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Ilustración Tomás Ondarra
Aprender a discutir

Aprender a discutir

Aunque suene extraño, puede ser bueno para el cerebro si lo hacemos a un nivel racional

Isaac Asenjo

Madrid

Miércoles, 21 de septiembre 2022

Discrepar es normal, el problema es cuando la cosa sube de tono, cada parte se enroca en su postura y no se llega a acuerdo ninguno. Esto puede pasar muchas razones: el tema es demasiado controvertido, las posiciones están muy alejadas, alguna de las partes ... o las dos se han entregado al 'discutir por discutir'... o acaso es que no conocen el arte del debate, que también existe. «Generalmente, el problema existe porque percibimos que, ante un desacuerdo, alguien tiene que perder y no queremos ser nosotros, por lo que tenemos tendencia a 'luchar por nuestro interés', en vez de pensar que podemos ganar ambas partes. Pocas veces discutimos para entender al otro y acercar posiciones», define las bases del problema Lucía Feito, psicóloga general sanitaria y experta en terapia familiar y de pareja en Instituto Psicológico Cláritas.

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