Ana Janer y Carmen Baquero protagonizan la obra. Factoría Echegaray/ Teatro Cervantes
Crítica de teatro: Los espectadores hablan

'La casa de Sorora': apasionante para unos, incomprensible para otros

Los participantes de la Escuela de Espectadores de Factoría Echegaray analizan la obra de teatro simbolista escrita y dirigida por David Mena

Escuela de Espectadores

Miércoles, 27 de diciembre 2023, 00:13

El miércoles 6 de diciembre se estrenó en Málaga la segunda producción de Factoría Echegaray para esta temporada 2023/2024: 'La casa de Sorora', escrita y dirigida por David Mena. Esta propuesta de teatro simbolista se ha podido ver en el Teatro Echegaray durante dos ... semanas (entre el 6 y 16 de diciembre) y, en Escuela de Espectadores-Factoría Echegaray, hemos realizado una crítica que aúna su recepción por parte de los 54 espectadores que forman parte de nuestra Escuela analizando el proyecto durante cuatro sesiones de trabajo: análisis inicial, asistencia al ensayo, ver la función junto con un coloquio posterior con el equipo artístico y hacer un balance final de lo visto junto a su autor y director. Por lo tanto, lo que se recoge aquí, es el análisis crítico de 'La casa de Sorora' realizado por los participantes de la Escuela.

Publicidad

Para adentrarnos en 'La casa de Sorora' primero debemos comprender a qué hacemos referencia cuando hablamos de 'sororidad', una palabra con la que los espectadores jóvenes están muy familiarizados y, sin embargo, aún necesita ser definida para que una gran parte de la sociedad comprenda sus matices. Sororidad: Relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento. Esta palabra cuyo significado ya contiene en sí mismo un conflicto social con su propia resolución es el punto de partida que David Mena toma como referencia para recibirnos en su Casa de Sorora.

En esa casa que, en escena, es más bien un espacio indefinido a modo de salón gastado repleto de entradas y salidas que, como en una fábula contemporánea, simulan la madriguera de 'Alicia en el país de las maravillas', en la que lo individual converge en lo social, cohabitan durante toda la función La madre del rellano y La mujer soldada. La primera, misteriosa y luchadora, interpretada con dureza por Carmen Baquero; y la segunda, polivalente y cotidiana, movida por la energía dinámica de Ana Janer. Personajes con la duda por montera que no llegan a ser completamente antagónicos por su propia necesidad de complicidad. La madre del rellano se pregunta si algún día conseguirá la sororidad de sus vecinas, La mujer soldada duda sobre su papel en el conflicto milenario de ayudar a la que, a duras penas, sobrevive a los golpes de esos lobos o buitres que se alimentan del miedo de las mujeres, o mirar para otro lado y vivir sin más. La historia de esta decisión es la que nosotros presenciamos en 'La casa de Sorora', acompañando a Carmen y Ana en su batalla dialéctica y metafórica por conseguir el sosiego.

Factoría Echegaray / Teatro Cervantes

Metáforas como 'yo me colé por la mancha del frigorífico' o 'has quedado retratada' son algunos ejemplos de la complejidad del lenguaje de la propuesta que, considerándose simbólica, está más bien repleta de metáforas complejas que, ordenadas, o más bien estructuradas enigmáticamente en cuadros que no cuentan sino que muestran situaciones, son probablemente el factor más original y característico de la obra y, a su vez, el que más dificulta su comprensión y puede hacer que, para unos espectadores resulte apasionante por encriptada y, para otros, densa, difícil o inclusive casi imposible de entender.

Noticia relacionada

Ayudan a su comprensión el preciso diseño de luces creado por Gari Lariz y la expresividad de las actrices a la hora de mostrar gestualmente el estado que transitan sus personajes, sobre todo en el tercio final de la función; no así nos facilitan la interpretación de la escena el propio atrezo que, en ocasiones, ensucia o distrae de lo que acontece, y la monotonía vocal de ambas actrices que, en palabras textuales de la dirección, busca el distanciamiento, el ritmo y la tensión, pero peca de mantenerse siempre en un mismo nivel de intensidad, exceptuando las escenas finales, que dificulta la empatía e implicación del espectador hacia La madre del rellano y La mujer soldada.

Publicidad

No obstante, en líneas generales, podemos asegurar que esta obra de David Mena funciona para dar pie al debate sobre el tema, tan necesario, que aborda, y hace que nos preguntemos dónde estamos situados nosotros, como espectadores, frente a la realidad manchada por el maltrato que nos rodea. Desde el patio de butacas unos hemos vislumbrado la sororidad y la implicación social, y otros nos preguntamos si no será solidaridad, entre hombres y mujeres, lo que hace falta para cambiar esta situación que nos afecta a todos.

Lo que está claro es que 'La casa de Sorora', es una función que, en esencia, nos deja 'buscando un tiempo nuevo' con la esperanza y, tal vez, el atisbo, de una sociedad mejor por construir.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad