Cultura rectifica y pide otras opiniones sobre la torre del Puerto de Málaga

El Ministerio de Cultura está tratando de reconducir la difícil situación creada por su exsecretario general, Javier García Fernández, ya destituido. Este fue el responsable del informe contrario al proyecto de la Torre del Puerto, que ha generado mucha tensión tanto con el Puerto y la ciudad de Málaga como con la Junta de Andalucía e incluso con el Gobierno de Catar (un fondo soberano de aquel país es el impulsor del hotel de lujo).

Ahora, el nuevo secretario general de Cultura y Deporte, Víctor Francos, elegido tras la última remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez que puso al frente de la cartera a Miquel Iceta, está tratando de reconducir la situación, según han confirmado diversas fuentes consultadas por SUR. En un primer momento, para resolver definitivamente el expediente abierto, el Ministerio sólo pidió su opinión a cinco instituciones culturales: la Academia de San Telmo (que ya se ha manifestado en contra); la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Málaga; la Real Academia de la Historia; la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

En cambio, Cultura ha ampliado estas consultas y ha solicitado (o lo hará en los próximos días) su opinión también a otras entidades, con el objetivo de «equilibrar» las visiones al respecto. Para ello, ya ha pedido un informe a la Autoridad Portuaria y tiene previsto hacerlo también con la Confederación de Empresarios (CEM), la Cámara de Comercio, la patronal hotelera (Aehcos), la Fundación Ciedes y el Colegio de Arquitectos.

Consultado sobre estas informaciones, Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria, reconoce que efectivamente el nuevo secretario general se ha dirigido «por primera vez» a esta institución para pedirle que esgrima sus argumentos. «Cultura nunca había pedido un informe al Puerto, y eso que somos un organismo del Estado igual que Cultura, se tenía que haber hecho por pura lealtad institucional», asegura, y confirma la intención del Ministerio de ampliar la toma en consideración de otras instituciones malagueñas, «para tener una visión más completa».

En el caso del Puerto, la carta oficial ha sido la primera en llegar. «Al menos es lo correcto en la relación entre instituciones del Estado, lo extraño es que no se hubiera hecho antes, que nos enteramos por la prensa, esta petición viene a corregir ese defecto», añade. En respuesta, la Autoridad Portuaria va a presentar un amplio informe con consideraciones jurídicas, medioambientales, etc. «Aquí se pierde de vista que esto lleva una tramitación muy rigurosa, con los pasos que marca la ley, con informes de Medio Ambiente y de Cultura, así como instituciones estatales, andaluzas y del Ayuntamiento, con una tramitación muy larga, con información pública e instituciones sectoriales, no sale de la noche a la mañana».

«Sabemos que nos va a llegar pero todavía no ha entrado», indica Natalia Sánchez, vicepresidenta Ejecutiva y Secretaría General de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM). Y adelanta que su respuesta será favorable al proyecto: «Llevamos seis años de trámites y sabemos que le queda mucho recorrido, pero no podemos permitir que se aburran los inversores porque es un proyecto fundamental para atraer un perfil de turista con más poder adquisitivo, vinculado a la actividad económica y a las convenciones, con un auditorio de mil plazas; este hotel incide mucho en el modelo turístico de Málaga, ahora que estamos recuperando el pulso, es un proyecto estratégico».

Javier Hernández, vicepresidente ejecutivo de los hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), también anticipa que su respuesta será positiva y adelanta sus principales argumentos: «Servirá para mejorar el posicionamiento de la ciudad a nivel internacional; necesitamos un hotel con capacidad congresual, para acoger congresos nacionales y europeos, y este lo tiene, será el mayor hotel de la ciudad, y sin desplazamientos que genera costes para la organización de estos eventos». A ello, añade la relación con los cruceros: «Málaga nunca será un puerto con al menos un 30-40% de actividad de base, para el embarque y desembarque en el destino si no tiene un hotel cercano como este, que hará que las navieras establezcan sus bases en Málaga, como ya ocurre en Barcelona».

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