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Campeón de la Copa Davis en 2019 en Madrid, en unas circunstancias personales dificilísimas tras enterrar esa semana a a su padre, pocos saben que el número dos del equipo español en las Finales de Málaga, Roberto Bautista (Castellón 1988) pudo ser futbolista. Seguidor acérrimo ... del Villarreal, cuyo escudo aparece en una de las mangas de su camiseta al final le ha lucido y mucho en el tenis, con 11 títulos en su carrera (entre ellos, los de Doha y Kitzbuhel este año), llegando al 'top ten' en 2019, tras unas semifinales en Wimbledon, y haciendo gala de una humildad y una solidez mental dignas de encomio, a los que se le une un gran físico. De ahí que la Davis, con un excelente 13-6 en su balance, le vaya como anillo al dedo.
-Acostumbrado a jugar por todo el mundo con las gradas más o menos llenas, ¿qué tiene de especial para un tenista profesional la Copa Davis?
-Supone una responsabilidad especial, el representar a tu país. Desde pequeño si había una competición que seguía mucho era la Copa Davis. Tenemos la suerte de jugar en Valencia, ahora en Málaga, y eso nos motiva más.
-En 2019 ganaron el título en una situación que quizás no difiere mucho de la que se puede plantear en Málaga. Siendo anfitriones (entonces en Madrid) y con algunas ausencias en el equipo o algún 'tocado'...
-Creo que vamos los que vamos. Vamos a hacer un equipo fuerte, a entrenarnos bien y seguro que vamos a ser competitivos, y si, encima, jugamos en casa tendremos el apoyo de una gran parte del público, y eso hay que aprovecharlo.
-Cilic y Coric son muy peligrosos en superficies 'indoor'. ¿Qué destacaría de ellos?
-En el caso de Cilic, somos los dos de la misma edad. La primera vez que jugué contra él tenía 13 años. Con Coric vengo jugando también desde muchos años atrás. También tienen un gran doble (con Metkic y Pavic), así que puede que sea una de las eliminatorias más difíciles que nos podían tocar. Tienen tres puntos muy fuertes.
el rival, croacia
-Además, con el añadido de lo cómodos que se pueden en encontrar los croatas en la superficie del torneo...
-Sí. Vienen de un país frío, de jugar la mitad del año en pistas indoor, y conocen muy bien cómo se juega en ella. Los dos se basan en un potente servicio y, ahora, a ver si la pista nos puede ayudar un pelín.
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Pedro Luis Alonso
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-Ya que habla de ello, una de las cosas más comentada en Valencia por los tenistas tuvo que ver con las condiciones de la pista, que fue muy lenta. David Ferrer nos comentó que en Málaga será más rápida...
-Cuanto más lenta sea más nos va a favorecer cuando juguemos contra ellos. Cuantos más puntos se jueguen desde el fondo, mejor, y cuantos más restos podamos poner en pista. Seguramente puede cambiar, no la pista, pero sí las condiciones al no haber tanta humedad. En Valencia, en septiembre, tuvimos un 90 de humedad esa semana, una barbaridad.
-Con sinceridad, ¿van asumiendo mejor el nuevo formato del torneo? ¿Qué ventajas e inconvenientes le ven?
-Ventajas, que tenemos la suerte de poder jugar en España las Finales. Inconvenientes, que al final se juntan las temporadas. Habría que encontrar una fecha respetable, encajada en el calendario, dada la importancia que tiene la Copa Davis y lo bonita que es. De momento la tenemos al final de año, ya cuando la temporada está acabada, y eso nos deja sin descanso, casi empalmamos una temporada con otra.
-En su caso no estará en la nueva United Cup (torneo mixto que suple a la ATP Cup) en Sydney, del 29 de diciembre al 8 de enero, para preparar mejor 2023. ¿Cómo se va a organizar, al tener que jugar la Davis?
-Pues he descansado cinco días después de jugar en Paris-Bercy. Tendré dos semanas y medía de preparación para la Copa Davis (que se puede prolongar en su caso hasta el domingo 27), y luego descansaré unos días y, después, tendré cuatro semanas de entrenamiento para empezar 2023.
-Italia, Estados Unidos, Canadá, con Auger-Aliassime, Alemania, Países Bajos, Australia... ¿Qué selecciones le llaman la atención en estas Finales en Málaga?
-No me gusta hablar nunca de favoritos, pero quien gane nuestra eliminatoria puede ser uno de los favoritos después. También está ese duelo entre Italia y Estados Unidos, que será también de los más duros de los cuartos.
-No estará en el torneo al final el único posible anfitrión, Alejandro Davidovich, que es un buen amigo suyo...
-Sí. Me extraña que no esté en el equipo, porque es un jugador importante para la Copa Davis y lo va a ser en el futuro. Esperaba tenerlo en el equipo, Desgraciadamente, no va a ser así. Creo que Álex tiene mucho futuro, mucho tenis y seguro que en los próximos años lo veremos ahí.
la ausencia de davidovich
-¿Y cuándo le va a superar en el 'ranking' (son el 21º y el 31º, respectivamente)?
-(Risas) Esperemos que tarde bastante.
-Alejandro tiene un estilo de tenis y una personalidad muy distinta a usted, ¿qué proyección le ve?
-Lo bueno es que está 31º del mundo y todavía tiene cosas que mejorar, lo que significa que si sigue trabajando y haciendo las cosas bien tiene un buen margen de crecimiento.
-¿Con qué partido se quedaría de de su amplia carrera? ¿Quizás esas semifinales de Wimbledon, en 2019?
-Puede ser uno de los momentos mas altos, jugar ese tipo de partidos, compartiendo semifinales con el 'Big Three', con los tres mejores de la historia (se refiere a Nadal, Federer y Djokovic), pero por suerte he tenido momentos muy bonitos, en una trayectoria de tantos años. Pienso que una carrera tan completa no se puede medir por un solo momento.
-Desde mayo de 2014 no baja del 'top 30'. Son más de ocho años ya. ¿Cómo se consigue esto?
-Se consigue trabajando mucho, siendo buen profesional, viviendo por y para el tenis. Teniendo muy pocos días de desconexión, llevando muy en serio la prevención, la rehabilitación, el descanso, la comida, el no lesionarse o intentar o lesionarse... Eso conlleva mucho trabajo. Eso te permite rendir bien.
-¿Cómo valora su 2022?
-Pues creo que ha sido un año bueno, quitando la lesión de muñeca, por la que estuve tres meses casi sin competir. En estos últimos nueve, diez u once años no he tenido una lesión que me haga parar más de tres meses. Eso me hizo ir muy a remolque y, además, nos quitaron a todos los puntos de Wimbledon, así que fue un año exigente. Creo que lo que he competido ha sido a buen nivel y he acabado el 21º el mundo aun habiéndome perdido casi toda la gira de tierra. El balance de victorias y derrotas es muy bueno.
sobre su futuro
-Le vemos viajar con la familia, con su hijo Pepe (ha saltado a la pista de un torneo más de una vez) y su pareja, Ana, en más de un torneo. ¿Hay Roberto Bautista para rato?
-La verdad es que tengo la suerte de poder viajar con la familia, de tener un buen equipo de trabajo y me encuentro con ganas e ilusión de ir a entrenar. Si las lesiones me respetan, creo que aún habrá Roberto Bautista para varios años más.
Fue una de las hazañas más recordadas en el deporte español en los últimos años. Roberto Bautista perdió a su padre en 2019 en plena disputa de las Finales de la Copa Davis, en Madrid, en el estreno del nuevo formato, aun entonces con unos matices distintos (hubo más equipos en el desenlace que ahora). El tenista castellonense ya tenía a su padre enfermo en los últimos meses. Su agravamiento comenzó a partir de una caída de un caballo, que lo dejó tetrapléjico un par de años antes, pero las noticias que le llegaban en los últimos días al jugador no eran las mejores. Justo cuando se preparaba para el debut, a Bautista le recomendaron que se volviera a casa para despedirse de su progenitor, porque podía ser su última conversación con él, e hizo de inmediato el trayecto en coche a Castellón, donde se desencadenaron los acontecimientos. Meses atrás Bautista acudía a cada torneo en el extranjero con la terrible sensación de que podía ser la última vez que hubiera visto a su padre. Poco tiempo atrás había recibido otro varapalo, la muerte de su madre de un infarto mientras se encontraba entrenándose. Aun eso no fue óbice para competir pocos días después en Roland Garros y pasar la primera ronda en un duelo en que estaba muy mermado.
Después de enterrar a su padre en aquel 2019, Bautista regresó a la capital para buscar la victoria decisiva ante Canadá en la final de la Copa Davis. Su triunfo ante Auger-Aliassime (6-7 (3) y 3-6) en el primer partido de la serie allanó el camino después a Rafa Nadal, que sumó el punto el decisivo ante Shapovalov, sin estar tampoco en su mejor condición física. Fue la última actuación de Nadal en la Copa Davis y se conquistó la sexta Ensaladera para España, todas en este siglo. La celebración no pudo ser más emotiva, con un Bautista que mostró una entereza fuera de lo normal.
La carrera de Bautista, con una explosión tardía (a los 23 años, tras triunfar en categorías inferiores, aún estaba en el ATP Challenger Tour) ha registrado momentos agridulces como el referido y una anécdota curiosa en el que quizás fue su partido más importante, el de las semifinales de 2019 en Wimbledon, las primeras y únicas en un Grand Slam en su carrera, ante Djokovic. En esas fechas tenía prevista celebrar con sus amigos en Ibiza la despedida de soltero de su propia boda, pero como se demoró más de la cuenta su eliminación fueron estos los que volaron a Londres y estuvieron en la grada viendo el partido, que se resolvió a cuatro sets a favor del serbio. Luego, la fiesta se redujo a apenas día y medio.
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