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–¿Cómo en su relación actual con Juan Marín?
–Mi relación con él, la actual y la no actual, ha sido siempre positiva. Es un compañero, el coordinador del partido. Hasta la fecha no he tenido ningún problema grave con él y espero no ... tenerlo.
–Usted le iba a disputar el liderazgo en las primarias de Cs pero finalmente decidió no hacerlo
–Se ha hablado mucho de todo eso, pero yo nunca dije que me iba a presentar a las primarias.
–¿Le hubiera gustado?
–En el momento actual creo que no era lo adecuado, porque ahora lo importante es estar todos unidos y fortalecer el partido, que está en una situación difícil. No era el momento de crear más divisiones, porque por encima de las personas tiene que estar el proyecto político. Y creo que ha funcionado: ahí está la prueba de tener un gobierno de coalición que funciona, el mejor que funciona en España...
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–Bueno, es el único
–(Risas). Bueno, el único, porque vistos los datos y el enfrentamiento que tienen en el Gobierno central cada tres por cuatro es difícil. Yo siempre me he sentido muy cómoda trabajando en políticas que en algunos aspectos pueden ser diferentes a las del Partido Popular. Siempre he estado apoyada por el presidente de la Junta, jamás me han parado en las políticas que he propuesto y creo que se puede comprobar que han sido políticas muy progresistas en las que no se ha dado ni un paso atrás por ejemplo en la lucha contra la violencia de género o en la igualdad, que tanto se puso en duda.
–¿En qué medida le ha dejado trabajar Vox? Las políticas sociales están en la base de su trabajo de oposición
–A mí me han atacado especialmente, pero no lo han conseguido. Al contrario, hemos marcado una distancia brutal... Los enfrentamientos en el parlamento han sido intensos, han pedido diez veces mi cese, me han hecho campañas de desprestigio en redes sociales y me han puesto una querella criminal que no ha llegado a nada. Al final mis políticas son opuestas ideológicamente, pero me he plantado frente a ellos con los debates sobre violencia de género o menores no acompañados. Se han ido desmontando cada uno de sus bulos. Eso me fortalece porque sé que he hecho lo correcto. Y creo que al final me han dejado por imposible.
–¿Le preocupa la situación de Cs de cara a la futura cita con las urnas en Andalucía?
–Obviamente me preocupa porque ahí están las encuestas. Ahora lo que hay que hacer es trabajar, estar unidos y contar todo lo que se ha hecho. Yo estoy a disposición del partido: el balance es positivo, se ha hecho mucho y bien en las consejerías de Ciudadanos; y habría que seguir porque en una legislatura no da tiempo a todo.
–¿Dónde se ve en un año?
–Donde quieran los andaluces.
–¿Le gustaría seguir en política?
–Sí, me ha parecido un reto muy interesante y queda mucho por hacer. Si puedo ser útil y seguir, ahí estaré; y si no, tengo mi plaza fija como docente y ahí volveré.
–¿Qué lección ha aprendido de la política?
–Me ha enseñado a que hay que escuchar a todas las partes, que a veces las cosas no son como se ven desde fuera; que la política tiene que ser útil, que tenemos que dejarnos de crispación y de enfrentamientos. La política de verdad y del futuro tiene que ser la del diálogo y la del encuentro.
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