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El lanzamiento de las primarias en el PSOE de Andalucía ha sumergido al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en una vorágine en la que combina ... su agenda oficial con encuentros con militantes socialistas. Ayer atendió a este periódico en la localidad sevillana de El Viso del Alcor.
-El debate interno ha girado en torno a cuándo celebrar las primarias. ¿Cuál va ser ahora?
-Era un debate en cuanto a cuál era el momento más idóneo para consultar a la militancia. No era un tema superficial, sino de estrategia y de análisis político. Unos defendíamos que tomáramos la iniciativa y otros, que no tocaba.
-¿El escenario de un adelanto electoral lo ve posible?
-Va a estar siempre, pero esa variable pierde importancia para nosotros. Si hemos tomado la decisión de hacer estas primarias y el 13 de junio tener elegido el candidato o candidata, en lo que tenemos que concentrarnos es en hacer un proceso participativo potente para renovar el propio proyecto para recuperar el gobierno de Andalucía.
-En el acto de su presentación mencionó dos fechas como referencias de los asuntos que tiene que resolver el PSOE: la división tras el 1 de octubre de 2016, cuando Sánchez se vio forzado a dimitir como secretario general, y la falta de autocrítica tras la pérdida de la Junta el 2 de diciembre de 2018.
-Enmarqué esas dos fechas en lo que definía mi candidatura, que es la candidatura de la unidad. La unidad es fundamental para tener un proyecto de cambio que sea capaz de conseguir el Gobierno. A mi juicio hay un primer elemento que no hemos resuelto bien, tras las anteriores primarias federales entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, porque a partir de ahí en Andalucía nos ha costado liberarnos de las etiquetas de quién apoyó a quien y eso lastra la posibilidad de hacer un proyecto potente. Estas primarias no son segundas vueltas de nada, sino el debate de qué necesitamos en Andalucía para gobernar. La segunda cuestión es también obvia. Parte de la debilidad que podemos tener en estos momentos para volver a ilusionar a la militancia y a la sociedad está en que no hemos revisado nuestro propio proyecto. Tenemos que analizar por qué perdimos medio millón de votos en 2018 y ver si fue por problemas de gestión o si acusamos la división interna. Ese análisis es imprescindible.
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-¿Usted lo hizo?
-Creo que acusamos varios elementos. Yo entonces llevaba ocho años fuera de la Junta de Andalucía y estaba en el ámbito local. Pero creo que hay varias razones, el desgaste tras varios años de gobierno y que no habíamos sido capaces de acercar nuestro trabajo regional a las realidades de territorio, a las necesidades de la gente. Quizás lo hago con la deformación de la visión local que tengo. No muchos compañeros han tenido mi experiencia en el gobierno de Andalucía y también en una ciudad tan grande como Sevilla. Ese enfoque regional y local me hace ver que ese es uno de los elementos,conseguir poner lo local en el centro de la estrategia regional. La opinión de los alcaldes, alcaldesas y concejales tiene que contar.
-¿El PSOE sigue aún en el purgatorio por los ERES y el resto de los casos de corrupción?
-Los electores han ido analizando esas cuestiones y tomando decisiones. Hay también procesos judiciales en relación con responsabilidades del Partido Popular y mire los resultados de las elecciones en Madrid. ¿En qué medida los ciudadanos tienen en cuenta situaciones del pasado para tomar decisiones de futuro? Yo creo que cada vez menos. La gente vota en base a expectativas.
-Hay quien ve en usted un instrumento de Pedro Sánchez para terminar de dirimir sus diferencias con Susana Díaz.
-Mi discurso es justamente el contrario. Si fuese así yo no estaría hablando de unidad. En el acto de Granada había entre el público personas que se reencontraban tras haber mantenido en aquel proceso posiciones diferentes. Quien quiera vender que aquí hay una imposición de Ferraz le está faltando el respeto a la inteligencia de los militantes. Aquí no vota ni Ferraz ni la dirección regional. Aquí no se trata de si las caras son nuevas, sino si el proyecto es nuevo.
-¿La oferta de unidad que lanzó en su acto de presentación fue para el 14 de junio?
-Yo dije que en el PSOE no sobra nadie y que la experiencia de Susana Díaz como expresidenta de la Junta va a ser siempre un activo para el PSOE. Es una mujer joven que tiene mucha vida política por delante. Si consigo la confianza de los militantes voy a contar siempre con la compañera Susana Díaz porque ella en muchos momentos me ha dado su confianza y considero que debe estar siempre trabajando para el PSOE. Es una socialista que desde muy pequeña decidió trabajar por el PSOE y por la sociedad y siempre va a tener su sitio.
-¿Ser alcalde de Sevilla puede ser una rémora para usted en otras ciudades andaluzas?
-Espero que no, porque cuando tuve responsabilidades en la Junta hice muchos kilómetros y trabajé mucho en la planificación territorial de comarcas y de áreas metropolitanas de Sevilla, de la conurbación de Málaga, de la comarca de Motril, del poniente y del levante almeriense. Esa visión del territorio me hace sentir cómodo a la hora de explicar proyectos e iniciativas.
-¿Cómo valora el trabajo de oposición que está haciendo el PSOE?
-Es una oposición difícil, como todas, en la que es difícil encontrar el sitio. Se dificulta más porque los mismos responsables de la oposición eran responsables en el último gobierno. Donde hay que reforzar la oposición es en las propuestas constructivas, en dónde creemos que hay que hacer las cosas.
-Hay quien ve en usted un perfil tan moderado que sería el Moreno Bonilla del PSOE
-Evidentemente soy socialista y Moreno Bonilla es conservador o liberal, no sé como calificarlo. Somos personas que podemos tener un carácter parecido desde el punto de vista de la cordialidad o del respeto institucional, lo que nos ha permitido cooperar. Eso no significa que no tengamos diferencias sustanciales en nuestros proyectos políticos. El mío es un proyecto de izquierdas, centrado, mientras que Moreno Bonilla es un líder político de la derecha española. Lo que sucede es que vivimos en una política de confrontación en la que los ciudadanos cada día valoran más a los políticos que se respetan y llegan a acuerdos. Me gustaría que el cambio que propugno también sea un cambio de estilo.
-El PSOE tiene dos posibles estrategias, una es disputarle al PP el espacio de la moderación, y la otra es presentar un proyecto claramente de izquierdas
-Es muy sencillo. Primero, recuperar los 500.000 votantes socialistas que no fueron a votar en diciembre de 2018, volver a trasladarles confianza. Aquí o gobierna el PSOE o gobierna el PP con Vox. Cualquier persona que apoye a cualquiera de estos dos partidos estará apoyando un gobierno en el que una de sus partes no cree en el título octavo de la Constitución y que cuando escucha el himno de Andalucía se pone de perfil. Es para pensárselo.
-También es difícil que el PSOE pueda gobernar solo. Deberá buscar aliados a su izquierda.
-Yo he gobernado en ambos mandatos como alcalde en minoría, y me ha ido bien. El PSOE no se debe desnaturalizar, debe gobernar con su proyecto político. Otra cosa es la capacidad para llegar a acuerdos, como los que yo he alcanzado en el Ayuntamiento.
-El que presente más avales es el que va a ganar?
-No. Con el cambio de estatuto, tener la limitación de avales en el 2 por ciento no se trata de obtener más que esa cantidad. No va a ser el elemento determinante como sí lo fue en otras ocasiones. Lo importante va a ser la votación.
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