El escenario del Weekend donde se baila, se canta y se duerme

O si no que se lo digan al grupo de granadinos y jiennenses que cantaban y entonaban unos de los míticos temas que se escucha cada edición en la acampada: 'Mi estrella blanca', de Fondo Flamenco. «Es la primera vez que vengo, ¡pero ya voy a venir todos los años!», aseguraba Raquel, que a sus 24 años se estrenaba en la acampada del Weekend. «¡Y mira los vecinos que tenemos!», señalaba al grupo de al lado, donde estaban los granadinos Germán y Gabri. «También es mi primer año y el ambiente del camping es espectacular», celebraba Germán bajo su sombrero de paja.

Los que ya llevan bastantes años como fieles al camping del Weekend son los artistas del grupo Solo nos quieren los domingos, Tony y Antonio, que cada edición buscan el mejor ambiente para llevar donde sea su cajón y su guitarra. Y no han fallado en esta edición, en la que se les podía ver sentados con varios grupos animando y haciendo pasar las tardes de calor adaptando al flamenco canciones de cualquier estilo. «Mira que nos acabamos de conocer, pero son maravillosos», apuntaba María desde uno de los pasillos finales del camping. A esa zona llegaba un poco más tarde desde Almería Marina Huesca, que se confesaba amante de cualquier camping contando las batallitas con sus amigos con los que se reencuentra cada año de festival en festival. «Esto es que es la esencia», concluía con emoción.

Con ese mismo sentimiento y brillo en los ojos, las cordobesas y amigas desde pequeñas Teresa e Irene celebraban que es su primer Weekend juntas. Había muchas como ellas y otras que ya repetían, como les pasaba a Lucía, Lidia, Cristina y Carla, que ya habían pasado varias ediciones juntas y no se podían creer volver a estar allí. «Es que esto parece mentira, qué sensación más bonita la de volver», comentaba Lucía. La unión entre amistades ya longevas y otras que acaban de nacer es de lo bonito del camping del Weekend, al igual que en otros festivales. Mientras es el momento de la ducha o si a alguien le falta un cuchillo para hacerse el bocadillo, allí da igual porque todos son colegas.

En otro de los extremos del camping hay una mezcla de gente de Barcelona, Sevilla, Córdoba y Asturias. «Vivan los espetos y viva Málaga», gritaba el sevillano José Luis García, que tenía el micrófono en mano y el altavoz listo para cantar en la previa a los conciertos de la noche del viernes como Antílopez, El Canijo de Jerez, M-Clan, Bastille, Residente o La Pegatina, entre tantos espectáculos. Parte de esos conciertos quería ver Verónica Parrado, que ha viajado desde Lérida para vivir su primera vez en el festival, al igual que Miguel, desde Asturias. «La gente de Andalucía es lo que más me gusta. Hay calor pero también muchas risas», confesaba.

El sonido del camping que buscaba Irene Pérez ya está impregnado en el Weekend Beach, que ha vuelto este año tras el parón por la pandemia. Regresa ese escenario especial de esta cita musical en el que se baila, se canta y se duerme. Aunque bueno, cantar y bailar lo hacen todos, lo de dormir ya es otra cosa... Pero para eso siempre hay tiempo. La magia está en disfrutar del momento.