Pintan una gran línea roja para evitar adelantamientos en la 'carretera de la muerte' de Coín

La anchura, en torno a 30 centímetros, y el potente colorido llevan incluso a pensar que se trata de una infografía más que una imagen real. En el interior, hay marcas sonoras. La realidad es que los operarios están trabajando en estos días en el trazado con la minuciosa tarea de limpiar primero el tramo central y proceder luego al pintado de las bandas blancas y el relleno rojo.

El objetivo es claro: recordarle a los conductores que se trata de una vía peligrosa, de doble sentido y en la que, bajo ningún concepto, se puede invadir el carril contrario ni adelantar. De hecho, se ha empezado por la zona más cercana a la autovía dado que el buen trazado de esta carretera autonómica hace que muchos coches mantengan la inercia y pisen el acelerador más de la cuenta tras el desvío.

La medida, fue adelantada por SUR el pasado el 20 de diciembre dentro de un paquete de medidas que han abordado en varios encuentros técnicos la Junta de Andalucía, la Dirección General de Tráfico y el Ayuntamiento de Coín, lógicamente preocupados por la deriva luctuosa de esta carretera, en la que se registraron el 26% de las muertes en 2023.

Es una medida que persigue impactar y en la que se confía además que guarde una gran relación coste-beneficio. Dos ejemplos de aplicación son en varios tramos de una misma carretera, la Eix Diagonal, entre Vilanova del Camí (Anoia) y Vilafranca del Penedès y Òdena y Manresa. Las autoridades catalanas justificaron aquella medida en la necesidad de reforzar la percepción de los conductores del riesgo de invadir el carril contrario.

Tanto el alcalde de Coín, Francisco Santos, como la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, promovieron reuniones con Tráfico a raíz de la escalada de siniestralidad, especialmente a partir del mes de mayo del año pasado. Y, de hecho, hay más posibles soluciones encima de la mesa.

Tráfico tiene en sus protocolos instalar radares una vez que estudia durante largo tiempo un tramo conflictivo, pero ahora está evaluando adelantar esa decisión. Actualmente, no hay ningún cinemómetro salvo en el tramo final, en Ojén. Esa parte del trazado es sinuosa y eso disuade a los conductores, que retienen sus vehículos. No ocurre así en la zona de Coín, en la que hay largas rectas y en la citada salida desde la Autovía del Guadalhorce.

La carretera ha visto incrementada exponencialmente su intensidad de tráfico, fruto del fortalecimiento de las relaciones económicas, laborales y de ocio con Marbella y la Costa. Lo que inicialmente eran 7.000 vehículos diarios pasaron a ser 10.000 y ahora se registran picos de casi 20.000.

La Junta, a través de la Consejería de Fomento, ha consignado en los presupuestos 2024 una partida para mejorar la seguridad vial en esta vía. En los últimos meses se ha instalado pretil en uno de los viaductos; se han colocado barreras protectoras en 4 kilómetros de la traza y se han elevado; se han realizado cambios de señal; instalado nuevos discos; repintado con reflectante las marcas viales; pintado una línea doble continua, y se han colocado bandas fresadas y pintadas en el eje central.

Además, se estudia implantar radares pedagógicos luminosos para concienciar de la necesidad de controlar la velocidad.

Sin embargo, la medida más costosa que el Gobierno andaluz tiene en cartera es doble: construir una mediana y ampliar la calzada, de modo que en determinados tramos existan carriles 'para apartarse' que sirven para conciliar las distintas velocidades.

La carretera autonómica A-355 enlaza a lo largo de 41 kilómetros Cártama y Marbella, con un viaje de unos 40 minutos.

La vía forma parte de lo que iba a ser la Carretera de Arco (Marbella-Vélez por el interior), prometida por la Junta de Andalucía en 1992. El trazado quedó sin cerrar la citada forma y por el lado oriental de la provincia se convierte en A-356 y enlaza Vélez Málaga y Casabermeja.