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Adrián González
Sevilla
Martes, 23 de abril 2019, 15:31
PSOE y Adelante Andalucía han dibujado este martes un negro y desolador balance de los primeros tres meses de andadura del Gobierno que encabeza Juanma Moreno. Ambas formaciones ocupan la bancada de la oposición en el Parlamento regional desde las elecciones del pasado 2 ... de diciembre y desde allí aseguran que tan sólo han visto desfilar medidas aprobadas para favorecer a las clases más pudientes, proyectos anunciados en campaña que finalmente no se han concretado y, sobre todo, una supuesta complicidad con la extrema derecha de Vox y un indisimulado retraso de la aprobación de los Presupuestos de la Comunidad con el objetivo de que cruzarse en el camino de las distintas citas electorales.
De esa forma se han manifestado en público en Sevilla los portavoces parlamentarios de ambas formaciones. El más contundente ha sido Mario Jiménez, la voz del PSOE en la Cámara durante la pasada legislatura. Con su partido fuera del poder por primera vez en casi 37 años, ha cargado con dureza contra el actual Gobierno, al que ha acusado de ser «cien por cien incapaz», de «carecer de proyecto político» y de intentar ejercer sus funciones «desde la falsedad, el rencor y la revisión de todo lo hecho anteriormente».
La principal etiqueta que el PSOE andaluz atribuye al Ejecutivo que conforman PP y Cs es la de «gobernar para lo más ricos», y en especial «para esos 300 andaluces beneficiados con la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones». Jiménez ha puesto así en el centro de la diana la medida estrella aprobada por el nuevo Gobierno andaluz, la de la primera bajada de impuestos, una «injusticia social» a su entender porque «beneficia 30 veces más a los más privilegiados» que a las clases medias «regalándoles 40 millones de euros». «Es un aviso a navegantes para la mayoría social de este país», ha alertado.
El resto del balance es igual de sombrío. Los socialistas afean a PP y Cs que se hayan limitado durante sus primeros cien días, aún sin cumplir, a utilizar infinitivos, entre ellos los de «acordar, instar, solicitar, impulsar, facultar, pedir, recabar...», pero que sin embargo hayan olvidado el principal, el de «aprobar», porque su trayectoria legislativa se limita a un único decreto-ley. La principal norma que tiene encomendada impulsar todo Ejecutivo regional, los Presupuestos de la Comunidad, está según Mario Jiménez empantanada aún porque «que no toma decisiones y que está de brazos cruzados». Y además, porque pretendería ocultar hasta después de las elecciones, con «oscurantismo», un «plan de privatizaciones de servicios públicos» como el que recaería sobre el SAS.
El PSOE andaluz tiene anotadas todas y cada una de las «contradicciones» en las que habría incurrido el equipo de Moreno Bonilla. En esa relación incluye «la bajeza moral» que impregna el cómputo del número de andaluces a la espera de recibir atenciones vinculadas a la Ley de Dependencia o las «mentiras y falsedades» en torno a las cifras reales de las listas de espera, a su entender dos ejemplos de una gestión cimentada sobre «el cinismo y la crueldad». Tampoco olvidan el viraje en torno al anuncio electoral de crear 600.000 empleos o las acusaciones, ahora olvidadas, «de los supuestos enchufados del PSOE en la Junta, a los que ahora valoran como lo que eran y siguen siendo, grandes profesionales».
Y una última acusación. Jiménez ha levantado la voz para denunciar que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, «pisoteó el Estatuto de Autonomía» cuando se dejó fotografiar en el acto de la Plaza de Colón con los líderes de Vox. Esa formación, recuerda el PSOE, «quiere acabar con el autogobierno de Andalucía, devolver sus competencias, y ataca a los trabajadores que ayudan a las víctimas de la violencia de género o a los de Salvamento Marítimo que auxilian a inmigrantes». Su gran duda es si el PP piensa también «humillar a las víctimas» del franquismo aceptando la derogación de la Ley de Memoria Histórica a cambio de los votos de Vox cuando toque aprobar los Presupuestos.
El portavoz parlamentario de Adelante Andalucía y coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, había utilizado una hora antes el mismo tono crítico. En línea con las tesis del PSOE, entiende que el Gobierno de PP y Cs ha demostrado «que sólo favorece a la minoría de la minoría de los ricos de Andalucía». Eso es lo que cree que ha quedado patente tras la primera reforma fiscal del Ejecutivo autonómico, que «sólo va a suponer el deterioro en la pérdida de ingresos de quienes menos tienen».
Los números, entiende Maíllo, le dan la razón. «Se han desvivido por aprobar una reforma del IRPF que es una engañifa, que a un trabajador con un salario de 20.000 euros le va a suponer sólo una rebaja de impuestos de 5 o 6 euros al mes, mientras a las rentas de 120.000 euros se les bajará unos 300 euros». Un síntoma, ha subrayado, de que Andalucía está en manos de un «Gobierno del cambiazo», haciendo un juego de palabras con el lema de «Gobierno del cambio» que enarbolan PP y Cs.
El motivo de que aún no se hayan publicado las líneas maestras del Presupuesto andaluz estaría, además, en que «no quieren poner todas las cartas encima de la mesa con los recortes en derechos sociales y a través los servicios públicos» que esas cuentas ocultarían y que conllevarían «una gran privatización de todo lo que se mueve en la Administración andaluza».
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