Un habitante de la región de Donetsk muestra el refugio en el que se protege de las bombas rusas. AFP

La ONU cree que Ucrania se enfrenta a su peor invierno

A 1.000 días de la invasión rusa, el país ha perdido un 65% de su capacidad energética

Beatriz Juez

Berlín

Viernes, 15 de noviembre 2024, 20:18

Ucrania se enfrenta a su tercer y más duro invierno desde que comenzó en febrero de 2022 la guerra de agresión rusa a gran escala, debido a la destrucción de buena parte de su infraestructura energética, advirtió este viernes la Organización de Naciones Unidas (ONU), ... que teme que puedan producirse nuevos desplazamientos masivos de población dentro y fuera del país si Moscú persiste en sus ataques.

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Cuando está a punto de cumplirse 1.000 días de la invasión rusa, «más de 12.000 personas han muerto y casi el 40% de la población necesita ayuda humanitaria, incluidos 3,6 millones de desplazados internos», lamentó en una rueda de prensa en Ginebra (Suiza) el representante de la ONU en Ucrania, Matthias Schmale. Además, señaló, «la infraestructura civil ha quedado diezmada, con más de 2.000 ataques contra instalaciones sanitarias y dos millones de hogares dañados desde febrero de 2022», resumió.

La ONU advierte de que «los ataques sistemáticos a las infraestructuras energéticas podrían suponer un riesgo adicional en invierno, especialmente para las personas ya vulnerables, si los cortes de electricidad se prolongan más de unos días con temperaturas bajo cero».

Schmale ha constatado sobre el terreno que «las condiciones son ya mucho peores que las del invierno anterior, dados los importantes daños infligidos este año». Se calcula que el 65% de las infraestructuras energéticas ucranianas se han visto afectadas por los bombardeos rusos. «Golpear deliberadamente las infraestructuras energéticas de las que dependen los civiles es una violación del derecho internacional y hay que poner fin» a esto, exigió a Moscú el representante de la ONU Ucrania, que recordó que «los ataques contra infraestructuras energéticas son contra la población civil porque necesitan energía para calentarse, cocinar, etc».

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A Naciones Unidas le preocupa especialmente las personas que viven edificios altos en las grandes ciudades ucranianas porque no es fácil suministrarles combustible para que puedan calentarse en invierno. Por ello, explicó, las autoridades locales están ya preparando «puntos de invencibilidad», como llaman a los refugios donde los ucranianos que viven en las grandes ciudades pueden acudir a «refugiarse, tomar algo caliente, darse una ducha caliente, tomar un té caliente» y mantenerse a salvo en caso de ataque ruso.

«Un punto de inflexión»

El representante de la ONU en Ucrania se mostró especialmente preocupado por la posibilidad de que el Ejército ruso vuelva a atacar este invierno el sector energético ucraniano, lo que, según él, supondría «un punto de inflexión». Esto podría provocar desplazamientos masivos de población dentro y fuera del país, advirtió.

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El «peor escenario», según Schmale, sería un ataque, ya sea accidental o intencionado contra una central atómica, como, por ejemplo, la de Zaporiyia, que es una importante fuente de energía eléctrica para Ucrania, especialmente si tras el bombardeo hay radiación nuclear. «Desgraciadamente tenemos que contemplarlo» a la hora de pensar escenarios posibles, explicó. Esta planta, la más grande de Europa y una de las diez más grandes del mundo, ya fue atacada en febrero de 2022 por los rusos.

Según Naciones Unidas, la prolongación de la guerra ha provocado «traumas generalizados y angustia psicológica» entre los ucranianos. Schmale explica que están siendo especialmente traumáticos para la población los ataques con drones, cuyo sonido provocan «terror psicológico». El representante de la ONU explicó que, si la guerra en Ucrania continúa, será necesario más apoyo en materia de salud mental para poder ayudarlos.

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Los ucranianos están «cansados de la guerra y todos querrían que terminara, pero no a toda costa», explicó Schmale, que no cree que «el pueblo esté dispuesto a poner fin a la guerra si eso significa renunciar al territorio ucraniano». También instó a la comunidad internacional a dar más ayuda a Kiev y se mostró confiando en que Estados Unidos siga aportando asistencia humanitaria una vez que el presidente electo Donald Trump llegue en enero de 2025 a la Casa Blanca.

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