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Decorar con buenos mimbres

Nueva tendencia de Navidad

Decorar con buenos mimbres

Relegadas durante años a los rincones más nostálgicos de las casas, las piezas realizadas con fibras naturales como el mimbre o el ratán han resurgido con fuerza, redefiniendo el valor de la artesanía como estandarte del lujo en el siglo XXI. También en Navidad.

Viernes, 20 de Diciembre 2024

Tiempo de lectura: 3 min

A menudo asociado con la estética rural, el mimbre no solo ha conseguido recuperar su lugar en el diseño de interiores, sino que ha elevado su estatus hasta convertirse en sinónimo de elegancia y modernidad. Elaboradas a base de fibras naturales, como el sauce, el ratán o el bambú, las nuevas piezas realizadas con estos materiales aportan un toque de calidez orgánica a los hogares modernos, que combina sin esfuerzo con diversas texturas y tendencias decorativas «desde un salón de estética industrial con paredes de hormigón o acabados de metal hasta un dormitorio clásico de paredes blancas y cabeceros tapizados», explica Pilar Ridruejo, creadora de La Filomena Mimbre. Porque ya no hablamos solo de las clásicas cestas o las sillas, sino de lámparas, espejos, peanas, muebles y hasta panelados completos para recubrir una pared. Estos elementos, antes considerados rústicos, se integran ahora con piezas contemporáneas.

Sinónimo de lujo

«Existe un enorme interés hacia los oficios artesanales y la creación de piezas únicas», asegura Mirian Miguel, creativa de PLAF Estudio y docente en el Grado de Interiores y Producto en el IED Madrid. «Y el mimbre recoge ese punto nostálgico de la producción lenta, de proximidad y de consumo responsable al que muchos nos gustaría volver». En un mercado saturado de productos estandarizados, la singularidad de un objeto hecho a mano con técnicas ancestrales se ha convertido en sinónimo de lujo.

«El mimbre recoge un punto nostálgico de producción lenta y de consumo responsable al que muchos nos gustaría volver»

Así lo descubrieron Anthony Wat­son –un estilista británico-francés– y su pareja, Be­noît Rauzy, en 2016 cuando llegaron a Va­lla­brè­gues, un pueblo de la Provenza francesa conocido desde hace centenares de años por su artesanía en torno a la cestería y al trenzado del mimbre. Convencidos del valor de aquel patrimonio artesanal, la pareja decidió establecer su propio taller, el Atelier Vime, para recuperar la tradición y ofrecer una selección de objetos y muebles antiguos de cestería, ratán o cuerda firmados por diseñadores famosos (como Janine Abraham o Audoux-Minet…) y artistas anónimos.

Un icono erótico

El mimbre se ha utilizado en la fabricación de mobiliario y piezas utilitarias desde hace siglos, pero fue en los años setenta cuando se puso de moda en la decoración de interiores tras la aparición de la famosa Peacock Chair o 'sillón Emmanuelle' en el clásico del cine erótico francés, protagonizado por Sylvia Kristel en 1974. Fabricada en mimbre y ratán, aquella pieza, tradicionalmente utilizada en la decoración exterior, se introdujo en las casas y, con ella, el gusto por el diseño de objetos artesanales. Y, aunque en años posteriores aquella pasión por el mimbre dio un paso atrás, nuevos creadores como el maestro cestero pontevedrés Álvaro Martínez Leiro (Premio Nacional de Artesanía 2023) lo han vuelto a recuperar, fusionando el proceso tradicional con técnicas y diseños contemporáneos.

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Las imágenes de este reportaje pertenecen al libro 'Atelier Vime. Histoire, lieux et formes', publicado por Flammarion.
La Filomena mimbre en Instagram: LaFilomena_mimbre

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