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ENRIQUE MÚLLER , EUGENIO CABEZAS
Miércoles, 1 de junio 2011, 10:06
Después de cinco días de sospechas, dieciséis muertos, pérdidas multimillonarias y el bloqueo a las importaciones de productos hortofrutícolas españoles en varios países de la UE e incluso en Rusia, las autoridades alemanas reconocieron ayer que los pepinos procedentes de Málaga Almería no son los causantes del peligroso brote de la bacteria 'E. coli'. La responsable de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer Storcks, la misma persona que anunció el pasado jueves que los análisis realizados habían descubierto la bacteria asesina en tres pepinos procedentes de Andalucía, reconoció que las hortalizas españolas no eran el origen del brote. El anuncio, en cualquier caso, no saca de la inquietud a los germanos, que siguen sin saber cuál es la causa de la grave contaminación. Ni tampoco a los productores españoles, andaluces y malagueños, que viven una parálisis total por el cierre de las fronteras a sus productos hortofrutícolas.
Y es que la 'crisis de los pepinos' ha provocado un efecto 'bola de nieve' en las exportaciones de frutas y verduras, y si al principio se rechazaron los pepinos, después fueron los tomates, calabacines y berenjenas, y finalmente la paralización se extendió ayer a otros cultivos como la patata de Antequera o el limón del Valle del Guadalhorce. «El desconcierto es total, aunque celebramos el final de la pesadilla y esperamos que desde mañana -por hoy- se recupere la normalidad», aseguró el presidente de Asaja en Málaga, Carlos Blázquez.
Por su parte, la reacción española, mezcla de alivio e indignación, no se hizo esperar y fue la ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, la encargada de responder a las autoridades germanas. «Nos han acusado de manera injusta, indebida y sin pruebas», declaró, a la vez que advertía de que el Gobierno estudiará qué medidas se deben adoptar para resarcir los daños en un sector que ha cuantificado sus pérdidas en casi 200 millones de euros semanales. Aguilar planteó también la necesidad de convocar un consejo extraordinario de ministros de la UE para tratar este tema.
Por su parte, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, avanzó que la Junta «va a cooperar» y a «apoyar» a los agricultores en la presentación de demandas particulares para reclamar indemnizaciones por los daños sufridos por la alerta sanitaria de Alemania. Tras reunirse en Almería con representantes de la industria hortofrutícola, Griñán dijo que «se ha producido un daño de forma gratuita e innecesaria que exige reparación», puesto que «ha habido precipitación y se han tomado medidas cautelares señalando con un dedo a quien no se debía».
Apoyo de Junta y Gobierno
El presidente andaluz recordó que la Unión Europea cuenta con un fondo que se puede utilizar como compensación en estos casos, y además los agricultores podrán presentar demandas particulares. La Junta va a cooperar con los agricultores para facilitarles toda la documentación necesaria y «certificar que lo que se dice en la demanda sobre daños y perjuicios es cierto», para lo que se utilizarán datos históricos de oferta y demanda, y se comprobará «explotación por explotación», según Griñán.
Necesitaremos medir los daños y peritarlos para que cuando se pidan las indemnizaciones correspondientes por parte de los agricultores tengan la documentación pertinente para llevarlas a cabo», añadió. El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Medio Rural, Rosa Aguilar, mantendrán hoy otra reunión en Almería con representantes del sector en la que se abordarán medidas adicionales de apoyo, como podrían ser moras tributarias y de las cuotas de la Seguridad Social.
Con el objetivo de recuperar el «intangible» que representa la confianza de los mercados, el Gobierno y la Junta también impulsarán una «amplia campaña de difusión nacional e internacional» que dará a conocer los altos estándares de calidad de la producción agrícola andaluza, que cuenta con «todas las garantías» porque «investiga, analiza, controla y comercializa con trazabilidad», y por tanto se encuentra en los «niveles más avanzados», remarcó Griñán.
En cualquier caso, lo que no parece tan claro es que el Ejecutivo alemán entone el 'mea culpa' y admita que su gestión en la 'crisis del pepino' no ha sido la más afortunada. La senadora de Sanidad aclaró que los últimos análisis realizados en el Instituto de Higiene habían demostrado que la variante de la bacteria detectada en los pepinos españoles no coincidía con la encontrada en las heces de los enfermos, una certeza que colocó a las autoridades germanas en la misma situación que tenían la semana pasada. «Estamos como antes; la fuente aún no ha sido identificada y nuestra esperanza de descubrir el origen del Síndrome Urémico Monolítico (HUS) no se ha concretado», confesó Cornelia Prüfer, que compareció junto al alcalde de Hamburgo.
En su intervención, los dos reiteraron que las advertencias de no consumir pepinos, tomates y lechugas crudos seguían siendo válidas, sin importar su origen. El alcalde, por su parte, tuvo una breve referencia al enfado de los agricultores y políticos españoles y señaló que el objetivo de España debería ser solucionar el problema en vez de «hacer política con él». Tampoco se disculpó la responsable de Sanidad por haber puesto a los agricultores españoles en el ojo del huracán y haberles causado pérdidas millonarias.
Primer caso en España
El sector hortofrutícola no se da por satisfecho con las lamentaciones y demanda una reparación económica en proporción al daño infligido. «Lo difícil ahora es recuperar la confianza del consumidor centroeuropeo, una tarea que se antoja ingente», según destacó el presidente de las Cooperativas Agroalimentarias, Fernando Marcén. Para el director de la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), José María Pozancos, los alemanes han pecado de «irresponsables», ya que han ocasionado un deterioro muy grande del sistema productivo y de distribución españoles. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos, sostuvo que su organización pedirá «todo tipo de responsabilidades», dado que los daños son «incalculables». Solo en Málaga, su secretario provincial, José Gámez, estimó en 1,7 millones las pérdidas en el sector del pepino.
Pese a los nuevos análisis, la cadena de supermercados alemana Lidl decidió retirar de sus estantes la venta de pepinos nacionales con carácter preventivo. Para colmo, el primer caso posible de 'e. coli' l se conoció ayer en San Sebastián, donde un hombre de cuarenta años, que viajó recientemente a Hamburgo, se encuentra ingresado desde el pasado 22 de mayo en el Hospital Donostia, aquejado del síndrome hemolítico urémico (SHU).
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