Marbella iniciará el próximo año los trámites urbanísticos para trasladar el polígono

Marbella sigue dando pasos firmes para la mayor operación urbanística de su historia: el traslado del polígono industrial La Ermita al norte de la ciudad, a la zona de La Serranía, donde se levantará el nuevo parque empresarial. Medio millar de naves dan la bienvenida desde hace años a los visitantes que acceden a la ciudad nada más franquear el famoso arco. No es una estampa típica de un destino turístico de primer nivel, donde en lugar de talleres y concesionarios de coches la primer línea de playa suelen ocuparla apartamentos, hoteles o restaurantes. El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado el año pasado, sentó las bases para revertir esta situación. Después vino la contratación de una consultoría multidisciplinar que diera forma a un estudio sobre la viabilidad jurídico-técnica y económica de la mudanza del polígono a la zona norte de la ciudad, por encima del centro comercial La Cañada, para dejar paso a un centro residencial y de negocios.

Los resultados ya están sobre la mesa, según anunció ayer la alcaldesa, Ángeles Muñoz. Aunque desveló pocos detalles sobre su contenido, sí avanzó que el grupo Avant, adjudicatario del informe, ha confirmado la viabilidad de la operación, que habrá inversores interesados y ha diseñado una hoja de ruta que echará a andar el próximo año. El primer paso será iniciar los trámites administrativos y urbanísticos para cambiar los usos del suelo de La Serranía, casi un millón de metros cuadrados que pasarán de «rústico» a «industrial» y donde se levantará el futuro parque empresarial. «Todo lo que es la tramitación administrativa se hará de manera inmediata para que puedan empezar las obras y para que en 2013 o 2014 comience la urbanización de La Serranía», señaló la regidora. La Ermita, mientras, seguirá intacta. No se hará ningún cambio en la calificación de los terrenos del actual polígono, que se transformará en un futuro en un área de zonas verdes, equipamientos y usos residenciales y comerciales, ni se desmantelará ninguna nave hasta que se haya consolidado el nuevo parque empresarial.

«El plazo que nos marcamos es está legislatura. Que cuando termine podamos ver cómo se ha hecho toda la infraestructura de la zona norte. Se desarrollará probablemente por manzanas, ya que estamos hablando de un millón de metros cuadrados y habrá que acotar las parcelas para ganar en operatividad», matizó. Los propietarios del suelo de La Serranía serán los que financien la operación de urbanización previa a empezar a mover las naves. Así se plasma en la guía diseñada por el Grupo Avant, integrado por economistas, arquitectos como el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, José Antonio Granero, y por el prestigioso despacho de abogados Uría. Entre sus credenciales están haber llevado a cabo el proyecto de transformación de Valdebebas, en Madrid, el mayor de España con 11 millones de metros cuadrados, o el del puerto de Barcelona. Una experiencia de la que se beneficiará Marbella.

Ampliación de La Bajadilla

Pese a la actual coyuntura económica, la alcaldesa confió en el atractivo de la operación urbanística y en las plusvalías que se generarán tanto en el desarrollo de La Serranía como en el de La Ermita. «Habrá recursos que servirán para financiar el traslado», apuntó, al tiempo que afirmó que los próximos seis años implicarán una importante inversión privada «y capital que vendrá de fuera». Eso, remarcó, acompasado con el proyecto de ampliación de La Bajadilla, impulsado por el jeque Al-Thani, «convertirán a Marbella en un centro de oportunidades».

Para canalizar este proyecto estratégico y otros que se derivan del Plan General, el Ayuntamiento ha creado una oficina técnica de desarrollo de áreas de oportunidad, que canalizará la información a afectados y a inversores. Ayer se dio luz verde en Junta de Gobierno Local a este organismo, que estará presidido por el concejal delegado de Urbanismo, Pablo Moro, e integrado por técnicos de la delegación y de otras áreas municipales. «Aunque se trata de un proyecto de inversión privada el Consistorio tiene que liderar la operación y además quiere mantener el compromiso con los afectados, que conocerán en todo momento cuál es la planificación para el traslado del polígono industrial», señaló.