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Gonzalo De las Heras
De la cepa a la copa

De la cepa a la copa

Así es el proceso de elaboración del vino, desde la vendimia de la uva al embotellado

Lunes, 6 de septiembre 2021, 00:12

El vino, más allá de una bebida alcohólica, es una obra de arte. Y es que, tras esa copa que degustamos con los cinco sentidos y con la que celebramos la vida en cada brindis, hay todo un proceso de elaboración artesanal con siglos de historia. La tecnología ha permitido modernizar la técnica, pero el procedimiento todavía mantiene sus raíces más añejas.

Repasamos el viaje clásico de las uvas tintas desde que brotan en la cepa hasta que se embotellan como vino tinto, así como sus diferencias con la elaboración del vino blanco y el rosado. Eso sí, los especialistas señalan que existen tantas formas de producirlo como fabricantes lo realizan.

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  1. Vendimia

La uva se puede vendimiar (separar los racimos de la vid) a mano o a máquina. «La vendimia manual es más respetuosa con la uva, permite hacer una mejor selección de la fruta y recogerla í́ntegra. La mecánica, por su parte, produce rotura y aplastamiento del grano, pero es más rá́pida, cómoda y econó́mica», explica Antonio Martín Rubio, avicultor y empresario.

Él añade que «para saber si la uva está en su momento óptimo para ser vendimiada, previamente se coge una muestra de uvas al azar y se llevan al laboratorio con el fin de determinar el nivel de azúcar del mosto, la cantidad de acidez y los compuestos fenólicos (sustancias químicas, como los taninos, que se encuentran en las partes só́lidas del racimo, como la piel o las pepitas) en el caso de los vinos tintos». El momento de la vendimia depende de las variedades de uva y está ligado a las condiciones meteorológicas de cada territorio (entre julio y octubre en el hemisferio norte). «Si se vendimia antes de tiempo, la uva estará inmadura y producirá aromas de verdor. Si se vendimia demasiado tarde, estará madura en exceso, se perderán aromas y el nivel de alcohol aumentará por el mayor contenido de azúcares», añade.

Cabe destacar que no todas las variedades de uvas son válidas para todas las zonas, pues el suelo varía mucho de unos lugares a otros. «Por ejemplo, la uva Syrah es más difícil de cultivar en La Mancha», expresa Martín. !En cuanto al clima, lo ideal para su crecimiento es que no haya heladas, sequí́as, granizo, plagas, ni mucha humedad, lo que motiva enfermedades por hongos (mildiu, oídio, botritis...)!.

  1. Despalillado

Consiste en separar las uvas del raspó́n (rama del racimo), pues este ú́ltimo aporta sabores herbá́ceos y aromas amargos al mosto. «Aun así, algunos vinos jóvenes se elaboran con raspó́n para dar caracteres má́s frescos y afrutados a la bebida», declara Juan Ramón García, enólogo en Pago del Cielo, bodega propiedad de la Familia Torres.

  1. Estrujado

En este paso se rompe la piel de la uva (hollejo) para extrar parte del mosto de su interior y así facilitar el proceso posterior de maceración. «No debe der demasiado exhaustivo, pues si se rompen las semillas se puede amargar el mosto», sostiene Laura Macías Pérez, enóloga y autora del libro «Elaboración de vinos» (Editorial Síntesis).

  1. Maceració́n

Llegado a este punto, se deja reposar el mosto junto con las partes sólidas (semillas y hollejos) durante un tiempo determinado. «De este modo, el jugo de la uva adquiere el color y demá́s características de la piel del fruto. En el vino blanco este paso no suele hacerse, o es muy corto, mientras que en el rosado el tiempo de maceració́n es má́s breve que en el tinto», cuenta Macías.

  1. Fermentació́n alcohó́lica

En este proceso, el azú́car que contiene la uva se transforma en alcohol gracias a las levaduras. «Durante la fermentació́n alcohó́lica, el gas carbónico que se produce eleva los hollejos y semillas hacia la superficie del depósito, formando el denominado sombrero. Este debe ser remontado varias veces al dí́a para homogeneizar la mezcla», afirma enólogo en Pago del Cielo.

«Remontar el vino consiste en elevar el líquido que se encuentra en el fondo de los depó́sitos hacia la superficie para que tome contacto con el sombrero. Si lo que se hace es ejercer presió́n de arriba a abajo, se denomina bazuqueo», añade la enóloga Macías.

  1. Descube

Cuando el vino tinto está fermentado, se traslada a otro depó́sito, donde las partes só́lidas se sedimentarán.

  1. Prensado

La parte líquida, o mosto, dará́ lugar al vino de yema. «La parte sedimentada (hollejos), se prensará para así́ obtener el vino de prensa, de menor categoría. En los vinos blancos y rosados, antes de proceder a la fermentació́n alcohó́lica se realiza el prensado, que sirve para extraer todo el mosto de la uva, y el desfangado, procedimiento de limpieza en frí́o donde se elimina gran parte de las sustancias só́lidas para que no enturbien el vino», describe García.

  1. Fermentación maloláctica

En los vinos tintos, la fermentación maloláctica transforma el ácido má́lico procedente de las uvas, má́s agrio, en ácido láctico, má́s suave, lo que refina los sabores, cuentan los especialistas.

  1. Crianza

Comienza al introducir en barricas de roble, generalmente de 225 litros de capacidad (la llamada barrica bordelesa), para producir su oxigenació́n (por la entrada de muy pequeñ̃as cantidades de oxí́geno a través de los poros de la madera) y que se enriquezcan con los componentes propios de la madera, que otorgan complejidad y matices a la bebida.

«La madera más utilizada en las barricas es el roble (principalmente el que se importa de Francia y EE UU) por sus cualidades: resistencia a la filtració́n, elasticidad, estanqueidad, resistencia al desarrollo microbiano...», explica Macías.

Tiempos de envejecimiento del vino: la Ley de la Viña y el Vino fija los siguientes períodos mí́nimos

Crianza

Duración mí́nima del proceso de 24 meses, en tintos, y de 18 en blancos y rosados, de los cuales permanecerán en barrica al menos 6 meses.

Reserva

Duració́n mí́nima del proceso de 36 meses (mínimo 12 meses en barrica) en tintos y de 24 meses en blancos y rosados (al menos 6 meses en barrica).

Gran Reserva

Duración mí́nima del proceso de 60 meses, al menos 18 en barrica.

  1. Trasiego

Durante la crianza, para quela bebida se airee, el vino se mueve de unas barricas a otras.

  1. Clarificació́n y filtració́n

Se limpia el vino para retirar partículas no deseadas y que no quede turbio. «En vinos sin crianza, este paso se realiza tras la fermentación», destaca la enóloga.

  1. Embotellado

La botella cumple un papel fundamental en la calidad del vino pues, una vez embotellado, sufre cambios de color, sabor y aromas que pueden mejorarlo o empeorarlo.

Los factores que má́s influyen en el vino una vez embotellado son:

Tapón de corcho

Su porosidad permite la entrada de pequeñas cantidades de oxígeno, beneficiosas para el vino. Si cede aromas a la bebida da lugar al denominado «olor a tapón o a corcho». Para evitarlo, recientemente se han introducido materiales sintéticos (sillicona, plástico) o metal.

Color del vidrio

Los colores oscuros protegen el vino de la radiación de la luz y, por tanto, de la oxidación.

Tamaño

Cuanto más pequeña es la botella, más rápida es la evolución del vino. El tamaño más común es de un volumen de 75 cl y la forma más común es la bordelesa.

La crianza en botella debe realizarse con el envase en posición horizontal y almacenarse en un ambiente oscuro y a una temperatura y humedad constantes.

A la hora de saber cuá́l es la mejor forma de maridar la comida con el vino adecuado, los expertos recomiendan acompañar la carne con los tintos con má́s crianza; el pescado, el arroz con blancos, así́ como algunas carnes blancas; y los postres con vinos dulces y licores. Si el tinto es joven se puede consumir con pescados con salsas (como el bacalao al pilpil), mientras que un blanco con crianza puede ir bien con carnes suaves como el conejo o el pollo.

En cifras

  • ¿Cuántas variedades de uva hay? Existen má́s de 1.300 variedades de uva para hacer vino. La variedad que má́s se produce en España es la Tempranillo (uva tinta), que es autóctona y está́ presente en las principales zonas vitivinícolas del paí́s. Otras uvas tintas son la Garnacha, Syrah o Cabernet Sauvignon. Entre las uvas blancas encontramos la Verdejo, Albarinño, Moscatel o Pedro Ximénez.

  • ¿Cuánto cuesta producir un kilo de uvas? El coste medio de producción por kilogramo (kg) de uva en España es de 0,5€/kg, con un rango que osciló en 2020 entre los 0,23€/kg, que se producía en Madrid, y los 0,94€/kg, en el Paí́s Vasco. Si se tiene en cuenta la producción por hectá́rea, esta varió́ desde los 1.617€/ha de Extremadura a los 9.304€/ha de Galicia. Los principales factores que elevan el precio de producció́n de uva son: la poda, la vendimia y los productos fitosanitarios (fertilizantes). Un dato curioso es que «en Castilla-La Mancha se sigue hablando en pesetas al designar el precio al que se paga la producción de uva», dice el viticultor Martín Rubio. Con la última reforma de la Ley de la Cadena Agroalimentaria, en teoría no se pueden firmar contratos por debajo de lo que cuesta producir la uva, pero se incumple con frecuencia. Por ejemplo, las principales bodegas del Marco de Jerez ofertan este 2021, inicialmente, 0,39€/kg, muy alejado de los 0,46€/kg de media que ha costado la producción al agricultor, como ha denunciado el sindicato Asevi-Asaja.

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