Málaga, talismán para España camino de los Juegos de Tokio

Tal y como se esperaba, el combinado francés no se parecía en nada a lo que España había tenido delante en los dos primeros encuentros de preparación contra Irán. Los galos, cargados de jugadores de la NBA, talento y músculo no tardaron en demostrar que en la cita de Tokio serán claros aspirantes a medalla. Ricky manejaba el ataque español que chocó ante el potente Yabusele, recientemente fichado por el Real Madrid. La mejor circulación de los de Scariolo les permitió situarse 13-9, pero apareció Cabarrot, el alero de los Brooklyn Nets, para poner el partido patas arriba con tres triples seguidos. Llegó a perder España de ocho (15-13). Primeros problemas resueltos con el acierto de Abalde y 21-24 al final del primer cuarto.

El partido estuvo lejos de ser un amistoso sin tensión. A medida que avanzaban los minutos, los dos equipos se fueron empleando al máximo. Buenas defensas, actividad y mucha calidad, como la que demostró Ntilikina, base de los New York Knicks, que enlazó siete puntos seguidos, con dos triples incluidos que volvieron a distanciar a la selección de Francia. España superó el nuevo arreón francés con buena defensa y mejor ataqjue. Willy Hernangómez, Abalde y la constancia de Rudy, imprescindible en esta selección de leyenda en las últimas décadas, voltearon el marcador. España jugaba bien (37-32) buscando un pase más. Se puso en pie el Carpena con un mate de Pau Gasol tras varios esfuerzo defensivos. España dominaba y llegaba ganando al descanso 44-38.

El guion del comienzo se repitió en el arranque de la segunda parte, con Yabusele creando problemas con su exuberante físico. Se colocaron los galos 49-46, pero ahí llegaron los minutos de oro de Ricky Rubio que dinamitó el choque con un repertorio de acciones ofensivas que colocaron a España con la máxima renta, 61-51. No se rompió el partido porque De Colo y Fournier tienen un talento increíble. Pese a las buenas defensas, anotaron canastas de mérito y el tercer cuarto se cerró con 65-58 con todo por decidir.

Quedaba mucho, pero apareció Sergio Rodríguez para asestar un golpe casi definitivo a los franceses. El canario, base del Armani Milán, logró diez puntos seguidos, con dos triples incluidos, la renta parecía definitiva y el público del Carpena se lo pasaba en grande, (78-64). De ahí al final, a los franceses le entraron las prisas sin encontrar esta vez soluciones para acercarse en el marcador. Un triple de Rudy a falta de un minuto y medio sentenció un buen partido del conjunto español.