, permitió un periodo transitorio de compensación de cuatro años, hasta el 1 de octubre de 2022, instando a las comunidades autónomas a regular la habilitación del servicio urbano a partir de esa fecha. En caso de inhibirse, los VTC solo podrían realizar servicio entre municipios, pero no dentro de la ciudad.
Pero esta nueva normativa que prevé aprobar la Junta es la que mantiene en pie de guerra al sector del taxi, que ve amenazado su futuro por una competencia, que consideran «desleal». Aseguran que a días de que se apruebe el decreto no cuentan con un borrador para conocer «con detalle» cómo van a regular el servicio «y lo más importante, quién va a velar por que se cumplan las restricciones que finalmente se impongan», desliza Miguel Ángel Martín, presidente de la Confederación de Taxis de la Costa del Sol. Reitera que para el sector hay dos condiciones por las que están dispuestos a seguir «peleando hasta que haga falta»: una de ellas pasa por la precontratación retardada (que tenga que transcurrir un tiempo mínimo desde que se pide un Uber, Cabify o Bolt hasta que llega), ya que es lo que les diferencia de aquellas plataformas, y la segunda, la proporcionalidad, para que se respete la ratio de un VTC por cada 30 taxis, «que a día de hoy no se cumple porque somos más de 2.000 taxis en la provincia y lo mismo de VTC. «Tememos que no atiendan nuestras reivindicaciones, porque cuando sacamos este tema en la última reunión con la Junta de Andalucía se encogieron de hombros», augura Martín, quien denunció la «dejadez» del Gobierno regional, «que nos va a llevar a la ruina». En su opinión, la Junta no puede ser equidistante en este asunto, «porque hablamos de empresas que ni siquiera tributan en nuestro país cuando del taxi viven miles de familias y pagan sus impuestos religiosamente».
Publicidad
Por su parte, Francisco Esteban, miembro de la junta de Élite Taxi Málaga Provincial, coincide en que la buena convivencia entre taxi y VTC depende de que se cumpla esa precontratación, con un sitio de recogida previamente establecido y con un tiempo mínimo de 15 minutos para recoger al cliente, porque si no, colisionaría con el taxi, que tiene la exclusividad de la recogida a mano alzada. “Queremos que haya una regulación justa, porque si yo pago un seguro de responsabilidad civil alta, ellos, ¿por qué tienen que tener un seguro de renting? Si yo tengo que entregar un certificado de penales al Ayuntamiento, un test psicotécnico, un examen del callejero de Málaga y hasta hacer una prueba de inglés, ¿por qué ellos no lo hacen? Y si el taxi tiene una tarifa regulada para sus trayectos, ¿por qué ellos tienen que elevar sus precios por alta demanda? Cuidado con esta deriva, porque San Francisco y Las Vegas se han convertido en una jungla, donde coger un taxi no está al alcance de cualquier bolsillo".
Ante esta situación, el sector del taxi andaluz ya ha anunciado que seguirán con las movilizaciones, aún pendientes de concretar en las próximas horas.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.