EUGENIO CABEZAS
Domingo, 27 de junio 2010, 12:59
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Las intensas y copiosas lluvias de este pasado invierno no han sentado bien en el llamado valle del Jerte malagueño. La pequeñoa localidad de Alfarnate, situada a 925 metros de altitud, en la Alta Axarquía, ha visto como las precipitaciones de estos últimos meses han mermado muy seriamente la cosecha de cerezas, que desde hace dos décadas se cultivan en esta zona de la provincia. «Ha sido terrible, porque la fruta apenas ha podido engordar y mucha se ha caído al suelo, podrida por la humedad», confesó ayer Manuel Ruiz, un joven agricultor que participó en la V Fiesta de la Cereza, que celebró este pequeño municipio de apenas mil habitantes censados.
Y es que la drástica reducción de la cosecha no impidió que un año más, y ya van cinco consecutivos, la localidad se convirtiera en un auténtico hervidero de gente -con más de 6.000 visitantes, según el alcalde, José María Ruiz (PSOE)-, que acudieron para degustar las exquistas cerezas y llevarse, de camino, a sus casas, una de las cientos de cajas que se vendieron al precio único de seis euros por los dos kilos.
«Ha sido una pena lo de las lluvias, pero bueno, aun así también hemos querido seguir celebrando la fiesta, y la verdad es que las que sí han engordado son de una calidad y de un calibre excelente», consideró el regidor alfarnateño, quien destacó que el cultivo de los cerezos se introdujo en el municipio hace ahora justamente veinte años. En la actualidad hay alrededor de cuarenta hectáreas sembradas con cerezos, pero el Ayuntamiento está tratando de fomentar aún más este cultivo, especialmente entre los más jóvenes.
Para ello, desde este año se ha puesto en marcha un taller de empleo, con la colaboración de la Junta de Andalucía, en el que se está formando a una docena de jóvenes vecinos en los secretos y técnicas para el cultivo de esta especie de árbol frutal. «Esperamos que una vez que se termine la fase de formación, podamos conseguir aumentar en diez hectáreas la superficie cultivada», comentó el alcalde.
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De momento, este año la cosecha se ha reducido en más de un 100%, pasando de los alrededor de 250.000 kilos que se recogieron el pasaron año a los poco más de 100.000 con los que se cerrará esta campaña. «Es un trabajo muy duro y laborioso, especialmente en la fase de la recolección, ya que se hace de manera totalmente artesanal, cereza a cereza», consideró Manuel Ruiz, un joven agricultor de 24 años. «La verdad es que con la crisis la cosa está muy complicada, y los jóvenes no tenemos más remedio que dedicarnos a esto», admitió.
Por suerte, el kilo de este fruto está muy bien cotizado en el mercado malagueño, ya que se paga por encima de los dos euros. De hecho, en la jornada festiva de ayer los 'stands' instalados vendían las cajas con dos kilos de peso por seis euros, un euro más caras que el pasado año. Esto no fue impedimento para que cientos de familias se acercaran hasta esta pequeña localidad axárquica, conocida también como los Pirineos del Sur, por estar totalmente rodeada de montañas, para degustar las cerezas y llevarse a casa uno o varias cajas.
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Éste fue el caso de la malagueña Odile Rojo, quien acudió junto a su marido, Pedro García, y sus dos hijos. «Es la primera vez que venimos. Teníamos muchas ganas, porque nos lo había recomendado desde hace tiempo un amigo de mi marido y la verdad es que es un sitio muy bonito», manifestó esta vecina de la barriada del Puerto de la Torre. «Esperamos poder repetir el próximo año», agregó, mostrando dos cajas de cerezas, bien repletas y rojas. «Están riquísimas», expresó uno de sus hijos.
Galardones
Pero en la fiesta de ayer no sólo se pudieron degustar cerezas, sino toda una serie de productos típicos y artesanales de la zona, como el licor de cerezas o las cerezas en almíbar, así como las chacinas, el pan del pueblo o el aceite de oliva, entre otras delicias gastronómicas. En el apartado institucional, tras la lectura del pregón, que corrió a cargo del secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía, Agustín Rodríguez Sánchez, se procedió a la entrega de premios.
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En esta quinta edición, los galardones recayeron en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Oriental, como mejor entidad colaboradora con Alfarnate; y en la Asociación de Productores de Caquis del Poniente Granadino y de la Alta Axarquía, como mejor entidad colaboradora con el V Día de la Cereza. Además, se otorgó una mención especial al grupo senderista Prisma.
Entre otras autoridades, acudieron ayer hasta Alfarnate el presidente de la Diputación, Salvador Pendón, el presidente de la Mancomunidad Oriental, José Domínguez Palma, y el delegado provincial de Turismo, Antonio Souvirón, así como varios alcaldes, diputados provinciales y ediles de la Axarquía.
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