Mario Escudero

Desde su nacimiento en Alicante en 1928, su vida fue la guitarra. Mario Escudero Valero se trasladó muy joven con su familia a San Sebastián donde su padre instaló una sastrería. Su primera actuación fue a los nueve años en el teatro de la Galia, en Burdeos, presentado por Maurice Chevalier y tras la guerra civil la familia se fue a vivir a Madrid, donde el joven Mario tomó clases de guitarra de Daniel Fortea, discípulo de Francisco Tárrega, y del guitarrista flamenco Ramón Montoya. No obstante su toque tuvo también influencias del 'Niño Ricardo'. En Madrid estudió armonía y contrapunto y escribió sus obras más conocidas. Su debut en la capital de España fue en 1944 con Vicente Escudero y Carmita García en el Teatro Español, y posteriormente viajó por toda la península formando parte de distintos elencos artísticos, acompañando a Tomás Pavón, Niña de los Peines, José Cepero, Juanito Mojama, Antonio Mairena, Pericón de Cádiz, Pepe de la Matrona, El Sevillano, Canalejas de Puerto Real y a otros muchos artistas, viajando más tarde por Europa y América con Carmen Amaya, Vicente Escudero y Rosario y Antonio.

Afincado en Nueva York, en 1955 consiguió un gran éxito en su primera actuación en el Carnegie Hall neoyorquino, lo que le valió varias apariciones en televisión. Su música flamenca fue utilizada como fondo musical de las películas 'Brindis a Manolete', 'Jalisco canta en Sevilla' y 'Café cantante'. Su gran amistad con Sabicas hizo que el guitarrista navarro apadrinara a uno de sus hijos, concretamente a Mario Manuel Agustín y grabaran conjuntamente tres álbumes y varios LPs, con su hermano Diego Castellón, Enrique Montoya y Diego Alvarado. Fue el primer guitarrista flamenco que actuó en la Unión Soviética, en 1979, y en 1984 volvió a España donde fijo su residencia en el barrio sevillano de Heliópolis. Fue víctima de una aguda enfermedad de Alzheimer, falleciendo en noviembre de 2004.