Sevilla se fija en el modelo de Málaga para la integración urbana del puerto

A lo largo del encuentro, los responsables de la rada hispalense (junto al presidente también intervino su director, Ángel Pulido) desgranaron las iniciativas que están promoviendo para la integración ciudadana del muelle de Tablada, sobre una extensión de casi 60 hectáreas, que es varias veces la zona abierta a los ciudadanos en la capital costasoleña.

Para este espacio, el Plan Especial plantea, de una parte, áreas de estancia y comerciales; pero también una marina de megayates y un edificio de uso cultural. En estos casos, el presidente del Puerto de Sevilla admitió que se habían inspirado en el desarrollo que han tenido tanto los muelles uno y dos como el Centro Pompidou, que ocupa la esquina entre ambos.

Además, los terrenos contarán con un hotel y viviendas, si bien en este caso su ejecución será más factible y rápida, dado que los terrenos donde se ha previsto están fuera del dominio público portuario. «Este encuentro es una oportunidad para el Puerto de Sevilla para sacar conclusiones favorables para los nuevos desarrollos que tenemos», comentó Rafael Carmona. «El Puerto de Málaga nos puede ayudar porque el desarrollo de la ciudad en su frente portuario ha sido y es un éxito, y todos estamos muy satisfechos de la operación; es un buen aprendizaje para hacer un trabajo tan bueno como el que se hizo aquí».

Precisamente, como indicó Luis Merino, Civisur es una asociación que acoge a ciudadanos y empresarios de Málaga y Sevilla y tiene como cometido estudiar problemas que son comunes a ambas ciudades y la búsqueda de soluciones. «Vimos que había un debate interesante en el encuentro de la ciudad con el puerto, que en Málaga lo vivimos muy directamente y en Sevilla lo están viviendo ahora».

Por su parte, el presidente del Puerto de Málaga centró su presentación en los proyectos aún pendientes dentro del Plan Especial, en especial, el de los edificios previstos para oficinas en el muelle de Heredia, que sumarán 22.100 metros cuadrados para unos usos que son «muy demandados en Málaga», en palabras de Carlos Rubio, quien aseguró que muchas empresas piden tener sus sedes cerca del Centro, por lo que su construcción «es urgente». Además, habrá otros 4.400 metros cuadrados de usos comerciales y dos niveles de subterráneo, con unas 1.200 plazas de aparcamiento, con una inversión privada (a cargo del concesionario que resulte ganador del concurso) de unos 50 millones de euros.

Para ello, el presidente portuario planteó un plazo de dos años, ya que se están ultimando las negociaciones y el proyecto para el traslado de la sede de la Agencia Tributaria, con los servicios de aduanas, fiscales, etc, que irán al solar situado al oeste de la puerta de Colón. La Autoridad Portuaria ha reservado 6,4 millones de euros para la construcción sobre la parcela de 1.144 metros cuadrados. El inmueble tendrá capacidad para unos 130 funcionarios y hasta 100 usuarios.

Esta obra marcará precisamente el calendario, ya que se estima que el traslado podría estar listo en dos años, y a partir de ese momento se licitará el concurso para adjudicar el gran proyecto empresarial en el muelle cuatro. La otra pieza que debe ser trasladada, que es el cuartel de la Guardia Civil, se está ultimando ya en el muelle de San Andrés, junto a la nueva sede del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

A las exposiciones de los dos presidentes siguió una mesa técnica de debate, con la participación del director de la Autoridad Portuaria de Sevilla, Ángel Pulido; el jefe de Dominio Público del Puerto malagueño, Javier Artola, y el arquitecto del departamento de Planeamiento y Gestión Urbanística de la Gerencia de Urbanismo, Carlos Lanzat. Este encuentro sirvió para profundizar en los elementos que pueden compartir los planes especiales de una y otra urbe.

La clausura corrió a cargo de Carmen Casero, en su primera intervención tras su nombramiento como nueva concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, quien quiso lanzar tres ideas básicas: la primera, que el alcalde, Francisco de la Torre, no va a renunciar a los proyectos que se habían planteado para la fallida Expo 27, de la que, dijo «salimos tocados pero no hundidos».

La segunda, un compromiso por agilizar los trámites, que «asumo como tarea», tras las críticas que quedaron reflejadas sobre la tardanza en llevar a cabo muchas de estas iniciativas. Y la tercera, un compromiso de colaboración institucional con el Puerto para sacar adelante estos y otros proyectos que beneficien a los ciudadanos.