El Museo Picasso Málaga revoluciona sus salas para mostrar al artista como nunca se ha visto

«Nuestro objetivo ha sido crear un sentido de unidad en Picasso. Normalmente, su obra se divide en distintas épocas pero decidimos no seguir esa división, sino incluso contradecirla ya que su creación no se segmentó en fases, sino que fue más compleja porque iba y venía y se movía de uno a otro», ha explicado en la presentación de la nueva colección Michael Fitzgerald, profesor de Historia del Arte del Trinity College de Hartford (Connecticut, EE UU) y comisario de la exposición semipermanente 'Pablo Picasso: estructuras de la invención' que permanecerá en el MPM los próximos tres años. La mayor parte de las piezas, 152, proceden de la cesión en comodato realizada por la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, a las que se une otro medio centenar de obras de los fondos de la pinacoteca. De ellas se exhiben actualmente 144 obras que irán rotando ya que algunas de ellas -caso de las realizadas en papel- no deben exhibirse más de seis meses por razones de conservación.

Óleo, escultura y grabado no faltan en esta renovada colección que, según ha indicado el comisario, pone especial énfasis en la cerámica, un formato «que no se toma en serio lo que se debería». Además, Fitzgerald ha recalcado que todas las obras que se exhiben en el Museo Picasso vienen de la colección privada que el propio malagueño mantuvo en su poder durante su vida «por lo que las tenía a la vista en sus estudios y casas, y volvía a ellas pasado el tiempo», lo que refuerza la idea central de esta exposición semipermanente que apela a la continuidad y a la unidad en la obra picassiana frente a las visiones fragmentadas de su producción.

'Pablo Picasso: estructuras de la invención' exhibe piezas desde el año 1895 hasta 1972. El montaje empieza y termina con obras de esas etapas, concretamente con la emblemática y académica 'Lola con una muñeca' -retrato de la hermana del artista- y la cubista 'Niño con una pala', respectivamente, que muestran ese hilo argumental en los temas y el regreso del autor a la niñez en sus últimos años para reivindicar la libertad de la imaginación. Entre ambas, la exhibición va avanzando pero siempre trazando esas rutas entrelazadas entre obras de diferentes épocas y formatos. Así, los cuadernos preparatorios de 'Las señoritas de Avignon' avanzan ya la ruptura con la realidad del cubismo para volver después al clasicismo con el 'Retrato de Olga' (1923), que se exhibe con un cuaderno de dibujo que muestra la mano de su primera esposa con el anillo de compromiso.

La exposición permite conocer los volúmenes y formas que se repiten en diferentes momentos, las obras inacabadas o su obra antibelicista con la emblemática escultura 'Cabeza con casco' (1933), en la que se observa lo que parece un soldado griego, pero «con facciones exageradas que lo identifican con un payaso más que con un guerrero», ha señalado Fitzgerald en su recorrido por la colección. En la sala IV, esa actualidad en la mirada picassiana a la colección se evidencia en el retrato de mujeres presidido por la monumental obra 'Las tres gracias', donde las figuras están exentas de sensualidad. «Ofrecemos un punto de vista distinto, no como mujeres objeto, sino como artistas o guerreras, como mujeres poderosas», ha asegurado el comisario aportando el punto de vista artístico al debate de la misoginia en la obra del malagueño.

En este nuevo trayecto artístico también se incluyen una decena de obras (tres óleos y otros tantos dibujos, dos cuadernos, una escultura y una cerámica) que por primera vez se pueden contemplar en España. En este grupo de obras inéditas destacan los óleos 'Paul (hijo del artista)' (1922), un retrato del hijo primogénito de Pablo Picasso que ocupa un espacio central en la sala 5, y 'Cabeza de mujer' (1928), que muestra la influencia del surrealismo en la emoción y las oscuras profundidades de la psique, así como la escultura 'Mujer acodada' (1933) que explora las posibilidades de experimentación con el yeso como soporte. La última sala, la 12, está protagonizada por la cerámica y, particularmente, por la temática taurina, proponiendo la evolución de técnicas y su relación con recordadas piezas de toros y toreros picassianos.

El director del MPM, Miguel López-Remiro, que tomó posesión en enero, ha saludado el trabajo de Fitzgerald y la nueva propuesta de exposición semipermanente como una «excelente y excepcional lectura de la obra» del pintor malagueño, mientras que Bernard Picasso ha asegurado que esta remodelación obedece a las nuevas formas de ver el arte en el siglo XXI y que supone «un sueño» hecho realidad al presentar la obra de su abuelo «con voluntad de unir» su trayectoria.

El estreno de esta exposición permanente también ha servido para la presentación del nuevo secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, José Ángel Vélez, que ha anticipado que las cifras del presente año son incluso mejores que las del anterior cuando se produjo el récord histórico de 700.000 visitantes al MPM. Una cifra que se espera superar con esta renovada colección de un museo que en sus dos décadas de vida se ha convertido en seña de identidad cultural de Andalucía.