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El año 2023 ha supuesto un retroceso claro en lo que a siniestralidad respecta en las carreteras de la provincia. Los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) revelan 38 fallecimientos en la red interurbana. Hay que tener en cuenta que en dicha ... estadística computan las personas fallecidas hasta 24 horas después del accidente. Son los peores datos en seis años, suponen por ejemplo doblar las cifras de 2018 y buena culpa de ellos la tiene el trágico año en la A-355 a su paso por Coín, con 10 víctimas mortales.
Málaga se situó en en el quinto lugar de España, igualada con Asturias, del triste escalafón de muertes en carretera. Por delante, Madrid (78 fallecidos), Barcelona (63), Valencia (46) y Baleares (41).
En todo el país, la carretera se cobró 1.145 vidas, por lo que el 3,31% de los fallecimientos aconteció en nuestra provincia, que venía de registrar 32 muertes en 2022. Los años anteriores, en orden descendente empezando por 2021 y terminando en 2014, el luctuoso saldo fue de 32, 28, 35, 19, 39, 31, 26 y 20.
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El número de accidentes mortales ascendió a 30, con 64 vehículos implicados, un 3,4% de aumento en el primer caso y un 45,5%, en el segundo. El número de hospitalizados aumentó también un 18, 8% (fueron 19 personas) y los heridos no hospitalizados bajaron un 43% (12 personas fueron). El total de víctimas fue de 69, las mismas que en 2022.
La edad media de los fallecidos fue de 46 años y un 36% de ellos no hacía uso de elementos de seguridad.
Pero no cabe análisis sin hacer mención especial a la referida A-355. Las imprudencias están en la base de la mayor parte de los accidentes de esta carretera, que acaparó el 26% de los accidentes mortales en 2023. Por ella, circulan puntas de 20.000 vehículos diarios, cifras muy superiores a las inicialmente previstas. Este tramo negro preocupa mucho a los vecinos de la zona, pero también a las administraciones, hasta el punto de acelerar los protocolos habituales de la DGT, que ya ha mantenido varias reuniones con los ayuntamientos y la Junta de Andalucía.
La DGT está evaluando instalar un radar. Actualmente, no hay ninguno salvo en el tramo final, en Ojén. Ese trazado es sinuoso y ejerce un efecto disuasorio sobre los conductores, que retienen sus vehículos. No ocurre así en la zona de Coín, en la que hay largas rectas. El otro punto conflictivo es la confluencia con la autovía A-357, desde la que los conductores llevan cierta inercia.
Tal es la deriva trágica de esta carretera que la Junta ha consignado en los presupuestos de este año 2024 una partida para mejorar la seguridad vial en la A-355. En los últimos meses se ha instalado pretil en uno de los viaductos; se han colocado barreras protectoras en 4 kilómetros de la traza y se han elevado; se han realizado cambios de señal; instalado nuevos discos; repintado con reflectante las marcas viales; pintado una línea doble continua, y se han colocado bandas fresadas y pintadas en el eje central.
Ahora, la Junta se plantea pintar una línea roja en el eje central, en sintonía con las nuevas pautas de seguridad vial que rigen en Europa, e instalar radares pedagógicos luminosos para concienciar de la necesidad de controlar la velocidad. En todo caso, la medida más costosa que la Consejería de Fomento tiene en cartera es doble. Por un lado, analiza la posibilidad de construir una mediana y, por otro, ampliar la calzada, de modo que en determinados tramos existan carriles 'para apartarse' que sirven para conciliar las distintas velocidades.
Los tipos de siniestro más habituales fueron atropello (15,79%), colisión con vehículo u obstáculo en calzada (10,53%), colisión de vehículos en marcha (55,26%), salida de vía (10,53%) y vuelco (7,89%).
Por causas, la conducción distraída acaparó el 56,7% de los casos y el alcohol estuvo presente en un 13,3, al igual que la velocidad inadecuada. También destaca como factor concurrente el cansancio o sueño, con un 10% de las veces.
Por rango horario, no hay aspectos muy distintivos: 12 fallecidos fueron de madrugada, otros 12 durante la mañana, 10 por la tarde y otros 4, entre las 20.00 horas y la media noche.
Hay 5 motoristas fallecidos. Málaga, en cuanto a porcentaje, no sigue la tendencia nacional al alza de siniestralidad de motos (habían fallecido 8 personas en 2022 y hasta 12 en el 19, año prepandemia) y que motivó el anuncio del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, de la adopción de nuevas medidas. A nivel nacional, el año pasado se cerró con 299 motoristas muertos, 45 más que el año anterior.
Sí destacan en el caso malagueño, los 6 atropellos registrados (suponen una subida en 3 víctimas mortales. Se produjeron en Estepona, Málaga, Marbella y Almayate. Este último caso fue muy llamativo porque un conductor embistió a dos personas y sus cuerpos quedaron en la cuneta tras darse a la fuga. Vuelve a haber un ciclista fallecido
¿En qué vías se produjeron los siniestros mortales?
Como es habitual, 21 de los 30 siniestros mortales fueron en carreteras convencionales. Además de la citada, A-355, hubo siniestralidad grave, en este orden, en la A-357; en la AP-7; en la A-7059 (Cártama); en la A-7207 (Cómpeta); en la MA-20 (Málaga); (A-384 Teba); en A-7281 (Antequera); en la A-367 (Cañete la Real); en la A-356 (Casabermeja); en la N-340 (Almayate), y en la A-45 (Antequera).
El aumento del tráfico en las carreteras ha sido del 1,83%. La intensidad media diaria en los accesos a Málaga, sumando la A-45, la A-7 oriental y occidental, con 239.746 coches diarios.
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