El Mocito Feliz, por fin protagonista. :: SUR
Festival

El documental malagueño toma el primer plano

Cuatro títulos dirigidos o producidos por firmas de la provincia coinciden en la cuarta jornada del certamen y demuestran la pujanza del género

A. J. LÓPEZ

Viernes, 27 de abril 2012, 20:15

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Cada uno tiene un sueño que perseguir: una sociedad más justa, un poco de libertad entre rejas, una civilización perdida o el fugaz destello de la fama mediática. Cuatro documentales que ayer se dieron la mano en la cuarta jornada del festival, porque, por encima de sus diferencias, todos tienen un denominador común. En realidad, una denominación de origen: están realizados por directores o productoras de la provincia. Así, el documental malagueño reivindicó ayer un papel protagonista en el primer plano del certamen.

Encierra una notable paradoja que el Mocito Feliz, popular por aparecer junto a famosos de distinto pelaje en las más variadas circunstancias, llegue más de media hora tarde a la sesión de fotos que él mismo protagoniza. Eso le ocurrió ayer a este personaje que vertebra 'Mocito Feliz, el famoso desconocido' dirigido por Ignacio Nacho y visto ayer entre las sesiones especiales de la sección de documentales.

«Muchas veces, con un traguito de Fanta y con chupar cámara, soy el hombre más feliz del mundo», reconoce al principio del documental Enrique Jiménez, conocido como Mocito Feliz. «Me parece un personaje que ilustra ese afán por estar presente en los medios propio de estos tiempos», argumentó ayer Ignacio Nacho, que también ofrece el lado «dramático, pero sin hurgar en la herida» de Mocito Feliz.

La firma malagueña MLK Producciones encuentra una de sus señas de identidad en los proyectos vinculados a la divulgación de la historia y del patrimonio. Lo recordaba ayer José Antonio Hergueta, responsable de la productora que presentó en el certamen 'El Tartessos de Schulten', dirigida por Antonio Lobo. El productor recordaba el carácter «visionario» de los trabajos de Adolf Schulten en los primeros años del siglo XX para dar a conocer esta ciudad perdida.

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«Durante décadas Tartessos ha sido visto por los especialistas con recelo debido a los métodos poco científicos de Schulten. Para él representaba el origen de Europa. Los descubrimientos se produjeron en plena efervescencia de la arqueología moderna y Schulten, de alguna forma, se formó un Tartessos a la medida de sus sueños», argumentó Hergueta. El productor anunció además que el documental muestra «un tema fascinante, pero con un enfoque accesible para los no eruditos».

A David Muñoz no le interesaba la presencia del realizador. Por eso busca el cine directo como estrategia narrativa, dejando que recaiga el peso de 'Otra noche en la Tierra' en la «transparencia y la espontaneidad» de los personajes. Se implican en las conversaciones y muestran sus opiniones sin tapujos porque «no se sienten vigilados». Y todo en torno a un tema: la revolución egipcia. Para ello, Muñoz hizo varios viajes a El Cairo durante 2011, «siempre en la atmósfera de la revolución egipcia».

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David Muñoz comprobó que «los atascos infinitos» no llevan a otra cosa que a «crear una vida en las calles, en los taxis y vehículos». Y ahí es donde se para el realizador. Su intención era «mostrar qué piensan los ciudadanos egipcios en las calles de una forma sencilla y directa». Así, 'Otra noche en la Tierra' -que compite en la sección oficial de este apartado del certamen- se basa en grabaciones clandestinas. «La inquietud por la posibilidad de ser detenido cada noche, suponía una búsqueda continua de la determinación de querer hacer esta película», confiesa Muñoz, que ha encontrado un «ejemplo de valentía y coraje» en la «lucha constante e inventada por la supervivencia económica diaria».

Aunque sea una paradoja, Enrique García ha encontrado su verdadera libertad entre rejas. Sí, han leído bien. Detrás de los muros de una cárcel es donde este director malagueño halló su mejor fuente de inspiración para hacer cine. Primero con el cortometraje 'Tres razones', que cosechó un éxito que aún paladea y que en breve se convertirá en un largo, y ahora con el documental 'Libertad a través del arte', que se presentó ayer en el marco del festival.

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El autor avanza un paso más en su radiografía del mundo carcelario con un trabajo que muestra, en veinte minutos, cómo los presos son capaces de encontrarse a ellos mismos e incluso de redimirse gracias a la creación: pintura, escritura, manualidades, música o teatro... Todas estas disciplinas caben bajo el paraguas del colectivo Moraga, el que impulsa esta actividad desde el penal de Alhaurín y en el que Enrique García se ha apoyado para sacar adelante su último trabajo.

«Todos los presos que participan en esta iniciativa tienen algo en común: proyectan sus sueños cuando están creando y eso, para ellos, es lo más parecido a estar en la calle», observa García, que ha dado entrada a los testimonios de una docena de presos y a los funcionarios y profesionales que comparten con ellos el día a día.

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