Secciones
Servicios
Destacamos
O. L. BELATEGUI
Martes, 26 de octubre 2010, 03:35
Eduard Fernández (Barcelona, 1964) atesora dos Goyas y un inmenso talento que vuelve a brillar con intensidad en 'La mosquitera', de Agustí Vila. El filme, a concurso en Valladolid, presenta a una familia disfuncional en un relato con ecos de Buñuel y un humor negro que congela la carcajada.
- A los 19 años actuaba de mimo y payaso en las calles de Barcelona.
- Es una de las cosas más bonitas que he hecho. Un día hicimos un bolo en el barrio de La Mina. Los chavales, entre pico y pico, se reían mucho con nosotros. Me pareció una imagen durísima y a la vez bella.
- ¿Aquello le llenaba como actor?
- Sí. Yo llegaba a aquellos críos. Los actores nos miramos tanto el ombligo que estamos más pendientes de si lo hemos hecho bien o mal, si nos gustamos, que de apreciar la emoción del público. Esta profesión es maravillosa, porque trata del alma humana, pero tiene un gran volumen de mentira y falsedad. La gran putada es que aprendemos cara al público y aprovechamos los palos de la vida para mejorar.
- En su día tuvo que renunciar a una de sus pasiones, el teatro, para poder tener vida personal. ¿Con el cine le ocurre igual?
- Eso es algo que me pasó con Els Joglars. Y sí, con el cine se puede tener vida personal. De hecho, mi vida personal es lo que más quiero. Paseo, tomo cañas y nadie me molesta. A veces, viene alguien y me dice que le gusta lo que hago.
- Malos tratos, incesto. 'La mosquitera' coquetea con temas tabú. ¿Le gustan los proyectos atrevidos que se salen de la norma?
- Me gustó el tono de comedia negra y ácida; te ríes cuando en el fondo lo que deberías hacer es gritar y llorar. La película refleja la dificultad de relacionarse, el daño que nos hacemos los unos a los otros cuando nos resulta imposible decir cómo nos sentimos y qué deseamos.
- Un mal de nuestra sociedad.
- Sí, al menos de una parte de ella. El problema radica en que no queremos mostrar las partes malas, no queremos aceptar lo trágico de la vida. De pequeñito te caes y te consuelan: 'Ya está, ya está, no llores'. Y nunca hablamos de la muerte, un tema tabú. Mi madre suele decir 'cuando me muera este piso será para ti'. ¿Por qué no va a poder decirlo? Es bonito.
- 'La mosquitera' también deja claro que no todo el mundo está preparado para tener hijos.
- Bueno, es que si uno tuviera que estar preparado para tenerlos nunca tendría uno. Lo mismo pasa cuando nos vamos de casa de nuestros padres. Creo que hay que hacerse más persona para ser padre y criar a un niño. Los seres que aparecen en la película están poco hechos, son poco maduros como para ayudar a su hijo.
- Hace once años de 'Los lobos de Washington'. Se ha convertido usted en un rostro imprescindible del cine español.
- Gracias, eso lo dices tú. No me lo planteo, solo trabajo. Estoy todo el día conmigo mismo y no me hace falta definirme. Disfruto de mi oficio. Me gustaría conseguir mejores películas y papeles. Vas aprendiendo con los años, y cuanto más tengas, mejor. Todavía no he hecho la obra por la que seré recordado.
- ¿Es usted un actor fácil?
- Depende de la relación que tenga con el director. Si la cosa fluye, los dos estamos a gusto.
- ¿Cómo ha sido esa relación con Alejandro González Iñárritu, realizador de 'Biutiful'?
- Nos hemos entendido sin hablar. Sabe un huevo. Es una película potente y muy dolorosa.
- ¿Y el reencuentro con Javier Bardem?
- Muy bien, pero corto porque mi papel es pequeño. Interpreto a su hermano mayor, un tío muy chungo, lo peor. Conozco mucho a Javier y lo pasamos muy bien. Es un actorazo.
- ¿Qué le parecen los actores que dan la cara por determinadas causas?
- Depende de las causas. Si son justas me parece bien. Sin embargo, no sé hasta qué punto es necesario que toda la profesión, todos a una, se signifique en cosas muy concretas. Creo que el cine español debe ser el cine de todos los ciudadanos de España, cuantos más mejor. Y para eso hay que hacer un esfuerzo. Lo tienen que hacer los dirigentes y votantes del PP y también la Academia, donde Álex lo está haciendo muy bien. Para que el cine español sea vasco, catalán, gallego... Eso sí, la gente del cine somos más de izquierdas que de derechas, dudamos más.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.