Estas son las historias que llegan a la meta del Maratón de Málaga

Muchas primeras veces y, entre ellas, una solidaria. La del malagueño Dani Rovira y la Fundación Ochotumbao, que recibió un cheque de 4.000 euros por parte del Generali Maratón. Un euro por cada dorsal inscrito: «Yo me voy satisfecho si se conoce el trabajo de Ochotumbao y las asociaciones», valoraba el actor y humorista al hablar con SUR. Era su primera maratón en su ciudad y, aunque reconocía estar «cansado», le tiraba más la satisfacción del momento. «La gente que ha estado en la calle aplaudiendo y animando con este tiempo son los verdaderos artífices de que hayamos tenido fuerzas. Estoy muy feliz de haberla podido hacer entre compañeros», resaltaba Rovira junto a su grupo de amigos, entre los que estaba el actor Juanlu González.

De la tierra también debutó -aunque en la Media Maratón- el paratleta Raúl Zambrana: «Lo de la lluvia me ha complicado la carrera, porque para mi pisada me da más problemas, pero he tenido muy buenas sensaciones. Estoy muy contento. La gente no paraba de apoyarme durante el recorrido y una de las compañeras se me ha echado a llorar diciéndome que gracias a mí se ha motivado mucho más», confesaba el deportista de Alameda, que lleva una prótesis en su pierna izquierda. Retos personales y en equipo, como le pasaba a un grupo de Huelva que se abrazaba emocionado al llegar a la meta: «Queríamos hacerla juntos y la hemos terminado, ya es nuestro tercer maratón en Málaga», explicaban Juan Carlos, Juan Antonio, Román y Fidel.

Juntos volvieron Marta Martín y José Carlos López, que la edición pasada protagonizaron el momento más romántico de la prueba malagueña con una pedida de mano, y este año quisieron volver ya casados y con cambio de disfraz. «Él me pidió matrimonio aquí el año pasado vestido de tiburón. Nos casamos hace tres meses y ahora soy yo la que ha entrado con él a la meta y con el disfraz puesto», explicaba la joven zaragozana.

Acompañado también llegó el corredor Moisés Frías, junto a su perro husky Maya: «Lo he recogido en el kilómetro 32 para hacer los últimos diez con él. Suelo sacarlo cuando salgo a correr y a entrenar», detallaba el malagueño. Desde Vélez-Málaga, el joven Adrián Robles decidió que esta sería su primer maratón y en la meta, su madre, Amparo Doncel no dudó en ir a por él para darle un abrazo y soltar alguna que otra lágrima. «Es que es su primera vez, estoy muy emocionada», confesaba la progenitora.

Como hicieron Emilia Alfaro, su hijo y su hija esperando a su marido, el periodista Álvaro de la Lama, que se estrenó como maratoniano en esta prueba de Málaga. La terminaba llorando y dedicándola a su suegro, fallecido recientemente: «Ha sido muy dura, es la primera...», reconocía al llegar a la meta. Los días previos al Generali Maratón, el periodista había subido contenidos a las redes sociales junto a Raúl Gómez, el 'Maraton Man', y se declaraba «acojonado» por la prueba.

Ambos mostraron fotografías y vídeos de la ciudad mientras se entrenaban por la playa horas antes de la carrera, pero el 'showman' Raúl Gómez llegó incluso a visitar el estudio del artista Javi Calleja o Vanessa Morata. «Creo que no había mejor manera de venir a Málaga que corriendo el maratón», concretaba Raúl Gómez desde la meta, mientras un corredor malagueño, Salva, le pedía una foto: «Yo es que empecé a correr cuando vi tu programa en televisión», le explicaba a 'Maraton Man' con ilusión.

Fueron en total 2.745 participantes los que terminaron la carrera y pasaron por la meta, ese lugar en el que se presencian todos los abrazos, sonrisas, lágrimas, saltos, besos, gritos, fotos, videollamadas... Más de dos mil historias atravesaron la línea de llegada de los 42 kilómetros, pero casi ocho mil participantes se inscribieron entre la Media Maratón y el Maratón (hubo ausencias) con millones de razones extradeportivas para terminarlo, ya que en su duodécima edición quiso tener los efectos especiales de la lluvia.