Pocos ciclistas y atascos puntuales en el estreno del carril 30 exclusivo para bicis

La nueva ordenanza de movilidad de Málaga los expulsó de las aceras y los obligó a dejar aparcadas las bicicletas en casa. Circular por los nuevos carriles 30, compartiendo calzada con el tráfico motorizado resultaba demasiado arriesgado. Muchos usuarios prescindieron de sus desplazamientos habituales; también muchas familias que al no disponer de una red de carriles bici completa y bien conectada renunciaron a este vehículo. Era eso o la sanción.

Por este motivo y después de la bicifestación de la pasada semana, en donde más de 6.000 ciclistas reclamaron una red segura por la que poder desplazarse, el Ayuntamiento ha acordado que el carril 30 del paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso quede reservado y delimitado con conos todos los fines de semana y hasta el verano para el uso exclusivo de bicicletas y patinetes, en sentido Este.

Este sábado entraba en vigor esta medida provisional que, coincidiendo con la semana blanca, se prolongará hasta el próximo miércoles para ver cómo se comporta el tráfico los días laborales. Aunque habilitado desde las 8.00 horas, entre Antonio Martín y los Baños del Carmen, la afluencia de ciclistas pasadas las 11.30 horas era mínima, en su mayoría usuarios de fin de semana y contadas familias.

Ha sido la tónica habitual a lo largo de una jornada, en general, tranquila, salvo momentos puntuales de gran intensidad de tráfico, como el vivido en torno a las 14.30 horas en el Paseo de los Curas. Allí, el atasco vivido por decenas de conductores ha sido monumental coincidiendo con la hora de comer y el acceso de muchos de ellos al Muelle Uno. Sin embargo, solo tres cuartos de hora después, tal y como ha podido comprobar este periódico, apenas circulaban vehículos por esta vía y el tráfico por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso era puntualmente lento, pero fluido en todo momento.

Tobías Wenzler, acompañado por su hijo, admite que cerrar el carril 30 los fines de semana en esta zona es «acertado», pero que puede resultar «caótico» los días laborables cuando la afluencia de vehículos a motor es mayoritaria. «Entiendo que la medida podría ser la solución más rápida para atender a aquellos que usan la bici como transporte habitual, pero creo que lo que habría que hacer es una buena red de carriles bici y bien conectada», apunta este alemán, residente en Málaga desde hace 15 años.

En esta línea se han manifestado también Kika Romero y María-Cabrera, que están convencidas que la mejor apuesta sería ganarle más espacio al paseo marítimo para que conviviesen en paz peatones y ciclistas. «Sería la única forma de que los peatones pasearan tranquilos, los ciclistas se desplazasen sin poner en riesgo su vida por tener que circular por la carretera y los conductores no se cabreasen por tener un solo carril porque el carril 30 se ha dejado exclusivamente para bicis y patinetes».

Por su parte, Juan José González, que a diario atraviesa esta arteria de la ciudad para ir a trabajar en la hostelería, ve con buenos ojos la exclusividad del carril 30 para ellos y no solo los fines de semana, también a diario. «Los coches tienen más calles, además del paseo marítimo, para llegar a su destino, pero nosotros no. O nos multan si cogemos las aceras o corremos el riesgo de que nos atropellen», subraya.

Sobre la seguridad ha hecho hincapié Pablo Palomino, quien es partidario de que se mantuviera siempre el carril 30 para ciclistas y patinetes. «Las familias que van con sus hijos pequeños o personas que no están familiarizadas con la circulación en carretera no tienen por qué exponerse a sufrir un accidente».

Al mediodía no se habían registrado incidencias reseñables. Solo la queja de algún conductor al ver un ciclista profesional circulando fuera del carril 30 «algo que está permitido, porque no están obligados a ir por el otro aunque esté habilitado para ellos», según aclara la Policía Local. Asimismo, también ha habido cierta confusión inicial al desconocer que el carril habilitado es de doble sentido».

En una segunda fase, está previsto que se amplíe la acera del paseo marítimo hacia la jardinera donde está la alineación de palmeras, de forma que ciclistas y patinadores puedan disponer de un ancho de 2,5 metros frente a los 2,8 que tendrán los peatones. Esta iniciativa, también provisional, se mantendrá hasta que el Ayuntamiento, en colaboración con la Junta y Costas puedan acometer las obras definitivas, que consistirán en mover el muro de ribera del paseo unos centímetros hacia la playa y así ganar espacio para un carril definitivo desde Antonio Martín hasta La Araña.