Debate de la Comunidad | Moreno avisa de medidas «difíciles, duras y necesarias» a partir del fin de semana

Moreno hizo este anuncio tras calificar en el discurso de la mañana de «preocupante» la situación de Granada, Sevilla y Jaén, las zonas en las que ahora está golpeando con más dureza el coronavirus con gran número de contagios. «Los datos en Granada, Sevilla (área metropolitana) y Jaén no son positivos y, por tanto, están en una situación de riesgo elevado», dijo Moreno en la intervención con la que abrió el debate de la Comunidad, el primero desde que accedió a la Presidencia en enero de 2019 .

Moreno dedicó parte de ella a desglosar las medidas tomadas por su gobierno en la primera y segunda ola y defendió que las acciones de acuerdo con los consejos de los expertos «están respondiendo en términos razonables». Reconoció, no obstante, el colapso en la atención primaria que atribuye al «estrés» por la crisis sanitaria y a la herencia recibida.

En esta primera intervención aludió a que las estadísticas «nos sitúan todavía por debajo de la media española». Y citó que hay 1.506 ingresados en hospitales, de los que 193 están en UCI, para recordar que el pico de la primera ola alcanzó los 2.708 hospitalizados el 31 de marzo con 438 ingresados en UCI. Pese a ello, Moreno expresó su preocupación por la situación en las provincias de Granada, Sevilla y Jaén, con datos superiores a la media andaluza. Recordó que las medidas de «control» acordadas la pasada semana en Granada y advirtió de «estar muy pendientes de la evolución, minuto a minuto, por si fuera necesario adoptar otras medidas».

«Esto no lo podemos resolver solos», esgrimió el presidente para hacer un llamamiento a los jóvenes y adolescentes a la «corresponsabilidad». Un mensaje dirigido sobre todo a Granada y Sevilla, donde el aumento de la incidencia está relacionado con la incorporación a estas ciudades de la población estudiantil. «No quiero criminalizarlos, pero sí advertirles de que su actuación puede poner en riesgo su salud y la de sus seres más queridos», dijo para sugerir que no le gustaría llegar a tomar «medidas drásticas» que podrían dañar la economía y el empleo.

Fue en la réplica a Susana Díaz por la tarde cuando el presidente pasó de la advertencia de medidas drásticas al anuncio de una reunión urgente el viernes para concretarlas. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya había anunciado la posibilidad de aplicar el toque de queda en algunas ciudades y Moreno había conocido nuevos datos preocupantes de Sevilla y Granada. El jefe del ejecutivo de PP-Cs no perdió su compostura conciliadora tras aguantar el chaparrón de críticas a su gestión de Susana Díaz, que denunció que según una respuesta por escrito de la Consejería de Salud, solo hay 307 rastreadores a tiempo completo y no los 9.000 que había dicho el presidente en su discurso. Moreno recordó la herencia recibida de la socialista y predecesora en la Junta y el ajuste de 7.000 sanitarios durante la anterior crisis. Pese al cruce de reproches Moreno admitió que la atención primaria ha estado desbordada por la pandemia y aseguró que ya se le está poniendo remedio.

Salvo algunos momentos en la segunda réplica con la portavoz de Adelante Andalucía, Ángela Aguilera, en la que Moreno echó mano de la investigación judicial al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, de forma agria, el presidente logró imprimir al debate un tono moderado y conciliador. Las palabras diálogo, unidad y lealtad fueron constantes en sus intervenciones con los líderes de la oposición. Hasta tal punto que la socialista, Susana Díaz, agradeció ese tono que «no será el de mañana en el Congreso», en alusión a la moción de censura de Santiago Abascal (Vox) al presidente, Pedro Sánchez.

Una moción de alguna forma presente en la contención de Moreno, cada vez con más control sobre el estilo de hombre de estado moderado que quiere imprimir a su mandato en contraposición a otras corrientes más radicales de su partido. El PP andaluz no ve bien que Pablo Casado se decida por el «sí» a la censura a Sánchez. En todas sus intervenciones Moreno intentó esquivar críticas al jefe del Ejecutivo nacional, al que solo reprochó que no ejerza su responsabilidad de «liderar, planificar y coordinar» la gestión de la pandemia.

Varias veces lanzó llamadas a la unidad política para luchar contra lo que ha llamado «coronacrisis». Especial énfasis puso al solicitar a los grupos de la oposición que respalden la propuesta que llevará este próximo lunes a la Conferencia de Presidentes para que Andalucía reciba 23.000 millones de euros de los fondos europeos según criterios de población, tasa de desempleo y riqueza de la comunidad. «Resultaría incomprensible que representantes andaluces de esta Cámara no se implicasen en la defensa rotunda de Andalucía y su participación en los fondos europeos», dijo en clara alusión al grupo socialista que preside Susana Díaz, quien horas antes del debate le había enviado una carta criticando la propuesta de los 23.000 millones por no ajustarse a lo que de verdad ha aprobado la Comisión Europea, ya que el dinero es a proyectos y no por regiones.

Moreno persistió en su mano tendida y hasta invitó a Díaz a ir con él a visitar al ministro de Agricultura, Luis Planas, para «pelear» por los fondos de la PAC. «Hagamos que los andaluces se sientan orgullosos de sus representantes públicos, entendámonos todos, expongamos nuestras discrepancias con sinceridad», dijo Moreno insistente con la foto de unidad en contraposición a la crispación de la política nacional. Hoy se conocerá en las votaciones de las iniciativas si la foto es posible o no.