Secciones
Servicios
Destacamos
Lo encontró un joven durante la feria de Pizarra, a mediados de agosto, apenas dos semanas después de que se hallara el cadáver de Lucía Vivar entre los raíles del tren. El chaval, que es menor de edad, había ido ... con sus amigos al polígono a hacer botellón y, mientras buscaba unas bolsas con botellas que había escondido en un cañaveral próximo a la vía, se topó con un bote vacío cuya etiqueta revelaba el contenido: cloroformo.
El joven no dijo nada en un primer momento. Ni siquiera a sus amigos. Al parecer, se calló por miedo ante el revuelo que se había formado por la muerte de la niña. Guardó silencio hasta el pasado 21 de octubre, cuando, según las fuentes consultadas, acabó contándole a su pandilla que había visto una bote de cloroformo entre unos matorrales situados cerca del centro de formación de Pizarra, que está situado en el polígono industrial, a 685 metros de la estación y en la misma dirección que, supuestamente, tomó la pequeña Lucía cuando desapareció del lado de sus padres. En línea recta, el cañaveral queda a 167 metros de la vía, a la que se puede acceder por un agujero en la alambrada que está justo a esa altura.
El extraño hallazgo llegó a oídos de la Policía Local de Pizarra. Unos agentes contactaron con el grupo de chavales, a los que pidieron que les acompañaran hasta el sitio donde uno de ellos decía haber visto el cloroformo. Cuando acudieron al lugar, el bote aún seguía allí, aunque la etiqueta estaba bastante más deteriorada por el paso del tiempo. Los funcionarios lo recogieron con sumo cuidado, empleando unos guantes para preservar cualquier vestigio, y lo introdujeron en una bolsa, que acto seguido entregaron en el cuartel de la Guardia Civil por si podía guardar alguna relación con la desaparición y la muerte de Lucía.
Antes, los policías locales indagaron en la posibilidad de que esa sustancia pudiera haber sido utilizada por alguna nave o negocio cercano, pero no encontraron ninguno en el que, por su actividad, pudiera haber utilizado esa sustancia. «La verdad es que no tenemos ni idea de qué pintaba esa botella allí», explica uno de ellos.
Fuentes próximas a la investigación restaron importancia a este hallazgo y subrayaron que, a priori, no hay «conexión temporal ni técnica» entre el bote de cloroformo hallado en el polígono y el caso de Lucía, ya que no se ha encontrado ni un solo indicio de que la menor hubiese sido narcotizada, como tampoco se detectaron en la autopsia ni en las pruebas de laboratorio signos de lucha, de agresión sexual ni restos de ADN que no pertenecieran a sus padres.
No obstante, este periódico ha consultado con forenses y especialistas en Policía Científica sobre la permanencia del cloroformo en el organismo y su detección. Los expertos entrevistados coincidieron en que las sustancias inhaladas con metabolización respiratoria, como el cloroformo, que tiene «una vida muy corta» en el organismo, suelen desaparecer pronto del cuerpo y reconocieron que es difícil descubrirlas en una sala de autopsia, «salvo que haya sido la causa de la muerte», matiza uno de ellos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.