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Morir para vivir

Morir para vivir

Relato Negro ·

La última de mis muertes fue la tuya. Cuando ya nada quedaba, llegaste y me lo diste todo

Víctor del Arbol

Miércoles, 21 de julio 2021, 00:00

La primera vez que me asesinaron yo tenía 7 años. Dicen que de esa edad se recuerda poco y se olvida mucho, pero yo lo recuerdo todo. Él dijo que yo no era como los demás; los otros tenían una esponja en la cabeza, lo ... absorbían todo, aprendían deprisa, eran obedientes. Pero yo tenía una piedra aquí dentro —y al decirlo golpeaba repetidamente mi entrecejo con su índice y yo sentía a un pájaro carpintero picoteándome–. Para demostrar su tesis me abrió la cabeza con un palo. Ese día aprendí que las piedras también rezuman sangre oscura. No sé qué era lo que tanto le enfadaba de mí. Que sorbiera los mocos sin llorar cuando me abofeteaba, que me mordiera las uñas y me las guardase en los bolsillos, que trapichease con las gelatinas del postre a cambio de cigarrillos que olían a calzoncillos o calcetines porque en el orfanato estaba prohibido fumar. Cuando desperté en el hospital ya no era yo, era otro. Uno que pensaba pero que no era capaz de traducir los pensamientos en palabras, solo en balbuceos.

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