Se tensa la cuerda entre el Ayuntamiento y La Invisible: llega el último aviso para el desalojo voluntario

Los responsables de este proyecto sociocultural de base ciudadana se reiteran así en su intención de no cerrar las puertas de la Casa y responden a la medida del Ayuntamiento con una nueva movilización. El próximo 12 de febrero a las 12.30 horas La Invisible llama a formar una cadena humana en torno al edificio de Nosquera para «escenificar cómo la ciudadanía está dispuesta a poner el cuerpo en un acto de resistencia pacífica en defensa del proyecto y el edificio que lo alberga».

Noticia Relacionada

Raúl López: «¿Tiene que ocurrir algo, fallecer alguien para que nosotros rehabilitemos el edificio (de la Invisible)?»

Pilar R. Quirós

Los impulsores de La Invisible insisten en que la postura del Ayuntamiento atiende a «motivos estrictamente políticos», puesto que -como constatan las inspecciones municipales- no existe un riesgo inminente que exija una medida cautelar. Son conscientes de la necesidad de rehabilitar un edificio centenario y recuerdan que el único proyecto de reforma que hay sobre la mesa es el elaborado por la Invisible a instancias del propio Ayuntamiento en 2016, donde se planifica una obra por fases que no obliga a vaciar el edificio.

Mientras tanto, en este impasse administrativo, La Invisible continúa con la organización del congreso Multiplicity sobre políticas culturales europeas, una demostración de fuerza frente el Ayuntamiento y uno de los actos centrales de su quince aniversario. Organizado junto al European Institute for Progressive Cultural Policies y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el foro cita al director de la pinacoteca madrileña Manuel Borja Villel; al exdirector del Centre Pompidou París, Bernard Blistène y al artista malagueño Rogelio López Cuenca, entre otros.

El proyecto ha recabado también apoyos, aunque con matices, en uno de los buques insignia de la cultura institucional malagueña. En una reciente entrevista con SUR, el director del Museo Picasso Málaga, José Lebrero, mantuvo que la creación cultural que se sostiene solo en museos «no es suficiente». «Las iniciativas que surgen de la sociedad civil, como es el caso de la Casa Invisible, son imprescindibles», declaró, respaldado la »mirada crítica y divergente« a lo institucional. Pero precisó: «Se habla de la Casa Invisible y casi se ha convertido en una marca, pero de los contenidos, de lo que sucede, sabemos menos. No sé si es cuestión de los medios de comunicación, de que yo voy poco o de que quizás esos contenidos son irrelevantes y lo más relevante es el debate».