El Ayuntamiento de Málaga asume la rehabilitación de La Invisible sin contar con el colectivo que la ocupa

El presupuesto base del contrato municipal asciende a un total de 223.378,78 euros (Iva incluido) y los aspirantes tienen hasta el próximo 15 de septiembre para su presentación. El concurso cuenta con dos plazos diferentes para su conclusión en función de los trabajos. Así, la redacción del proyecto básico contará con dos meses y medio, mientras que para el de ejecución y el estudio de seguridad y salud el periodo será de tres meses a partir de la licencia de obras por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo, según informa el Ayuntamiento en una nota de prensa en la que en ningún momento se cita La Casa Invisible, sino que se refiere a la actuación como «el inmueble municipal, sito en calle Nosquera 9 y 11».

El Consistorio da luz verde así a la rehabilitación en solitario del inmueble pese a que el pasado mayo el juzgado denegó la autorización para desalojar La Casa Invisible, rechazando así la orden solicitada por el Ayuntamiento el pasado mes de octubre para recuperar por la fuerza el inmueble. El IMVRRU ya encargó hace un año un estudio patológico y geotécnico del edificio de calle Nosquera para valorar el estado de conservación del inmueble del siglo XIX como paso previo a su rehabilitación, que ahora ha puesto en marcha.

«La licitación ha sido una sorpresa total para nosotros porque no nos han tenido en cuenta y de hecho el contenido del pleito que tenemos con el Ayuntamiento es por eso mismo. Siempre hemos ofrecido hacer la rehabilitación y redactamos un proyecto básico de rehabilitación en 2016 que fue reconocido por la Gerencia de Urbanismo como válido y hemos negociado sobre esa base porque es lo que garantiza que La Invisible siga siendo un centro social y ciudadano», ha señalado este jueves a SUR Carlos Sanjuán, portavoz del colectivo que gestiona el inmueble que, en todo momento, defiende que las obras sean compatibles con la programación y la continuidad de La Casa Invisible. De esta forma, el proyecto redactado por el colectivo contempla la restauración del inmueble por fases para asegurar a la vez la recuperación y la viabilidad de las actividades culturales y sociales.

«Siempre nos dicen que están abiertos al diálogo pero después nos encontramos con que solicitan al juzgado la autorización para el desalojo o sin previo aviso nos enteramos que han abierto esta licitación», se ha quejado el representante, que ha añadido que el colectivo no se puede presentar al concurso con su proyecto porque está diseñado para empresas con las que no pueden competir. «Para optar la condición sería que el pliego incluyera cláusulas para la rehabilitación por fases y que nuestro colectivo pudiera presentarse», ha asegurado Sanjuán, que ha lamentado que «no se haya tenido en cuenta el trabajo que ya hemos hecho». Según consta en la licitación, un informe del pasado 14 de marzo de 2023 emitido por el IMVRRU rechazó precisamente la división en lotes del contrato de la licitación.

El colectivo La Casa Invisible reafirma su intención de no desalojar el inmueble, que fue ‘okupado’ en 2007 y que gestiona desde entonces. El último acercamiento se produjo a comienzos de 2023 con un par de reuniones bilaterales -participó el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre- que no tuvieron continuidad al llegar a un punto muerto. El Ayuntamiento quería rehabilitar el edificio y pedía el desalojo temporal del edificio, mientras que el colectivo pedía hacerse cargo de la reforma y no abandonar su sede.

A la vez que ambas partes se reunían, el Consistorio pedía vía judicial el desalojo del inmueble, lo que fue rechazado en mayo por la sala de lo contencioso administrativo nº4 de Málaga que, no obstante, no entró en el fondo de la cuestión porque entendía que esa orden no podía ejecutarse hasta que no se conociera el fallo de un procedimiento pendiente de sentencia e iniciado con el anterior intento de desocupar el inmueble en 2018. Un dictamen final que condicionará le ejecución final de la rehabilitación del edificio que ya se ha puesto en marcha por iniciativa municipal.

La Casa Invisible, a la que actualmente se accede por el patio de la calle Andrés Pérez al estar clausurado parte del edificio por su mal estado de conservación, cuenta con un nivel de protección arquitectónica Grado II, según el catálogo de edificios protegidos del PEPRI Centro, y está calificado como equipamiento en el Plan General de Ordenación Urbana vigente.