La ministra de Justicia llama en Málaga al «empoderamiento» de los mayores para evitar su exclusión social

Precisamente, salvaguardar la dignidad de este colectivo, garantizar la sostenibilidad de sus pensiones, prever su bienestar, aunque haya un deterioro físico o cognitivo a través de mecanismo legales de protección (poderes preventivos, autocuratela…) es el objetivo de un encuentro que el Consejo General del Notariado tuvo que aplazar hace dos años, pero que este jueves y viernes acoge la capital bajo el título 'El envejecimiento de la sociedad: principal desafío del siglo'.

Más de 400 personas han confirmado su asistencia a las 17 mesas de debate (se celebrarán en el hotel Nh) en las que intervendrán 70 profesionales de distintos ámbitos (médicos, abogados, sociólogos, psicólogos, arquitectos, empresarios y notarios). Todos ellos tratarán de hacer una radiografía exacta del momento actual y poner sobre la mesa las fórmulas para abordar la realidad incontestable que se avecina: «En 2050, tendremos una pirámide invertida y eso es un desafío, que nos obliga a garantizar el sistema de pensiones y en general otros servicios públicos, como el sanitario o el de la dependencia, pero también revisar los modelos residenciales actuales», ha expuesto Llop en un acto, conducido por Antonio Ojeda, primer presidente del Parlamento andaluz, y en el que ha estado acompañada por el secretario de Estado de Justicia, Antonio Rodríguez; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; el presidente del Colegio General del Notariado, José Ángel Martínez, la decana del Colegio Notarial de Andalucía, Teresa Barea, y el coordinador del congreso, Rodrigo Tena, entre otras autoridades.

Llop ha subrayado que el incremento de la esperanza de la vida es un «éxito social», que tiene que ver con las mejoras de las condiciones de vida, pero que también representa «un enorme desafío social y político». Y es que en su opinión, la sociedad debe construirse »para todas las edades y debe ser más inclusiva, amigable, con más consciencia de lo que supone la longevidad y con respeto hacia los procesos de envejecimiento, algo que también afecta al entorno laboral«.

En este sentido, se ha mostrado partidaria de aplicar transversalmente a todas las políticas la perspectiva de género en materias que afectan al envejecimiento, «para evitar las brechas, ya que la desigualdad se marca mucho más cuando llegamos a la vejez».

Otro de los temas a los que se ha referido la titular de la cartera de Justicia ha sido el de la brecha digital como consecuencia de la digitalización que vive la Administración de Justicia. En este sentido, ha indicado que se van a introducir medidas «para minimizar las dificultades de las personas mayores» en el acceso digital, como las Oficinas de Justicia. «Serán un punto de acceso físico en cada municipio para que las personas que tienen dificultades para aproximarse al mundo digital tengan quien les ayude«.

Por último, la ministra ha apuntado a la soledad no deseada como otro elemento de reflexión en el proceso de envejecimiento, ya que afecta a más del 21% de los mayores de España, que padecen «angustia permanente, depresión, y mortalidad temprana por sensación de abandono». Para mitigarla, ha dicho, es necesario incidir en la «promoción de un envejecimiento activo y saludable».

En este sentido, el presidente del Consejo General del Notariado, José Ángel Martínez, ha destacado precisamente que esa es la función de los notarios: preservar la fragilidad de la vida humana. «A la vejez va asociada la debilidad, es un momento que se vive en soledad, como ocurre en muchos pueblos pequeños. Implica cierta angustia por la cercanía de la muerte. Los notarios estamos de cara a esas personas y nos damos cuenta de la necesidad que existe de aliviar esas preocupaciones y de realizar una acción conjunta por parte de la sociedad. No puede haber una necesidad más notarial«, ha recalcado.

Por su parte, la decana del Colegio Notarial de Andalucía, Teresa Barea, recordó sus inicios en la profesión, en un pequeño pueblo y con una población mayor. «Allí cobró sentido lo que para mí debe ser un notario: un jurista al servicio de la persona. La seguridad jurídica preventiva y el control de la legalidad no se pueden entender sin esa empatía y creatividad para dar solución jurídica a los problemas que los ciudadanos nos plantean».