Un acreedor fuerza el concurso de Summa Hoteles, con nueve alojamientos en la Costa

Un proveedor murciano que exige a Summa Hoteles casi 63.000 euros ha instado el concurso necesario de esta cadena hotelera costasoleña, cuya explotación ha cambiado de manos varias veces y que ha sido noticia en los últimos tiempos por los impagos a sus trabajadores. El pasado sábado se publicó en el BOE la declaración de concurso de la compañía, que controla nueve establecimientos: Los Álamos, Marina Sur, Goya, El Greco, Velázquez, Altos de Istán, Nuestra Señora de la Victoria, Fénix y Medina Azahara. Todos ellos permanecen cerrados desde el final de la pasada temporada turística.

Los responsables de la sociedad explotadora de estos hoteles están hasta el momento ilocalizables, según confirmó ayer a SUR el abogado Rafael Medina, que ha sido nombrado su administrador concursal . «El proceso va a ser muy complicado porque no tenemos acceso a la contabilidad de la compañía ni a sus directivos, por lo que no sabemos qué otros acreedores tiene ni a cuánto asciende su pasivo», explica el letrado, que está recopilando información en los registros mercantiles para poder dar el siguiente paso, que será enviar burofaxes a los administradores de la sociedad. Al parecer, otros acreedores -concretamente trabajadores- han instado el concurso de otras filiales de Summa Hoteles, aunque el juzgado aún no lo ha declarado.

De esta manera, el alcance de su pasivo es aún una incógnita. Los acreedores tienen un mes, a contar desde el pasado 1 de marzo, para comunicar sus créditos a la administración concursal. La que sí es conocida es la deuda con sus trabajadores: tres nóminas a sus 75 empleados fijos y los finiquitos de sus trabajadores eventuales del pasado verano. La secretaria provincial del Sindicato de Comercio, Hostelería y Turismo de CC OO, Lola Villalba, acusó ayer de «piratas» a los dueños de Summa Hoteles, que según su versión han llegado a dar «pagarés falsos» a los trabajadores.

La cadena fue fundada en 1992 por el empresario Francisco Cuns, que el año pasado vendió la gestión de los establecimientos a la sociedad catalana Unisumma. Pasado poco tiempo, ésta la traspasó a su vez a la murciana Kross Hoteles. «Los 75 trabajadores fijos se subrogaron a esta nueva empresa y se alcanzó un acuerdo en el Sercla para el abono de salarios. Pero desde que estos nuevos dueños llegaron, hemos tenido que convocar una huelga cada mes para que pagaran a la plantilla», denuncia Villalba.