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El uno por el otro, y la casa sin barrer. Esta es la definición, de acuerdo al refranero, de lo que está pasando con las ... largas colas para acceder al Aeropuerto de Málaga. El escenario es el siguiente: todos los viajeros, vayan a donde vayan, tienen que pasar por un primer arco de seguridad para llegar a las puertas de embarque. Allí es donde se controlan los líquidos, objetos que no se pueden llevar en el equipaje de mano, etc. Los usuarios aseguran que en ocasiones se invierten hasta 45 minutos en pasarlo, y es responsabilidad de la Guardia Civil y de Aena, con personal propio o subcontratado.
Si su destino está dentro de España o de la UE, ya ha terminado la espera y se puede dirigir a su puerta de embarque. Pero si su viaje es a Reino Unido (país de origen de la mayoría de los turistas extranjeros en la Costa del Sol); así como a Marruecos, Rusia, Turquía o cualquier otro país fuera del espacio Schengen, tendrá que pasar un segundo arco –el control de los pasaportes– a cargo de la Policía Nacional. En este punto, aparecen dos factores determinantes. El primero es el Brexit, por el cual los británicos, que son el principal mercado emisor de turistas extranjeros en la Costa del Sol, ahora tienen que sellarlo.
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Otra clave es que los viajes en ferry a Marruecos están suspendidos, por lo que la única forma de ir a este país vecino es por vía aérea, y también tienen que pasar este trámite. Tras la pandemia han vuelto a aumentar los turistas de estos y de otros muchos países, como rusos, y los de escalas intermedias en Turquía (caso de algunos países árabes).
A ello, se unen otros condicionantes más prosaicos, como el exceso de confianza de algunos pasajeros, que se entretienen en los bares y tiendas porque desconocen los tiempos de espera necesarios para hacer el trámite de la aduana, y luego llegan a la cola sin margen. También está el hecho de que Aena y las aerolíneas concentran muchos vuelos en las mismas horas, sobre todo, entre las 10.00 y las 12.00 de la mañana, lo que hace que se produzcan embarques y desembarques masivos, de hasta 4.000 personas en una hora, según profesionales que trabajan en estas instalaciones.
En numerosos mensajes y llamadas a SUR, algunos afectados aseguran que entre las dos colas se puede llegar a perder una hora y media, y hasta dos horas, lo que da pie a situaciones de estrés y ansiedad, e incluso a la pérdida de vuelos.
Las instituciones implicadas defienden su labor y reducen tales tiempos de espera. Un portavoz de la Comisaría de la Policía Nacional, responsable de la frontera, asegura tajante: «Nunca un pasajero tarda más de 30 minutos en cruzar, que es un margen razonable a nivel europeo», y añade que en cualquier día cotidiano están cubiertos el 80% de todos los filtros, que se amplían en los momentos punta y es la unidad que más se ha reforzado en Málaga. «Las colas no son una gestión de la Policía, sino de Aena, se lo hemos dicho por activa y por pasiva».
Por su parte, fuentes de Aena explican que, dentro de las competencias que les corresponden, disponen de personal que supervisa y hace un seguimiento de los procesos aeroportuarios; pero también de herramientas tecnológicas que les permiten medir de forma objetiva la calidad del servicio que se presta en cada uno de ellos. «De acuerdo con los datos que se desprenden de esas mediciones, las esperas que pueden registrarse son, en general, asumibles y sólo habría incrementos no muy significativos en momentos puntuales».
En el caso de los controles de seguridad que han de pasar los pasajeros antes de acceder a la zona de embarque, Aena asegura que el 95% suele hacerlo en menos de 10 minutos y, en momentos puntuales, los tiempos no suelen superar los 20 minutos. A todas las partes implicadas en estos procesos se les traslada con antelación la programación de vuelos para que, dentro de sus competencias, adopten las medidas oportunas. «Este esfuerzo compartido nos permite tener tiempos de proceso razonables, en la mayoría de los casos».
Como conclusión, y porque más vale ser precavido, la regla puede ser: llegue al Aeropuerto de Málaga una hora antes si vuela dentro de España o de la UE; y dos horas antes si es al Reino Unido o a otros países de fuera del espacio Schengen.
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