EUGENIO CABEZAS
Lunes, 28 de octubre 2013, 09:39
La vida de Francisco Escaño y Yolanda Rodríguez, un matrimonio humilde de Rincón de la Victoria, ambos de 39 años, dio un giro de 180 grados cuando su pequeña hija Celia cumplió los once meses, en marzo de 2007. Hasta entonces «todo había ido normal», aunque ellos venían observando que su niña no se desarrollaba igual que el resto. Fue entonces cuando le diagnosticaron una parálisis cerebral, que le ha provocado graves trastornos físicos desde entonces. «Mi mujer sufrió un infarto intrauterino cuando estaba embarazada de seis meses, la tuvieron que operar con la niña dentro, pero en ningún momento nos avisaron de que podía nacer con complicaciones ni tener secuelas», confesó ayer a este periódico Escaño.
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A partir de ese momento, la vida de esta pareja ha sido un continuo peregrinar por hospitales y centros sanitarios especializados, con constantes tratamientos de fisioterapia, logopedia y estimulación. «Al principio teníamos una ayuda pública de unos 500 euros mensuales con la Ley de Dependencia, pero con los recortes, desde este año nos la han rebajado hasta los 250 euros. Este dinero es insuficiente para pagar todos los tratamientos que Celia necesita», continuó este autentico padre coraje, peluquero de profesión. Ni corto ni perezoso, se decidió a dar el paso para tratar de conseguir recaudar todos los fondos posibles que les ayuden a sobrellevar la situación lo mejor posible y permitan atender los constantes cuidados que Celia necesita.
Tapones de plástico y galas
Así, lo primero que hicieron fue recoger tapones de plástico, una actividad con la que se han volcado numerosas asociaciones y vecinos del municipio. Desde comienzos de año han recopilado más de 4.000 kilos, con los que han recaudado unos 700 euros. El pasado mayo celebraron una gala benéfica con agrupaciones musicales locales, en la que recaudaron otros 6.000 euros. Las ventas de un disco con la actuaciones de la panda de verdiales de Benagalbón también se destina a ayudar a la pequeña Celia.
Ayer, la Asociación de Vecinos Torreón de Albendas quiso unirse también a esta causa, con una ruta a caballo solidaria. Participaron una treintena de jinetes, y en total se recaudaron 450 euros. Celia no pudo acudir ayer a disfrutar de un paseo a caballo, como hace cada semana en sus sesiones de equinoterapia, ya que se encuentra convaleciente de una operación realizada en el Hospital Materno Infantil de Málaga para mejorar la movilidad de sus piernas.
Alberto Anaya, de 25 años, el organizador de la actividad, anunció que tienen intención de repetirla en un futuro para ayudar a otras familias con niños necesitados así como a colectivos locales como Amirax.
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