Miércoles, 27 de Marzo 2024
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No pasa inadvertida la tendencia. El debate público ya no va de principios ni de problemas sociales ni de prioridades políticas ni de ideas. La saliva se gasta, ante todo, en desprestigiar al contrario por todos los medios y en dejar bien sentada la adhesión inquebrantable e incondicional a la propia camiseta. Y, si la saliva no es suficiente para acallar la voz del otro, vienen los denuestos, la amenaza, el abuso. En suma, buena parte de las gradas que antaño ocupaba la ciudadanía sanamente convencida de sus colores la ha invadido hoy una masa vociferante y violenta que no concibe el ágora como lugar de encuentro, sino como campo de batalla. En un estadio los llamaríamos ultras. Aquí son hoy el modelo, lo que hay que ser so pena de ser tildado de tibio o traidor. Permítasenos que no lo sean para todos.
LAS CARTAS DE LOS LECTORES
Queridos políticos
Hace algunos años decidí claudicar de mi derecho a ejercer el voto, lo hice con pesar y mucho cargo de conciencia (casi el mismo que tenía meses después si había salido elegido el partido por el que me había decantado). Desde que tomé esa determinación fui atacado en numerosas ocasiones por amigos y familiares reprobando mi actitud y yo siempre me defendí manifestando mis ganas de volver al redil, pero explicando que para mí es inadmisible si no llegan a unos mínimos quienes se presentan. Tras años en las trincheras ahora soy yo el que pasa al ataque y les pido explicaciones a quienes me señalaban con el dedo. Los representantes del pueblo intentan normalizar situaciones anómalas como la falta de palabra, la violencia verbal o la ausencia de honradez, su única defensa es que el contrincante es aún peor e intentan construir una legión de adeptos equiparables a los ultras de un equipo de fútbol. ¿Cómo se puede tolerar que se hayan enriquecido a costa de una pandemia? ¿Cómo puede ser que piensen que no los van a coger? (No sé qué me asusta más, si pensar que son tan ineptos o que el sistema los protege hasta que caen en desgracia). ¿Cómo puede ser que ya nadie se responsabilice de su personal de confianza? Yo estoy deseoso de volver a votar y dar la razón a familiares y amigos, pero no me lo ponen nada fácil.
David Tuero Rodríguez. Gijón (Asturias)
Maté al padre porque la hija es mía
El 14 de marzo se cumplió el triste aniversario de la muerte de un padre que luchó por el derecho de su hija a tenerlo. Fue en 2007. Miguel Ángel Salgado Pimentel había ganado el juicio por la custodia de su hija de nueve años de edad, después de una ardua lucha de varios años contra su exesposa, la abogada María Dolores Martín Pozo, quien ejercía una actitud posesiva con la niña, y que cumpliría su amenaza de matarlo poco después, contratando a un sicario que acabó con su vida en el aparcamiento de su casa. El caso fue toda una secuencia de maltrato continuado al padre e impunidad de la agresora, frente a la cual no se tomaron las medidas de protección adecuadas de la verdadera víctima, y que afectó gravemente a su propia hija y a sus padres, aún desconsolados, a quienes llamo cada año por estas fechas. Desesperanzados, no solo han perdido a su hijo, sino también a su nieta, a cargo de los abuelos maternos que han impedido la relación normal con ellos durante todos estos años. Un padre separado que amaba a su hija, muerto; una madre condenada por asesinato; una niña manipulada por el entorno materno que se pierde el amor de su padre, y unos abuelos destrozados sin su nieta. Este es el triste balance de una historia que nunca debió ocurrir. Miguel Ángel Salgado, muerto casi en el Día del Padre, en nuestro recuerdo.
Jorge Skibinsky. Palma de Mallorca
Longevidad vs. juventud
Estados Unidos ya tiene los dos candidatos de los partidos demócrata y republicano. Tanto Joe Biden (81 años) como Donald Trump (77 años) tienen los delgados necesarios para poder aspirar a la Casa Blanca. Ellos representan el correr de los tiempos actuales, donde la longevidad se impone a la juventud. La lógica debería de ser tener personas más jóvenes para aspirar a la presidencia, siendo la experiencia el mejor asesor para la gestión presidencial. Es difícil que unas personas con una cultura del pasado puedan realizar los cambios y transformaciones necesarias que hoy se precisan, siendo clave la voluntad. La misma situación tenemos en India con Narendra Modi (73 años), en China con Xi Jinping (70 años), y en Rusia con Vladímir Putin (71 años). El mundo de los jóvenes, con ideas frescas y pensamientos nuevos, tendrá que esperar porque de momento sus oportunidades no han llegado. No es de extrañar que la política, a las nuevas generaciones, no les interese. Si continuamos en esta línea, ¿en la próxima década tendremos candidatos con 90, o 100 años? Algunos líderes mayores han demostrado una gran capacidad para adaptarse y liderar reformas significativas. La juventud aporta energía, nuevas perspectivas y conexión con las generaciones más jóvenes. La política debe encontrar un equilibrio entre la experiencia y la juventud. La diversidad de edades y perspectivas en el liderazgo es fundamental para una sociedad dinámica y progresista.
Pedro Marín Usón. Zaragoza
Menos asesores y más policías
A mí no me pegarán nunca en la calle Rizarcuela. Y mira que trabajé en El Cairo cuando era la zona. Porque sé que ni tengo la edad ni son los mismos tiempos. Bastaba la presencia de una patrulla policial para bajar los ánimos a todos. Ahora no hay miedo. Y se nota. No pueden golpear, no pueden disparar, no pueden nada más que retener. Y si les haces daño te denuncian. ¿Que policía queremos? Yo me rindo. Ya no voy por la calle de noche. Y ojalá no llegue el momento de que cuando veamos un coche de policía sea igual que ver un taxi. Un coche más. Que lo de servir y proteger es otra cosa. Y el respeto se ha perdido. Y si les damos la responsabilidad de hacer seguras nuestras calles, démosles los medios: 108 policías locales en Palencia. Descuenta descansos, bajas, permisos y vacaciones. Segunda actividad como centralitas, ayuntamiento, y ¿cuántas patrullas hay en la calle? A mí no me salen las cuentas. Para tanto como lo que hacen. Menos asesores y más policías y bomberos. Que a los otros ni les vemos ni se les echa en falta.
Luis A. Díez. Palencia
LA CARTA DE LA SEMANA
LA INGRATA CITA PREVIA
Pese a haber dicho, la Xunta como el Gobierno de España, que se acababa la cita previa obligatoria para realizar trámites con la Administración (antes terminaría para los mayores de 65 años), no es verdad. Y en el INSS no hay citas disponibles por Internet, al menos en un mes, y, si la hay, te remiten a 20 o 30 kilómetros de donde vives. ¿Citas urgentes?: te instan a ir a la puerta de la oficina una hora antes de abrir al público. Y allí estás, al frío, con 39 o 79 años, esperando a que te digan si hay un hueco. Si lo hay, te dan un papelito hecho a mano con el día y la hora. Si no: vuelva usted mañana hasta que, ¡oh, Dios!, ¡bingo! Y no se te ocurra hacer nada por Internet: cuesta más esfuerzo que una licenciatura. Somos la vergüenza internacional. Los funcionarios racionando la atención al público porque están estresados... Y el resto de los trabajadores, en el ruedo de la privada: sufriendo interminables jornadas laborales que los llevan a enfermar. Pasando a ser toreados por la pública mediante la ingrata, e incomprensible, cita previa.
Xiana del Cabo. Correo electrónico
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