Los operarios desmontan el escenario de 'El barbero de Sevilla' que iba a escenificarse en el Teatro Cervantes. Salvador Salas

Nuevo jarro de agua fría para las artes escénicas en Málaga

Restricciones COVID-19 ·

El mayor rigor en la aplicación de las medidas sanitarias ahonda en la herida del sector y provoca la suspensión este fin de semana de las primeras funciones del ciclo flamenco del Teatro del Soho

Miércoles, 21 de abril 2021, 21:47

Si la cuestión se midiera en centímetros cúbicos, estaría entre la gota que colma el vaso y el jarro de agua fría. Justo esta segunda expresión usa el director del Coro de Ópera de Málaga, Salvador Vázquez, para destilar el mal sabor de boca que ... ha dejado en el sector un asunto dirimido en otra unidad de medida: el metro y medio de separación entre espectadores que ahora exige la Junta de Andalucía en los eventos culturales.

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El endurecimiento de una medida aprobada en marzo pero que hasta ahora se había aplicado de una manera diferente ha vuelto a encontrar la reacción de un sector que, después de un año de lucha contra la pandemia, se siente maltratado por las administraciones. En la práctica, las primeras bajas en Málaga han sido las funciones iniciales del ciclo de flamenco en el Teatro del Soho y el aplazamiento de la ópera 'El barbero de Sevilla' prevista la próxima semana en el Cervantes.

En un sucinto comunicado enviado pasadas las ocho de la tarde, desde el Teatro del Soho anunciaban: «Los espectáculos de Farruquito, Mayte Martín y La Lupi que tenían lugar los días 23, 24 y 25 de abril en el Teatro del Soho CaixaBank no se podrán realizar debido a la nueva normativa de la Junta de Andalucía. A la mayor brevedad posible informaremos de las nuevas fechas en las que puedan celebrarse estos tres espectáculos que forman parte del ciclo Flamenco en el Soho. Desde el Teatro del Soho CaixaBank lamentamos las molestias causadas al público y agradecemos su comprensión».

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«No lo entiendo. El lugar más seguro que existe es el teatro y ya es la tercera vez que me posponen». La Lupi no podía ocultar la «frustración» de toda su compañía por el aplazamiento de un espectáculo que debería haberse estrenado en 2020, que se pasó a enero de 2021 y que la tercera ola trasladó a este domingo, 25 de abril. El lunes, horas antes de conocer el nuevo retraso, llegaron a Málaga los artistas que iban a acompañarle en el escenario del Soho CaixaBank. Eso implica reserva de hoteles, dietas, kilometraje. «Somos empresarios y hay unos gastos. ¿Eso quién me lo paga a mí?», se preguntaba. «Al final le tendremos que poner dinero. Es una lucha constante que solo parece que es contra la cultura», decía a su lado el guitarrista, y su pareja, Curro de María. «No entiendo cómo en los trenes y aviones que he viajado te sientan al lado de alguien que no conoces y en el teatro pasa esto», ofrecía la bailaora.

Por la mañana, el director de Málaga Procultura –la entidad que agrupa a los teatros municipales Cervantes y Echegaray, al Cine Albéniz y al Festival de Málaga– Juan Antonio Vigar, no se andaba por las ramas a la hora de lamentar el «daño» y la «frustración» que traen unas decisiones que «no están sustentadas por los números, por las estadísticas y por los hechos».

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«Quienes venimos del mundo de las Ciencias sabemos que los números reflejan estadísticas y las estadísticas, hechos. Y esos hechos son claros: no estamos actualmente en una situación sanitaria peor y sin embargo se nos impone el menor aforo de los que hemos tenido durante toda la pandemia al requerir la distancia de 1,5 metros entre espectadores, algo que supone la aplicación más rigurosa posible de toda la normativa y escenarios contemplados en la Ley 2/2021, de 29 de marzo», argumentaba Vigar.

En esa línea, el barítono Carlos Álvarez no ocultaba su desencanto. «Me siento desesperanzado y sobre todo defraudado», admite Álvarez, que observa con preocupación las decisiones de las administraciones: «No sé qué criterio cumplen». Álvarez no formaba parte del elenco de la producción suspendida, pero el 2 de mayo participa en un concierto en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, donde también se ha exigido el metro y medio de separación.

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La desazón de Álvarez era compartida por el actor y gestor en La Cochera Cabaret Salva Reina. «Si esa medida se tiene que llevar a cabo supone el cierre de los espacios culturales y volvemos otra vez a un momento que no es agradable para nadie», esgrimía Reina antes de rematar: «Evidentemente lo primero es la salud, pero creo que se ha demostrado que la cultura está haciendo las cosas bien, que no ha sido fuente de ningún rebrote y que es necesaria. La ciudadanía demanda eventos culturales y con estas medidas se estaría abocando a un nuevo cierre».

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