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El Gobierno central se suma al plan de actuaciones que ya tiene en marcha la Junta de Andalucía, en una primera etapa, para reducir el ... riesgo de inundaciones en el entorno del tramo urbano del río Guadalhorce, pero sin aportar la solución definitiva que demandan la Junta, el Ayuntamiento y los empresarios. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha anunciado este jueves que inicia los trabajos necesarios para redactar el 'Proyecto de terminación de actuaciones de protección frente a inundaciones en el río Guadalhorce (Málaga)', con un presupuesto de 445.532,23 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
Esta iniciativa se produce cuando la Junta tramita unos nuevos mapas de riesgo de inundación para esta zona de la capital (los anteriores fueron tumbados por varias sentencias judiciales) que volverán a afectar a no pocos proyectos urbanísticos e inversiones por desarrollar una vez que entren en vigor. Hasta ahora, las únicas medidas iniciadas para rebajar la inundabilidad de los suelos cercanos al río son el paquete de obras que el Gobierno andaluz inició en enero con un presupuesto de 7,3 millones de euros y que permitirán reducir el riesgo de inundación en un 60%. Estos trabajos fueron diseñados por la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA).
En el acto de inicio de estas obras el presidente de la Junta, Juanma Moreno, recordó que la solución definitiva a los problemas que padece la zona del Guadalhorce por su riesgo de inundación pasa por la sustitución del puente de la Azucarera por uno nuevo, más elevado, acorde con la capacidad del encauzamiento de la desembocadura que el Gobierno central realizó décadas atrás. Sin embargo, la Administración central se resiste a acometer esa obra, valorada en unos 60 millones de euros, como ya avanzó SUR el pasado 4 de marzo.
Así, en la información dada a conocer este jueves por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) se apuesta por una alternativa a la sustitución del puente, unos veinte millones de euros más barata, que consiste en aumentar la capacidad del puente actual por su margen derecha mediante la realización de cuatro nuevos vanos de 30 metros, eliminar las estructuras de la antigua vía del ferrocarril, y prolongar los muros del encauzamiento aguas abajo del puente. Según se señala, con ello «se aumentaría la capacidad para desaguar hasta 4.160 metros cúbicos por segundo, siendo esta la avenida asociada al periodo de retorno de 200 años».
La Junta ha asumido en sus informes que, con ese planteamiento, añadiéndole una tercera fase de obras a ejecutar por el Ayuntamiento para mejorar las canalizaciones pluviales de los polígonos, el caudal de una hipotética avenida para un periodo de 500 años quedaría contenido «en su mayor parte dentro del encauzamiento y se eliminan los desbordamientos sobre la zona de los polígonos». No obstante, ha admitido a renglón seguido que el riesgo se mantendría aguas abajo del puente, afectando a la urbanización de Guadalmar y a los polígonos de Villa Rosa y la Azucarera. En cambio, la sustitución del puente por uno nuevo (con dos vanos centrales de 92 metros de luz frente a los 18 metros actuales) eliminaría por completo el peligro de inundación en todo el entorno del Guadalhorce, como se aprecia en las simulaciones realizadas por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
Pero el ministerio no quiere acometer esa obra e insiste en la alternativa de ampliar los vanos del actual puente, para lo que propone la firma de un convenio a tres bandas con el Ayuntamiento y la Junta.
Desde el ministerio también han informado de que otras de las actuaciones previstas para reducir el riesgo de inundación en el entorno del Guadalhorce son «la eliminación de la rotonda de la margen izquierda y de la edificación existente en la bifurcación del encauzamiento», así como «la prolongación de los muros existentes del encauzamiento tanto hacia aguas arriba como hacia agua abajo, con una altura de 1,5 metros y una longitud de 5.882 metros, salvo en las proximidades de la M-21 (antigua N-340) donde podría alcanzar 2,5 metros y una longitud de 672 metros».
«También está la eliminación de la plataforma, terraplén, estudio de la afección del puente y estribo de la antigua vía del ferrocarril y la elevación de los cajeros de los barrancos: Arroyo Ciriano modificación de los cajeros en una longitud de 583 metros, en 362 metros del Arroyo Buenavista y en 1.590 metros del Arroyo Cañas. El objetivo de estas obras es evitar que el remanso producido por la avenida del Guadalhorce produzca desbordamientos en los barrancos», han precisado.
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