¿Se inundará la estación Atarazanas cuando llueva fuerte?

Desde la puesta en servicio, a finales de marzo, muchos los malagueños se preguntan, a través de las redes sociales y directamente con mensajes dirigidos a este periódico, si la parada tiene riesgo de inundarse cuando llueva con la fuerza que lo hace en algunas ocasiones en la capital, y especialmente cuando hay avisos de Aemet por las temidas danas. A la duda también contribuye el hecho de que, quienes acceden estos días, no observan aparentemente registros, sumideros ni cualquier otra medida que permitan evacuar el agua.

Entonces, ¿se anegará la estación cuando haya precipitaciones? La respuesta de los técnicos encargados de su ejecución es un no tajante. Por una parte, el acceso está diseñado para bombear el agua de lluvia que se recoja, «para cualquier intensidad de precipitación», según la información aportada por la Consejería de Fomento de la Junta.

A ello, se añade un segundo factor, y es que el riesgo de inundación depende de las condiciones del entorno, y en el caso de infraestructuras urbanas, del drenaje superficial de la ciudad y de la situación del propio acceso (cota con respecto el entorno, disposición, etc).

«En este caso, por la situación de la estación de Atarazanas en un punto alto, el riesgo de inundación es más bajo, ya que, además, las condiciones geométricas de la urbanización y el edículo son especialmente favorables por la cota y la pendiente de la misma».

Las fuentes consultadas recuerdan además que existen numerosos casos de bocas o edículos similares en estaciones de metro de otras ciudades, como por ejemplo, en Barcelona y Madrid, donde en ocasiones también llueve con fuerza y donde hay paradas con escaleras mecánicas en superficie sin cubrir, «con un contrastado buen funcionamiento ante las precipitaciones».