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No hubo consuelo alguno para el entrenador del CAB Estepona al cierre de la final por el ascenso que disputaron este domingo ante el Joventut y que se saldó con derrota (55-64). Incrédulo y comprensiblemente ofuscado, no podía entender qué había sucedido para que ... el cuadro rical le remontase de esta forma, en los cinco minutos finales. «Ya sabes cómo son estas cosas, si ganas eres la hostia y si pierdes eres la mierda, así que ahora mismo lo que cualquier persona nos diga no nos vale de nada», se sinceró, profundamente dolido tras quedarse a las puertas de subir a la élite.
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Sin entrar en demasiadas valoraciones técnicas, sólo podía transmitir su impotencia: «Ahora todas estamos pensando: ¿Qué nos ha pasado? Porque nos han hecho un 18-0 en los últimos 5 minutos, con el partido controlado… No sé. Las habíamos sacado de ritmo, iba todo bien, y de buenas a primeras nos hemos salido del partido con el parón de la consola (del marcador). No le encuentro explicación ni a eso ni a los tiros libres, hemos fallado demasiados y en esto tan igualado, eso castiga mucho».
Ahora todo parece negro para un club que, aunque ahora, en caliente, no sean capaces de verlo, ha firmado una temporada histórica. Por lo tanto, sólo queda asumir lo sucedido y volver a empezar: «Ha pasado así y hay que aceptarlo», terminó Tomé, escueto, que no quiso extenderse más y optó por reunirse con sus jugadoras, completamente desoladas tras la dolorosa derrota.
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