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Juan Sánchez muestra las primeras chirlas que ha capturado. SALVADOR SALAS

Las chirlas y coquinas vuelven al mercado

Manjares del mar. La flota pesquera de Málaga sale por primera vez a por estos moluscos de la bahía. Acompañamos al 'Nuevo Bahía de Fuengirola' en su primera jornada de capturas

Juan Soto

Málaga

Viernes, 2 de julio 2021, 01:07

Como cada día, Juan Sánchez se levanta a las cinco de la mañana para echarse a la mar. Este veterano pescador, que prácticamente ha echado los dientes en una embarcación de pesca, tiene este verano una importante misión: ser uno de los encargados de que no falten chirlas (almejas) ni coquinas de la bahía durante toda la temporada. Y por eso la de ayer, la primera en la que se abrió la veda para la captura de ambos moluscos, fue una jornada especial.

Junto a su hijo Juan y a su hermano Román, Juan se embarca en el 'Nuevo Bahía de Fuengirola', su pequeño pesquero, y pone rumbo a La Carihuela, en Torremolinos, en donde confía que haya una buena jornada de capturas de chirla. Aunque él suele pescar prácticamente de todo, este verano se centrará en la chirla, ya que es uno de los bivalvos más deseados al llevar nueve meses sin poder capturarse en todo el Mediterráneo andaluz. Desde septiembre del año pasado, cuando se alcanzó el límite de 25.000 kilos, nadie ha podido hacerse con este manjar del mar.

Tras una hora de travesía, Juan coloca el barco en paralelo a la costa y prácticamente pegado a las boyas y lanza las artes de pesca para comenzar a faenar. Para capturar chirlas el proceso es casi artesanal. El patrón de la embarcación, que también es el patrón mayor de la cofradía de pescadores de Fuengirola, baja un enorme rastrillo que lleva adosado una malla y comienza a arar el fondo marino, que en esa zona se encuentra a unos seis metros de profundidad. Y en apenas 20 minutos aparecen las primeras chirlas de la temporada.

Como el rastro no puede cribar los diferentes moluscos, entre Román y Juan seleccionan las chirlas y las van colocando en enormes cubas con agua para garantizar su frescura. El resto los vuelven a lanzar al agua. «Si no lo hacemos así, el día de mañana no quedará nada en el mar», razona.

Imagen principal - Las chirlas y coquinas vuelven al mercado
Imagen secundaria 1 - Las chirlas y coquinas vuelven al mercado
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En este proceso de selección también se tiene muy en cuenta el tamaño de los moluscos. Como es obligatorio respetar una talla mínima, los pescadores utilizan unas rejillas con agujeros para devolver a los 'pezqueñines' a su hábitat natural. Se trata de un proceso que repiten una y otra vez durante toda la jornada de trabajo.

Poco después de las 13 horas, Juan decide volver a puerto. A ojo, calcula que aún no han llegado a los 40 kilos que se han marcado como límite diario, y por eso se muestra algo disgustado. «La calidad del producto es excelente, pero no hemos encontrado tanto como esperábamos porque al llevar tantos meses sin salir, primero hay que arar el fondo», señala.

A sus 59 años, Juan ya debería estar jubilado del mar, pero se mantiene al pie del cañón como el primer día. «No me jubilo porque aquí me siento bien y parece que me da algo de vida», confiesa. Lleva desde los 16 años metido en un barco de pesca, por lo que no se ve en ningún otro sitio mejor que en el Nuevo Bahía de Fuengirola. «Mientras aguanten las fuerzas, seguiré aquí», añade.

Ya de vuelta al puerto de Fuengirola, tanto las coquinas –que se capturan mucho más cerca de la orilla– como las chirlas van directas a la lonja, en donde vuelven a ser cribadas para corroborar su tamaño y marcadas para que quede constancia de toda su trazabilidad. Y en ese momento pasan a manos de José Manuel Escobedo, propietario de Escobedo Mariscos Vivos, empresa que se encarga de depurar todos los mariscos que se capturan en el litoral malagueño antes de que salgan a subasta.

Calificación sanitaria

Hasta este año, todos los bivalvos capturados en el litoral malagueño debían someterse a un proceso de depuración para eliminar toxinas, pero la Junta de Andalucía ha mejorado la calificación sanitaria de las zonas de producción ubicadas entre Málaga y Maro, por lo que los productos que se obtengan en aquella zona no requieren de este paso. En la otra costa sí se deben depurar los productos.

Las primeras coquinas de la temporada llegaron a la depuradora poco después de las 13 horas, mientras que las chirlas tardaron un poco más y se metieron en los tanques de agua salada a partir de las 16.30 horas. En ambos casos se someten a un proceso de depuración que dura unas seis horas y que sirve para eliminar las bacterias patógenas y la arena que arrastran. Las primeras fueron subastadas a las 19.30 horas, por lo que algunos pocos afortunados ya pudieron degustarlas ayer mismo por la noche en restaurantes de la Costa. Esta madrugada ya estarán en Mercamálaga y a primera hora de hoy en todas las pescaderías.

Sólo durante la primera jornada de captura han recibido unos 350 kilos de coquinas, fundamentalmente del puerto de Fuengirola, aunque también recibieron algo proveniente de Marbella. José Manuel cree que este servicio es beneficioso tanto para los pescadores como para los consumidores, ya que garantiza una seguridad alimentaria plena. «Es un servicio que sirve para contribuir a dar valor al producto». Dar más valor a un producto que ya es un valor seguro de nuestros mares.

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