El CAC Málaga se desmantela antes de tiempo

Aunque la concesión a Gestión Cultural y Comunicación expira el próximo 17 de septiembre y la empresa dispone de diez días para abandonar el edificio tras el cierre al público, la firma no ha querido esperar para desmontar su colección permanente, que se ha unido a la desinstalación de las salas temporales conforme se van cumpliendo las fechas finales de la exposiciones. Así, el pasado domingo 25 de agosto se clausuró la muestra de Mario Ayala y ya está retirada por completo, mientras que mañana se cierran otros tres montajes que cumplen fecha: 'La gloria es otra cosa', de Matías Sánchez, en la sede central de calle Alemania, y las obras de Chanivet y Mar Muñiz, en CAC La Coracha. No obstante, la dirección del centro, de la que su antiguo director Fernando Francés sigue actuando como portavoz, ha decidido retirar ya su permanente sin esperar a la fecha anunciada del 8 de septiembre.

Así, la colección 'Neighbours V' ya se ha descolgado por completo y se ha procedido a su embalaje, cerrándose ya estas salas de la colección permanente del antiguo Mercado de Mayoristas. A día de ayer, sobre las paredes, sólo se exponía la otra parte de los fondos propios del CAC, 'Pasión II. Colección Carmen Riera'. Según explicó ayer a SUR el Área de Cultura, tras la orden oficial del Ayuntamiento al centro para que exhibiera sus fondos hasta el 8 de septiembre, la concesionaria remitió un escrito el pasado 28 de agosto en el que contestaban que «mantendrían los tiempos de desmontaje que consideraran más adecuados y, por tanto, no iban a cumplir con lo que se les indicó» por parte del Consistorio.

Este nuevo desencuentro en la recta final de la relación de la empresa Gestión Cultural y Comunicación y el Ayuntamiento de Málaga escenifica aún más la división entre ambas partes y no es el mejor augurio para los empleados y técnicos del Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (26 fijos y uno fijo-discontinuo), que piden integrarse en la estructura municipal al asumir el Área de Cultura la gestión exclusivamente pública de la institución museística a partir del próximo 18 de septiembre.

En una reunión mantenida el pasado fin de semana por los representantes de los trabajadores con el propio alcalde, Francisco de la Torre, éste les reiteró la postura oficial que defiende que el Ayuntamiento no puede absorber la plantilla, aunque se comprometió a que el «proceso se desarrollará de la forma más suave posible» y a «buscar alternativas» sin concretar medidas, explicó a SUR Mihail Plesanu, delegado sindical de la plantilla. En el lado contrario se encuentra la empresa Gestión Cultural y Comunicación, que defiende que el Consistorio se subrogue al hacerse cargo de la gestión a partir de ahora. Esto, además, eximiría a la compañía de tener que abonar los despidos.

«Nuestro futuro es incierto porque la empresa puede darnos de baja al terminar el contrato y no sabemos en qué situación vamos a estar ya que el Ayuntamiento insiste en que no se puede subrogar porque no son una empresa, mientras que los actuales gestores dicen lo contrario», se lamentó Plesanu, que añadió que los sindicatos también defienden la vía de la incorporación a la estructura municipal como salida a este conflicto laboral que no se habría planteado si el Consistorio hubiera mantenido la gestión privada en lugar de rescatar la concesión al cumplirse el final del actual contrato.

Con el paso de los días sin que se llegue a solución alguna, «el ánimo está por los suelos», constató el representante sindical que, junto al resto de la plantilla, ha hecho pública la «incertidumbre» del colectivo de trabajadores con protestas y acciones para denunciar que están «en tierra de nadie». Un «limbo» que volverán a exteriorizar el próximo viernes 6 de septiembre, a las 19 horas, a las puertas del propio CAC Málaga con una convocatoria pública para pedir la continuidad de la plantilla como personal adscrito al museo.