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Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en un acto público en Sevilla en 2003. :: E. MORENATTI / EFE
La inmobiliaria de los duques de Palma jamás vendió o alquiló un piso
ESPAÑA

La inmobiliaria de los duques de Palma jamás vendió o alquiló un piso

La investigación apunta que Aizoon, tras ser usada para desviar dinero de Nóos, se convirtió en una empresa fantasma para defraudar al fisco

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Miércoles, 8 de febrero 2012, 02:32

La Oficina de Investigación del Fraude de Hacienda y la Policía tienen claro que Aizoon, la inmobiliaria que desde 2003 poseen los duques de Palma, era todo menos lo que declaraba ser. Jamás puso un ladrillo, nunca vendió o alquiló una casa y, solo en contadísimas ocasiones, ingresó en sus arcas dinero que no proviniese de la trama Nóos. La investigación, apoyada en decenas de facturas, tarjetas, recibos, mails y libros de contabilidad, ha concluido que la empresa propiedad al 50% de Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no era más que un sociedad fantasma con un doble objetivo, desviar al bolsillo privado el dinero público y, luego, convertirla en un 'aparcamiento' de facturas, muchas de ellas inverosímiles para una inmobiliaria, para defraudar.

Aizoon se creó en 2003 con un capital de 3.006 euros. Su objeto social declarado desde entonces ha sido siempre el mismo, «planes comerciales y dirección de proyectos, así como la compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles», y el «asesoramiento» para «planes estratégicos». Pues bien, según la investigación, Aizoon jamás se dedicó a la actividad inmobiliaria en España.

Es más, según los cálculos de Hacienda, el 95% de sus ingresos en los primeros años procedió del vaciado del dinero público que llegaba al Instituto Nóos. Solo entre 2004 y 2005 la empresa de los duques emitió facturas por valor de 894.722 euros, de los que 854.722 eran a cargo de la fundación sin ánimo de lucro y sus firmas satélites por estudios que absolutamente nada tenían que ver con «la compraventa y arrendamiento» de propiedades inmobiliarias.

Pérdidas ficticias

De acuerdo a los informes remitidos en las últimas semanas al Juzgado de Instrucción número tres de Palma, en 2006, cuando Zarzuela ordenó al yerno del Rey salir de Nóos, Urdangarin decidió reconvertir Aizoon, hasta entonces un apéndice del instituto, en una suerte de sociedad fantasma contra la que cargar todo tipo de gastos, particularmente los personales, para lograr que la empresa apenas diera beneficios y tributar a un tipo impositivo de solo el 3,5%. Es más, en 2008 la empresa del matrimonio Urdangarin-Borbón llegó a dar 4.027 euros de pérdidas.

A las cuentas de Aizoon se imputó todo lo imaginable, incluso facturas a cargo de la infanta Cristina que recibía cada semana entre 600 y 700 euros de la empresa por unos servicios que no se detallan. A la vista de los asientos, la hija del Rey cobraba de la inmobiliaria contra la presentación de facturas como si fuera un proveedor. La infanta, según el sumario, ganó en tres años a través de Aizoon unos 510.000 euros.

La lista de las facturas que ya consta en el sumario del 'caso Babel' es inmensa: gastos de los móviles de la familia por valor de 16.000 euros, alquileres de coches por 48.000 euros, comidas en restaurantes de lujo de Barcelona y Madrid, un catering de comida japonesa de 5.000 euros, la factura de la luz, el gasto del gas, el acondicionamiento de la bodega del palacete de Pedralbes por 3.000 euros, compras de vino de Baigorri por valor de 6.500 euros, flores, entradas de espectáculos, pagos a empresas de mudanzas, alquileres de carpas, más de 6.000 euros por estancias en hoteles de Roma, África y Estados Unidos, 2.114 euros de vuelos entre Minneapolis y Baltimore, repuestos de moto, una vajilla de 1.741 euros y compras personales de la propia Cristina de Borbón. Un mail de la secretaria de Urdangarin desvela que, con el beneplácito del duque de Palma, se hicieron maniobras para intentar endosar compras privadas de la hija del Rey de difícil justificación para una inmobiliaria.

Incluso se cargaron a Aizoon facturas con el encabezado «cheques escoltas» en 2008 cuando aún la pareja residía en España y su seguridad corría a cargo de Interior. En 2005, entre los gastos de Aizoon que se presentaron a Hacienda hay 450.000 euros que corresponden a dos pisos que, en realidad, adquirió la pareja.

Tres empleados

Un ingente movimiento de capitales para una empresa sin apenas empleados o empleados fantasmas. Durante los registros, los funcionarios de la Policía Judicial se hicieron con un mail que apunta directamente al fraude, no solo a Hacienda, sino también a la Seguridad Social. Fue en septiembre de 2009. El contable de la trama, Marcos Tejeiro, envió un correo a la secretaria de Urdangarin para preparar la contratación ficticia de tres empleados para cargar la cuenta de «gastos deducibles» de Aizoon. Finalmente, la empresa de los duques de Palma declaró al fisco que pagaba entre 7.000 y 10.000 euros por los salarios de estos supuestos trabajadores.

Tanta presunta irregularidad en Aizoon ya había llamado la atención de la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude antes, incluso, de que estallara el 'caso Babel'. En la primavera de 2011, Hacienda abrió una investigación sobre un «movimiento de dinero de alta denominación», esto es transacciones con billetes de 500 euros, sobre una operación de traspaso de dinero entre el instituto y Aizoon, en concreto 147.800 euros, en 2008, cuando el duque ya había roto formalmente con Nóos. Estas diligencias ya han sido puestas a disposición del juzgado de Palma que lleva el caso.

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