La presión vecinal logra alejar de las viviendas la nueva gasolinera del Carrefour Alameda

Los vecinos de La Barriguilla, en Cruz de Humilladero, han sido capaces de vencer a un gigante como Carrefour. La presión ejercida por los residentes en esta barriada, situada junto al centro comercial Alameda, va a obligar a los responsables del recinto a trasladar la nueva estación de servicio proyectada junto a las viviendas.

La movilización comenzó en el mismo momento en el que la empresa informó sobre su intención de abrir una gasolinera en un solar en la calle Saint Exupery, junto a varios bloques de viviendas. Los propietarios de estos inmuebles comenzaron una campaña de recogida de firmas que ahora ha dado sus frutos. En total presentaron más de 1.500 en el Ayuntamiento y consiguieron que el PSOE se solidarizara con ellos y presentara una moción en el Pleno, respaldada después por el PP e IU.

Tras varias reuniones, la empresa se ha comprometido a buscar una nueva ubicación que satisfaga las demandas de los propietarios. Ahora barajan ubicarla en la otra parte del complejo comercial, en la zona más próxima a la avenida de Andalucía, lo que incluso les permitiría disponer de un acceso desde esta vía principal. De cualquier forma, la corporación municipal ha aprobado no dar ninguna nueva autorización hasta que no exista consenso.

El presidente de la asociación de vecinos La Barriguilla, Juan González, explica que ahora se encuentran a la espera de que la empresa les presente un nuevo proyecto que no afecte a las viviendas. «Lo que está claro es que no podemos permitir una gasolinera a tres metros de las viviendas con la contaminación que ya padece la barriada».

A su juicio, Carrefour y el Ayuntamiento -que aprobó inicialmente el proyecto y ha tenido que dar marcha atrás- «han cometido una torpeza: los primeros por ponerse en contra de los vecinos, y los otros por haber negociado a espalda de los residentes». Por ello, espera que en las próximas reuniones esté representado el colectivo que él encabeza.

La polémica generada en torno a la instalación de la estación se agrava al comprobar que en la misma zona ya hay otra gasolinera. Y más cuando «siempre se ha defendido la necesidad de eliminar las estaciones de los núcleos urbanos», según recuerda Juan González.