POR RAFAEL CORTÉS FOTOS : ÁLVARO CABRERA
Sábado, 9 de abril 2011, 03:27
Publicidad
Cuando era niño disfrutaba con los dibujos animados y con los cómics. Le encantaba pintar. Como a cualquier otro joven de su edad. Pero esa afición se fue convirtiendo poco a poco en pasión gracias a su hermano mayor. Al tiempo que maduraba, Sergio Albarracín se acercó al breakdance, descubrió el grafiti, se enamoró del cine... En una palabra, creció. Como persona y como artista. Hoy todo el mundo conoce a este malagueño como Elphomega, uno de los artistas de hip-hop más relevantes a nivel nacional e internacional, que acaba de publicar su tercer trabajo discográfico, 'Phantom Pop', con el que ha creado una nueva forma de componer en el universo del rap.
«Mi disco anterior, 'El testimonio Libra', era más oscuro, pero el rap te permite hablar de cualquier cosa y a mí no me gusta el rap social. Algunos temas míos pueden llevar pinceladas con ideas fugaces de carácter político, pero no suelo profundizar mucho ni dedicar temas completos a eso. Este nuevo disco, más que ofrecer un discurso programado, habla de emociones y sensaciones, de sentimientos e ilusiones. Algo muy diferente de lo que te esperas en este género, que es a un tío agresivo con una letra social, mucho ego, mucha competición... Es un álbum muy vital, existencialista, que habla de la vida, del paso del tiempo».
Un trabajo con muchas referencias rimadas al mundo del cine en el que Elphomega se ha encargado del diseño gráfico y de la mayor parte de las creaciones artísticas que se incluyen en su libreto. Y es que Albarracín es un artista multidisciplinar, pintor, fotógrafo, escritor, guionista, que se arrepiente de no haber estudiado Bellas Artes. «Todavía estoy a tiempo, aunque tener tiempo para ello es cada vez más difícil», afirma un creador que estudió EGB y luego ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de San Telmo. «Eran los primeros años 90 y por entonces el centro funcionaba con un plan de estudios muy antiguo, por lo que tampoco se puede decir que aprendiera mucho, pero como a cualquier niño de quince años que está en una escuela artística, esa experiencia me hizo abrir la mirada a otras cosas, a gente muy interesante que no hizo sino acrecentar mi afición por todo este mundillo», señala.
A pesar del éxito que atesora por su creación, Albarracín es un artista modesto, discreto y autodidacta que pinta y se busca también la vida como ilustrador, trabaja como diseñador 'freelance' para varias agencias de publicidad de la ciudad y al tiempo crea melodías y canciones que lo han hecho subirse a los escenarios más importantes del territorio nacional, primero con el grupo Nazión Sur, luego en solitario y junto a músicos de la talla de Hablando en Plata, Frank T, SFDK, o Falsa Alarma, entre otros.
Publicidad
«Siempre me he tomado lo de la música muy en serio, pero creándome pocas expectativas; lo hago porque me divierte y si todo va saliendo bien, pues habrá que aprovecharlo. Pero mientras más subes, más alto caes. Todavía recuerdo cuando empezamos a hacer conciertos en los noventa. Viajábamos con nuestro propio coche, nos lo pagábamos todo y dormíamos en la playa o en casa de amigos, pero ha merecido la pena».
Elphomega también tiene una faceta de promotor cultural ya que, siempre inquieto, durante algunos años organizó encuentros relacionados con el hip-hop y el breakdance en la plaza de la Marina, aunque luego todo este movimiento y el arte del grafiti pasaron a no estar demasiado bien vistos.
Publicidad
El año pasado estrenó en el cine Albéniz el documental 'Vibraciones', dirigido por Moisés Salama y Miguel Ángel Oeste, en el que participó en el guion y en el montaje y que pretende desmontar los tópicos del rap a través de la mirada de tres músicos malagueños: el propio Elphomega, Rafael Fernández 'Capaz' y Little Pepe. Un trabajo que se ha proyectado en Granada y Sevilla y que en los próximos meses viajará a Madrid y Barcelona.
Y es que Sergio Albarracín se resiste a vivir exclusivamente de la música. «Por un lado me gustaría, pero yo me conozco, soy muy inquieto y a lo mejor si estuviera todo el día con la música me llegaría a cansar. Estar metido en varias cosas diferentes me oxigena, me enriquece y me aporta bastante. No he intentado tampoco vivir solo de la música, pero la cosa está muy difícil y en el mundo del hip-hop mucho más aún».
Publicidad
Tal vez por eso, Elphomega canta en su nuevo disco letras como ésta: «Un tiempo estuve roto pero salí de allí con las tripas de lo que vine a escribir, son las chispas de los días que vendrán. Vine a este mundo sin nada y sin nada me iré, es simple, igual que viene se va. ¿Cuál es el crimen?. Take money, make money».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.