La publicación de las listas de espera desata una ofensiva política de la oposición en Andalucía

Todos los grupos de la oposición en Andalucía consideran que las cifras reflejan un fracaso de la política sanitaria del Gobierno andaluz, y desde la izquierda se ha reclamado que ello se traduzca en la salida de la consejera de Salud, Catalina García. Vox es la única formación que no se ha sumado a esta petición y apunta directamente contra el presidente de la Junta, Juanma Moreno.

Los grupos de la oposición sí han coincidido en recordar que los agentes sociales relacionados con el ámbito de la salud, que en estos días han desfilado por el Parlamento para participar en el turno de escucha en la tramitación de los Presupuestos, han llamado la atención sobre la escasez de los fondos previstas en las cuentas del año próximo para hacer frente a los problemas que afronta la atención sanitaria en Andalucía.

La oposición lleva tiempo pugnando por situar los problemas de la sanidad en el centro de la agenda política andaluza. De hecho, el PSOE viene reclamando desde febrero la celebración de un debate monográfico sobre este asunto que es sistemáticamente rechazada por el Partido Popular, que con su mayoría absoluta tiene la llave para regular el contenido de las sesiones plenarias.

El Partido Popular considera que la oposición quiere colocar una visión apocalíptica sobre la situación de la sanidad en Andalucía, que en su opinión no se corresponde con la realidad.

Su portavoz parlamentario, Toni Martín, recurrió a algunas cifras para fundamentar esta posición: un aumento del 45 por ciento de la inversión desde 2018; el aumento de la plantilla del SAS hasta superar los 100.000 trabajadores o el aumento de las derivaciones de la primaria a los especialistas en 448.000 pacientes sólo en un año.

En su opinión, el intento de desgastar al Gobierno andaluz con la sanidad, lejos de ser nuevo, constituye la estrategia de la oposición desde el primer día. «La diferencia es que ahora se puede conocer el numero de andaluces en lista de espera», sostuvo.

Martín se refirió de esta manera al hallazgo, en las primeras semanas de la presidencia de Juanma Moreno, de 700.000 pacientes en listas de espera que no figuraban en las estadísticas oficiales.

Este argumento fue rechazado por la portavoz socialista, Ángeles Férriz, quien aseguró que tal denuncia nunca ha sido probada y que las listas para operarse o acudir a un especialista han crecido en un 227 por ciento.

Férriz incidió en que del año pasado a éste, el tiempo para operarse se ha incrementado en 30 días y para acudir a un especialista, 34. «Y ello a pesar de que se han destinado 243 millones de euros a la sanidad privada con la excusa de que iban a reducir las listas de espera», dijo la portavoz, que se preguntó a dónde ha ido a parar ese dinero.

La socialista fue una de las portavoces que exigió el cese de la consejera, a quien acusó no sólo de ser responsable de esta situación sino también de burlarse de los andaluces por sostener que las listas de espera crecen porque el sistema funciona.

Esperanza Gómez, de Por Andalucía, calificó de nefasta la gestión de la consejera y subrayó que llama la atención el gran consenso que en su opinión generan los problemas que padece la sanidad y a los que el proyecto de Presupuestos de la Junta, en su opinión, no pone solución.

Para Gómez, además de una gestión que considera nefasta, existe una estrategia que consiste en en saturar primero al sistema público para a continuación derivar recursos a la sanidad privada.

En Adelante Andalucía no han sido menos duros con la consejera. Su portavoz, José Ignacio García, también pidió su cese por ser incapaz de atajar el crecimiento de las lista de espera y aplicar como única estrategia la derivación de pacientes a la sanidad privada.

Según García, las listas de espera, con datos peores a los que se encontró el Partido Popular al llegar al gobierno de la Junta, no se publicaban «porque les daba vergüenza» y pidió un plan de choque que incluya pagar a los especialistas para que trabajen también por la tarde, abrir quirófanos en horario vespertino y dotar de más recursos para aumentar la plantilla .

Por su parte, Vox se desmarcó de las peticiones de dimisión de la titular de Salud, pero lo hizo para apuntar más arriba y señalar directamente a Juanma Moreno como responsable principal de la política sanitaria.

Su portavoz, Manuel Gavira, también reclamó un plan para que evitar que el deterioro continúe. En opinión, «la atención sanitaria antes iba mal y ahora va peor».