La nueva estrategia en Andalucía para la ganadería aspira a hacerla más sostenible y rentable

La finalidad es conseguir que la producción ganadera continúe siendo un motor de generación de riqueza, valor y empleo en el medio rural y promueva beneficios sociales y ambientales en su entorno, con la finalidad de contribuir a fijar la población y frenar el éxodo de su gente a las ciudades buscando nuevos horizontes laborales, especialmente de más jóvenes. Este documento abordará de una manera estratégica la situación actual del modelo de explotación ganadera, que se enfrenta a serias y múltiples amenazas

El diagnóstico de partida apunta a un grave problema de falta de relevo generacional, así como a los crecientes efectos del cambio climático en su actividad, la modificación de uso del territorio, la menguante rentabilidad de las explotaciones ante el aumento de los costes o la complejidad administrativa para el sostenimiento de su actividad.

Para ello, la estrategia propondrá medidas que impulsen a la ganadería como eje clave en la vertebración y ordenación del medio rural andaluz. Asimismo, promoverá su ejemplo de sostenibilidad, eficiencia y rentabilidad para la producción de alimentos saludables y de calidad y, en esta línea, se prestará especial interés al desarrollo de los sistemas de manejo y ordenación del ganado con el impulso de las agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas.

Otro aspecto prioritario será la defensa y puesta en valor de las razas ganaderas autóctonas como elemento fundamental para la preservación de la biodiversidad.

En el marco de esta estrategia tendrá también una especial relevancia el capítulo alimentario. Desde el Gobierno andaluz se apuesta por el fomento y diferenciación de los productos derivados de la ganadería extensiva poniendo el foco en los que provienen de sistemas sostenibles como la Producción Ecológica e Integrada.

En cuanto a la innovación, la Junta espera que esta estrategia contribuya a impulsar la investigación ligada a la adaptación de la cabaña ganadera y su manejo frente al cambio climático. Asimismo, buscará avances también en digitalización, formación y transferencia de conocimiento para garantizar el relevo generacional.

La Consejería que dirige Carmen Crespo redactará una propuesta inicial de estrategia que trasladará al resto de consejerías de la Junta para su análisis y propuestas. Posteriormente, el documento se abrirá al resto de agentes económicos y sociales, así como a las asociaciones ganaderas de Andalucía, con el fin de obtener una estrategia de consenso que siente las bases del crecimiento del sector a corto, medio y largo plazo. Además, en el caso de los sistemas extensivos, esta actividad ejerce como factor de conservación de ecosistemas y de fomento de la biodiversidad.

Andalucía cuenta actualmente con alrededor de 16.000 explotaciones ganaderas, de las que unas 8.000 están dedicadas al ganado extensivo de ovino, caprino, bovino de carne y porcino ibérico. En total, estas fincas reúnen a más de 4,6 millones de cabezas de ganado y generan más de 14.000 empleos.

La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural , Carmen Crespo, puso de relieve la importancia del sector ganadero por ser uno de los principales activos socioeconómicos de Andalucía, tanto en la producción de alimentos de calidad como por ser una potente fuente de generación de empleo, riqueza y de arraigo de la población al territorio.

La relevancia del sector ganadero andaluz se refleja, según la consejera, en su peso a nivel nacional, ya que representa el 10% de esta actividad en todo el país. Por ello, apostó por seguir apoyando y potenciando a este sector ya que «tenemos que intentar conservar su actividad para el futuro y también para preservar la importante cabaña ganadera con la que contamos en Andalucía», resaltó.

Además, la consejera subrayó el valor de la actividad ganadera para la conservación del gran patrimonio forestal que atesora Andalucía, ya que se convierte en un gran aliado ambiental, con especial incidencia en su contribución en la lucha contra los incendios forestales por su importante efecto la preventivo. No en vano, el ganado ejerce un papel de control natural de la vegetación y pastos, el combustible que alimenta los fuegos, ya que en las áreas donde se encuentran estas explotaciones existe un menor riesgo para estos siniestros.