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Alberto Gómez
Sábado, 16 de enero 2021, 02:36
El coronavirus vuelve a poner contra las cuerdas a Andalucía. Con la tasa de contagios disparada y el número de hospitalizados creciendo a un ritmo insólito, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, anunció anoche nuevas restricciones apenas cinco días después de que entrasen en vigor las últimas decisiones adoptadas por el comité de expertos. El Gobierno autonómico volverá a cerrar de forma perimetral las ocho provincias. También confinará aquellos municipios que registren una tasa de más de 500 contagios por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días. En la provincia de Málaga son 35: Teba, Almargen, Monda, Alameda, Salares, Ardales, Igualeja, El Borge, Benamocarra, Cartajima, Coín, Alfarnatejo, Alhaurín el Grande, Algatocín, Alcaucín, Alfarnate, Villanueva del Rosario, Moclinejo, Gaucín, Álora, Faraján, Sayalonga, Comares, Vélez-Málaga, Genalguacil, Ronda, Algarrobo, Mollina, Cañete la Real, Benarrabá, Manilva, Alhaurín de la Torre, Canillas de Albaida, Villanueva del Trabuco y Arenas. En estos casos, nadie podrá entrar ni salir de su localidad salvo por causas justificadas.
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El cierre de comercios y hostelería se adelanta a las seis de la tarde y se limitan las reuniones sociales a cuatro personas, dentro y fuera de casa. Estas nuevas medidas serán publicadas hoy en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) y entrarán en vigor esta medianoche. Moreno también anunció que ha solicitado al Gobierno de Pedro Sánchez la posibilidad de adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde (hasta las seis de la mañana) y ordenar el confinamiento domiciliario en aquellos municipios con una tasa mayor a los mil contagios por cada cien mil habitantes. En la provincia de Málaga son: Teba, Almargen, Monda, Alameda, Salares, Ardales, Igualeja, El Borge, Benamocarra, Cartajima, Coín, Alfarnatejo, Alhaurín el Grande y Algatocín. En estos municipios queda prohibida cualquier actividad no esencial y se cierra la hostelería y el comercio, además de quedar confinados perimetralmente. Estas medidas se revisarán a diario y cambiarán en función de la incidencia acumulada (la tasa de positivos por cada mil habitantes en las últimas dos semanas). En caso de que el Ejecutivo central no autorice el adelanto en el toque de queda, el horario seguirá siendo de diez de la noche a seis de la mañana.
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Esta limitación de movimientos trata de frenar el avance hasta ahora imparable de la tercera ola, cuya curva sube a diario a peor ritmo de lo esperado. Aunque todos los expertos anticiparon otra sacudida de la pandemia después de las fiestas navideñas, desde la Junta reconocen que no esperaban una escalada «tan violenta y explosiva» y creen que «aún queda mucho» para alcanzar el pico, por lo que las semanas más duras de la crisis sanitaria desatada por el Covid-19 están por llegar. Moreno admite que los contagios han aumentado «de manera alarmante» en los últimos días, incremento que achaca a las nuevas variantes del virus, con mayor capacidad de transmisión: «El avance es muy rápido porque variantes como la británica están ya entre nosotros. La incidencia se multiplicará por diez debido a estas cepas». En la Junta siguen de cerca el impacto de estas variantes desde que detectaron una inusual subida en el número de diagnósticos positivos en La Línea de la Concepción, en Cádiz, por su cercanía con Gibraltar. Desde San Telmo también consideran que la situación en la Costa del Sol, una de las comarcas más azotadas por esta tercera ola, es producto de la amplia presencia británica, aunque la nueva cepa se transmite de forma comunitaria desde hace días. Ya no se trata por tanto de una «cepa británica» porque se han detectado positivos entre personas sin vínculo epidemiológico con el Reino Unido, país castigado por un peculiar aumento de contagios que el Gobierno de Boris Johnson atribuye igualmente a la mayor capacidad de transmisión de esta variante.
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Andalucía ha registrado esta semana sus dos peores datos históricos de contagios: 6.664 casos ayer y 6.882 positivos el miércoles. La tasa de incidencia se ha elevado hasta los 463 contagios por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días, 58 puntos más que el jueves y 260 puntos por encima de la tasa notificada hace sólo una semana. Moreno siempre ha recordado que los diagnósticos positivos «de hoy son las hospitalizaciones de mañana». También la presión asistencial se ha incrementado en los últimos días de manera preocupante: la comunidad acumula ya casi 2.000 pacientes ingresados por coronavirus, 722 más que hace una semana. Este aumento, recuerdan los sanitarios, no podrá sostenerse durante muchas más semanas, al menos sin recurrir a los hospitales de campaña levantados en diferentes provincias. Málaga aparece en las estadísticas como la provincia más afectada por esta tercera ola, con 411 hospitalizados de los que 38 se encuentran en cuidados intensivos. Le siguen Cádiz, con 366 pacientes; Granada, con 292; Sevilla, con 279; Córdoba, con 170; Jaén, con 163; Almería, con 165, y Huelva, con 70.
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El lunes 11 comenzaron a aplicarse las medidas anunciadas por Moreno el pasado viernes, que se suman a las acordadas ayer: cierre perimetral de la región, toque de queda entre las diez de la noche y las seis de la mañana, recorte del horario del comercio y la hostelería y clases telemáticas en la Universidad. Las medidas coinciden con el inicio renqueante de la campaña de vacunación contra el coronavirus. Andalucía ha utilizado el 57,1 por ciento de las vacunas recibidas hasta ahora (123.459 de 216.320 unidades), ligeramente por debajo de la media española, que asciende al 59,3 por ciento, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad. Pero desde la Junta insisten en que Andalucía «está preparada» para asumir un ritmo de vacunación masiva, como ocurrió con la campaña de la gripe, con dos millones de inyectables puestos en apenas dos meses, y reclaman más dosis al Gobierno central.
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La combinación fatal entre el temporal de frío, la transmisión comunitaria de la nueva cepa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que sea un 70 por ciento más contagiosa y la relajación de las medidas por las fiestas navideñas ha encendido todas las alarmas en Andalucía y en el resto de España. El estado de alarma actual no permite el confinamiento domiciliario. Por eso Moreno ha exigido al Gobierno de Sánchez «todas las herramientas» para tomar medidas de mayor calado en función del estado de la pandemia: «Debemos contar con todos los instrumentos y poder confinar a los habitantes de los municipios donde sea necesario». Desde Madrid aún no han respondido a esta petición.
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